lunes, 5 de febrero de 2018

El Espíritu de la Araña: La Tejedora del Destino

El Espíritu de la Araña: La Tejedora del Destino

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Araña: el crecimiento, el simbolismo
Los insectos simbolizan todo lo pequeño e insignificante de nuestro mundo, pero el hecho es que, sin ellos, la vida humana se hallaría en peligro. Realizan una extraordinaria cantidad de funciones vitales para el ecosistema, como la aireación del suelo, la polinización, el control de plagas y la descomposición de la materia muerta. Estas funciones y sus diversas formas han inspirado una rica veta simbólica. Se han asociado con dioses, con espíritus y con el inframundo.
La araña aunque no es considerado como insecto se le puede incluir en esta clasificación totémica.
Vista como la Gran Madre, la tejedora del destino, símbolo solar y depredador, tanto la araña como su tela son simbólicas.
Las arañas han tomado parte en fábulas mitológicas desde tiempos inmemoriales a lo largo de todo el mundo. Esta presencia en numerosas culturas está relacionada sin duda con la distribución cosmopolita de los arácnidos. De hecho, las arañas se pueden encontrar prácticamente en todos los ecosistemas terrestres y, gracias a esto han entrado en la consciencia del mundo.
La araña constituye el artrópodo más intensamente utilizado en el terreno de la mitología y simbología. Lo ha sido además con una manifiesta –incluso inquietante– concordancia en la mayor parte de los términos y en sus elementos más profundos o ambivalentes. La araña es un animal capaz de elaborar construcciones de extraordinaria complejidad (especialmente para un hombre primitivo) en forma de telas orbiculares de aspecto perfectamente geométrico. Ello ocurre en mitad de la naturaleza, una ‘entidad’ armoniosa y bella para los poetas, pero escenario salvaje de dramas intensos, fuente de temores y problemas para sus moradores, en la que residen fuerzas poderosas, indomables, y en las que acecha el peligro y la muerte.
En el caos abigarrado de lo Natural, en el que se entremezclan vegetación, bestias y alimañas, inundaciones, tormentas y climas dramáticos (junto a demonios, monstruos y sombras…), surgen como por encanto símbolos perfectos del orden del cosmos en forma de perfectas telas geométricas. Sólo pueden ser un símbolo divino. Y las construye un pequeño y misterioso animal con una sustancia que extrae de su interior, creando el orden dentro del caos a partir de sí mismo. No sorprende que la araña sea un mito y un icono  prácticamente universal porque la escena anterior debió producirse en todo el planeta.
La construcción de telas, la forma en que algunas especies se deslizan por los hilos, y la estructura geométrica de esas construcciones relacionan a la araña con el hilado y con el destino, o la convierten en medio de comunicación –hilo conductor– entre el hombre y el universo o los dioses.
El espíritu de la araña se funde con el de la luna
Se considera la araña como animal lunar, a causa de que la luna (por su carácter pasivo de luz reflejada; y por sus fases, afirmativa y negativa, creciente y decreciente), corresponde a la esfera de la manifestación fenoménica (y en lo psíquico a la imaginación). Así, la luna, por el hecho de regir todas las formas (en cuanto a apariciones y desapariciones), teje todos los destinos, por lo cual aparece en muchos mitos como una inmensa araña.
El espíritu de la araña se funde con el de la luna y…   el sol. La forma radiada de la tela simboliza el sol del que emana sus rayos. Se le atribuye un simbolismo solar.
La sabiduría de la araña incluye:
  • Maestra tejedora
  • Tejedora del tejido del destino
  • Sabiduría
  • Creatividad
  • Inspiración Divina
  • Cambio de forma
  • Entender los patrones de la ilusión
  • Energía femenina de la fuerza creativa de vida.
La araña es un tótem de astucia, progresión cíclica, renacimiento y muerte, protección y poder sobre el destino. Este tótem te invita a ver la vida desde una prospectiva elevada, y ver los ciclos que hemos pasado en el análisis positivo.
 Probablemente el artrópodo con presencia más intensa en el conjunto de creencias humanas primitivas es la araña. A lo largo de cinco continentes y de un periodo que abarca 5000 años, la araña ha sido vinculada a importantes divinidades en las que residen a un tiempo tanto poderes creadores como destructores.  Ya en la Biblia y en el Corán se hace referencia a ella. Asimismo, muchos hombres de la Antigüedad se interesaron por estos arácnidos; Aristóteles (384-322 a.C.) hace mención de ellas en sus escritos y fue el primero en aportar datos sobre su biología y comportamiento
La araña ha sido símbolo de Vida (Creación, fertilidad y sexo) por su capacidad para la construcción de telas orbiculares a partir de sí misma, pero también de Muerte (Guerra y destrucción) por su capacidad predadora y la toxicidad de su veneno. Esta ambivalencia, basada en la interpretación de la actividad, biología y capacidades generales de las arañas, puede rastrearse en antiguos mitos mediterráneos (Mesopotamia, Egipto, Grecia), pero también en el continente africano, en las culturas mesoamericanas (especialmente en la civilización Maya) y entre las tribus de nativos norteamericanos o en las islas del Pacífico.

Araña es la abuela, el vínculo con el pasado y el futuro.

