MENSAJE PARA EL ALMA

EL MENSAJE

Todo està por hacer, todo esta por vivir. La vida es eterna en el UNIVERSO y somos parte de èl.

El dolor es parte de la vida y cuando lo negamos estamos negando el corazòn, el sentido de vivir...

Sòlo Es y vive lo que tiene corazòn y sentido...

El mensaje de los abuelos y sabios, es"ya no queda tiempo" ahora es el momento de recuperar la esperanza, la fuerza y la conciencia, que nos devuelva el poder perdido. Sòlo cuando volvamos a la fuente, al Ser autèntico podremos decir, Yo soy Yo, Tu eres otro Yo. El alma humana se ha fragmentado en multiples aspectos, que sistemàticamente nos han alejado de nuestro propio Poder, el Poder del Espìritu... Y no creas que esto lo hemos hecho solos, esta ha sido y sigue siendo la gran dualidad... esa dualidad que nos persigue, nos enferma y nos tienta separandonos de la Verdad. Nuestros antepasados, los ancestros sabìan muy bien de que se trataba, por eso lo que màs cuidaban era la Salud Espiritual, para que todos los seres de su comunidad, pudieran hacer el trànsito por este mundo, sin obstàculos ni interrumpciones, y alcanzar la liberaciòn, de que se trata?
De cumplir nuestro destino sin desvìos, haciendo cada uno la misiòn elegida y asignada, creando realidades en comunidad y colaborando participativamente en el cambio, teniendo conciencia de que estamos haciendo el presente, cada dìa... Ellos a travès de su conciencia integradora, actuaban en la multidimensiòn, con la sabidurìa de que el Gran Espìritu, anima todos los seres, en todas las escalas, esa era la fuerza intrìnseca que los alentò hasta alcanzar altos GRADOS de evoluciòn y liberaciòn, en momentos en que la vida era muy preciada, por el gran sentido que habìa de ella, donde cìclicamente, la amenaza y el riesgo retornaban, poniendolos a prueba de su instinto y valentìa.

Hoy necesitamos de toda esa fuerza ancestral para sobreponernos a cada dìa, donde en cualquier momento la amenaza y el riesgo pueden retornar, en miedos, esas indescriptibles sensaciones, pensamientos que nos persiguen; sufrimiento mental y mucho, mucho dolor, por lo que perdimos, por lo que no tenemos, y por lo que no queremos tener màs, pero aùn permanece. . .La vida pasa, que no te pase... Si el mensaje es "no hay màs tiempo", tambièn te digo "sòlo el camino te devuelve al Ser", un camino de regreso, un retorno genuìno del Alma, para que de una vez y para siempre Seas, a travès de esa luz que te ilumina y anima a traves de las incontables vidas, que en trànsito has viajado por este UNIVERSO. Comencemos por retomar el Amor, darle lugar al impulso de amar, hacer el tiempo para la introspecciòn y el autoconocimiento, educarnos de nuevo en la comprensiòn del sufrimiento, y APLICAR toda la creatividad natural del Alma, como gran virtud, para trascender bloqueos y obstàculos, y compatir, compartir, ... cuando nos unimos en actitud creativa con otros, la fuerza se hace presente, y tenemos presencia, esa presencia total y necesaria para construir redes de conciencia que nos eleven a planos luminosos de amor y sabidurìa, no hay màs misterio que este, asì de grandioso y tambièn de profundo y difìcil de alcanzar.

En verdad, esta es una tarea que no se hace solos, no es individual, sino despiertos cada uno en su lugar, y despertando a otros, ofreciendo la mano haciendo el puente entre todos a la otra orilla. La felicidad y el paraìso son estados ìntimos del Ser, que pueden magnetizar e interactùar en todos los planos, y a travès del aire que respiramos puede llegar a lugares impensados; es mucho lo que hay que reparar, y las vivencias en plenitud, sòlo son posibles a travès de este cuerpo, donde el alma hoy puede expresarse, y este cuerpo sòlo puede vivir en esta nuestra casa, la Tierra. Si bien todos estamos trabajando por la salvaciòn, que esta no sea individual, la gran utopìa es el despertar de la gran conciencia humana, la integraciòn del ser espiritual al ser humano, serà la luz disipando la oscuridad... entonces volveremos a ser fuertes y valientes para realizar el gran viaje, estamos preparados? El tiempo es Ahora.

Por : Adriana A. Silva Azpeitia, Viajera en Trànsito