miércoles, 9 de mayo de 2018

Entendamos la enfermedad:



Entendamos la enfermedad:

Cuando el ser físico enferma es porque la persona se ha separado de su espíritu, de su esencia. Se pueden realizan cantos, rituales y trabajos específicos para que el ser que enferma se conecten de nuevo con su espíritu, mas siempre es ese ser humano quien tiene la decisión final y voluntad para reconectarse o no.
Desde la sabiduría cósmica no existe posibilidad de “ser curad@ desde afuera”, la sanación siempre proviene del auto-conocimiento y auto-sanación, y volver a la salud perfecta es una decisión personal e intransferible. Todo puede intentarse externamente, pero es la persona enferma quien decide si desea sanar o no, si finalmente sana o no desde su propia capacidad de auto-regenerarse.
Cuando enfermamos, en realidad estamos transfiriendo nuestro poder mental a esa “enfermedad” logrando plasmar en tu cuerpo el pensamiento inconsciente que no se está detectando para liberarlo de la carga de dolor, y no se identifica por la percepción ilusoria de la obtención de distintas situaciones alrededor que parecen beneficiar, por ejemplo: obtener mayor atención, acercar a personas queridas que se encontraban alejadas, restaurar vínculos rotos, ser indultad@s, resarcir culpas, tener tiempo forzoso para descansar (tiempo que sanos no nos permitimos).
Ahí está el epicentro de esta desarmonizacion y todo esto a costa de nuestra salud, prosperidad y armonía perdiendo nuestro poder mental y por ende, perdiendo nuestra conexión con la esencia que nos regenera y empodera de el placer de vivir, que nos sostiene aquí en esta experiencia humana.
Toda enfermedad comienza en el cuerpo energético que da la forma desde lo que imaginamos sostenida de un pensamiento y un pensamiento que dan paso a un sentimiento y posteriormente a una emoción que se transforma en creencia sostenida de sufrimiento lleno de contrariedad e incoherencia; y así, del cuerpo energético se somatiza, comenzando los síntomas en el cuerpo físico. Es decir, todo comienza en una creación interna no coherente.
Y así, sanar, en realidad es un asunto personal, algo que comienza desde adentro y se extiende hacia afuera, tal como sucede con el asunto de “enfermar”. Quién más que nosotr@s para detectar eso que nos puso enferm@s.
Si utilizamos todas las herramientas que nos regala el universo para miramos internamente, si aprendemos a escucharnos, si abrazamos nuestra humanidad con compasión, si ubicamos emocionalmente qué es eso que nos causa incoherencia –que no podemos conciliar, entonces estaremos dando los primeros pasos hacia la única sanación que en verdad existe: el auto-conocimiento que lleva a toda auto-sanación.
Mente cristalina en un cuerpo cristalino es tiempo ya!

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