viernes, 25 de mayo de 2018

LAVARSE EL PELO AL REVÉS

Lavarse el pelo al revés, ¿el truco definitivo para una melena de anuncio?

Invertir el orden habitual y empezar por el acondicionador para acabar con el champú parece ser, según algunos, la fórmula mágica para tener una cabellera de ensueño.

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Pelo
¿Es tan complicado lavarse el pelo?, ¿de esta simple y cotidiana operación depende tener un good o bad hair day, con todas las funestas consecuencias que esto acarrea? Si echamos una ojeada a las revistas y secciones de belleza se diría que si, que limpiar el cabello se ha convertido en toda una operación para la que se requiere un libro de instrucciones. Son importantes los productos que utilizamos para el pelo, sobre todo ahora que hemos empezado a conocer la composición de algunos de ellos, con ingredientes indeseables para la salud; pero también es crucial en qué momento los usamos. Aquí, el orden de los factores sí altera el producto.
Algunos apuntan que la tradicional fórmula de lavado: champú y después acondicionador, no es la más adecuada y que invertir el orden establecido ha sido la salvación de muchas melenas. Para Alison Freer, escritora y alma del magazine XOJane.com, éste método -que fue sugerido por una lectora- supuso el fin a sus desvelos capilares. El problema de Alison es el de muchas mujeres: tener un pelo graso en la raíz y seco en las puntas, por lo que debía lavarlo todos los días. El acondicionador añadía grasa, pero no podía prescindir de él sino quería ser la versión rubia de Eduardo Manostijeras. El resultado de este nuevo sistema, comenta Freer en su web, “proporciona la humedad y suavidad justa en el pelo para poder cepillarlo fácilmente, sin que éste se aplaste. He estado haciendo esto durante una semana y mi pelo está mejor que nunca”. Alison aconseja también instalar un filtro de agua en la ducha, después de lavarse el pelo con agua embotellada y comprobar que éste quedaba con un aspecto más brillante.
Más voces se han pronunciado sobre esta novedosa técnica de lavado. El blog de belleza bobbyglam.com sostiene que este sistema no funciona para todos los tipos de pelo, y que los más gruesos y secos deberían abstenerse a probarlo y seguir con la fórmula habitual. En la página No More Dirty Looks, se da una explicación más detallada y voces más expertas se pronuncian sobre la nueva fórmula. Horst Rechelbacher el fundador de Intelligent Nutrients y Aveda, el padre de los cosméticos seguros y naturales, que falleció el pasado febrero, explicaba el procedimiento para invertir el orden de estos productos, “cuando lavas tu pelo, usa primero el acondicionador, pero si quieres hacerlo bien del todo lo mejor es ponerse un poco de aceite en el cuero cabelludo, darse un pequeño masaje y luego peinarlo. Después humedecerlo, poner el acondicionador por todo el pelo. Esperar y lavar el cuerpo, si se está en la ducha, con esto puesto. Retirarlo y usar el champú”. La web sacaba la conclusión de que “esta idea tiene sentido porque el acondicionador tiene el ph adecuado para cerrar la cutícula, haciendo que el pelo esté más brillante y el aceite hace el pelo más suave; el champú solo elimina el exceso de estas sustancias”.
Álex Aznar, director de Dessange en Puerto Banús, afirma que “el acondicionador no tiene otra finalidad que la de desenredar el pelo, su función nutritiva es nula”. Él recomienda a sus clientas “hacerse un tratamiento nutritivo intenso cada dos semanas, dependiendo un poco del estado del cabello. Éste consiste en aplicar una mascarilla, masajear bien el cabello de la punta a la raíz –casi siempre se hace al revés, pero así se abren las escamas del pelo y el producto penetra mejor- y dejarse el producto toda la noche. A la mañana siguiente lavar con champú. En este caso el acondicionador no es necesario”, comenta Álex. Una alternativa a la mascarilla son los aceites para el pelo, que se utilizarían de igual forma. “En India se usan mucho y las mujeres exhiben unas cabelleras largas, fuertes y brillantes. Pero hay que tener cuidado y que el pelo no esté expuesto al sol con el aceite, ya que éste lo puede freír. La mascarilla que nos ponemos en la ducha y con la que estamos, como mucho, cinco minutos no es suficiente para reparar y nutrir el pelo. Es necesario hacerse este tratamiento de vez en cuando” recalca, este director de Dessange.
El peluquero Moncho Moreno, con salón en Madrid (Lagasca, 3), opina que el sistema propuesto por Rechelbacher de aceite+acondicionador+champú, “puede ser un sistema efectivo siempre que se trate de un aceite muy denso, nutriente y graso. Eso sí, el aceite sólo se puede poner en medios y puntas. Esta forma de proceder está especialmente indicada para cabellos secos y con mucho grosor”. Pero para Moreno, “el aceite nunca sustituye al acondicionador, ya que la misión de éste último es eliminar la electricidad y hacer más fácil el desenredo del cabello. Sin embargo, el aceite aporta un extra de nutrición y protección térmica”.  
Ninguno de estos peluqueros se muestra partidario de la practica del 'no poo' lavarse el pelo sin champú, pero si de elegir productos más naturales y con menos química. “Es verdad que las siliconas, presentes en muchos productos capilares, son muy malas”, reconoce Álex Aznar, “porque crean una capa alrededor del pelo, lo engordan y puede ocurrir que éste no coja ni el color del tinte. Se habla también de los tensoactivos, pero habría que ser un experto para saber qué tipo de sustancias son más perjudiciales y conocer sus nombres originarios; además de llevar una lupa para poder leer la diminuta letra en la que viene la composición de muchos productos. En Dessange tenemos la línea Phyto Dess, a base de ingredientes naturales con aceites esenciales, arcillas y minerales”.
La marca sueca de cosmética y productos para el hogar, L:a Bruket , desembarcará muy pronto en España con formulaciones orgánicas –certificadas por Ecocert, en la mayoría de los casos, u otras instituciones- sin parabenos ni siliconas. Sus champús contienen aloe vera, vitamina B, proteína de trigo, extracto de avena y aceites esenciales –hay uno de cilantro y pimienta negra y otro de citronela- y sus bálsamos acondicionadores incorporan también jengibre o limón. El orden de uso, depende ya de cada uno.
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