En varias tribus americanas la araña (personificada como la abuela) fue el maestro y protector de la sabiduría esotérica, y forma parte de los mitos de la creación, siendo para ellos un sabio tótem. Los atrapasueños han sido inspirados en las telas de araña para atrapar los sueños negativos y pesadillas.
En Camerún representa diligencia y sabiduría.
En China, una araña en su hebra es símbolo de buena suerte.
La forma en que crea su red muestra cómo podemos utilizar nuestros talentos creativos en nuestro trabajo y vida. Es difícil pensar que exista una persona que no haya visto alguna vez uno de estos animales.  Si descubres  una araña creando su red, es hora de meditar y preguntarte si te sientes atrapado o enredado en caóticas actividades, o te estás preparando para crear tu propia red (forma de vida). La araña te enseñará cómo salir de tus energías constrictivas y a tejer tu propia red de poder para hacerte dueño de tu propia vida.
Su cuerpo tiene la apariencia de un ojo, es el símbolo del infinito.
El símbolo de la araña está asociado al símbolo del infinito, la araña tiene 8 patas y 8 ojos, el 8 es el número del infinito. Además, la frecuencia de vibración indica que indica el significado del número ocho consiste en ciclos, el paso del tiempo y la evolución.
Es la rueda de la vida que fluye de un círculo al siguiente. La Araña te enseña a mantener el equilibrio entre el pasado y el futuro, física y espiritual, masculino y femenino. Es el símbolo del poder creador y es la guardiana de los antiguo idioma, por esa razón la Araña es considerada la maestra de la lengua y la magia de la escritura.
En la araña coinciden tres sentidos simbólicos distintos.
Primero el de la capacidad creadora de la araña al tejer su tela; el de su agresividad y el de la propia tela, como red espiral brotada de un centro.
La araña en su tela es un símbolo del centro del mundo y en ese sentido es considerada en la India como Maya, la eterna tejedora del velo de las ilusiones, la destructividad del insecto no hace sino ratificar ese simbolismo de lo fenoménico. El término maya proviene de la raíz sánscrita “Ma”, que significa que no hay forma ni límite y describe la naturaleza ilusoria de las apariencias. La asociación de la araña con Maya trae consigo el entendimiento de que no todas las cosas son como parecen ser.
Aunque para nuestra cultura la araña es un símbolo negativo asociado a la perversidad, en la India adquiere el significado local del sentido cosmológico. Dicha interpretación se basa sobre todo en que se analiza al animal y a la posición que éste ocupa en su tela. La expansión de la tela en todo su esplendor posee una analogía con los rayos del astro rey. Los círculos concéntricos de su tela tienen que ver con la elaboración de los tejidos, de las tramas. La tela que se expande y crece alejándose del centro nos da una idea de que nos encontramos frente a una emanación del propio Ser. En cambio en Grecia, la araña se observaba como una burda imitación de la divinidad. Recordemos la triste historia de la tejedora Aracne que pretendiendo rivalizar con la diosa Atenea, fue transformada en araña para los restos.
En la antigua Grecia tenemos el mito de Aracne que nos relata el poeta romano Ovidio en su Metamorfosis. Una bella joven, que vivía en la antigua Lidia de Asia Menor,  era una tejedora espectacular, famosa y admirada por su habilidad con los telares. La joven enaltecida por esta fama y vanagloriándose de su habilidad, afirmo que ella era mejor tejedora,  que la inmortal Palas Atenea.   La diosa en extremo molesta por la audacia de Aracne, destruyó su obra, provocando tal desesperación en la joven que acabó por ahorcarse. Arrepentida de su acción, la diosa la volvió a la vida, pero convirtiéndola en araña, destinada a permanecer colgada y a seguir hilando por toda la eternidad.
Todos los pueblos de la humanidad han creado un sinfín de historias, mitos y tradiciones alrededor de las arañas, que sería imposible relatar aquí. Baste señalar que en algunos sitios las han considerado nefastas, devastadoras de gente, por lo cual las obligaban a huir para no ser mordidos por, ellas. Otros, en cambio, las han venerado, como algunos negros en África y los musulmanes, que las ven con benevolencia y respeto, pues aseguran que, gracias a una araña, Mahoma salvó su vida.
La araña simplemente implica, creación y transformación.
Desde Africa hasta los Andes, los pueblos  consideran que las arañas tienen poder adivinatorios porque se asemejan a los animales psicopompos, esto es, a los que guían hacia el otro mundo. Por eso, el hecho de soñar con arañas te está preparando para un cambio radical. Tú tienes que mirar dentro de ti y saber en qué sentido se está produciendo esa transformación.
La fábula de Aracne: representación del mito por Velázquez.
La fábula de Aracne: representación del mito por Velázquez.
Las arañas, en general, actúan muy eficientemente como controles naturales de las poblaciones de insectos, muchos de los cuales son dañinos no sólo a la agricultura, sino a la salud del hombre y sus animales. Son, por lo tanto, benefactoras indirectas del ser humano. La araña, también en la historia moderna tiene connotaciones positivas. Veamos como diversos guionistas o escritores la han considerado un ser positivo para el ser humano. En Spiderman la araña transmite con su picadura toda la potencia y poderes a un joven, que luchará para combatir el mal, y en novelas como “La Telaraña de Charlotte”, es la araña la sabia consejera y amiga altruista que ayuda a un cerdito de granja.

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