martes, 20 de septiembre de 2016

MUCHAS VECES TENEMOS MIEDO


Muchas veces tenemos miedo.


Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas.
Decimos que no cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar. Y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Porque? Después de todo solo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo.
Entonces basta. Haz algo que nunca hiciste. Atrévete. Olvídate que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado.
No te conformes con ser uno más. Nadie te ata. Nadie te obliga.
Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar.
Muchas veces creemos en el destino. Rezamos. Esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante. Creer en nosotros mismos.
Nos conformamos. En vez de arriesgarnos. Sin pensar que cada día que pasa nunca volverá.
Nada esta escrito. Nada esta hecho. Ni siquiera lo imposible.
Todo depende de nuestra voluntad. De esa fuerza que nos sale de adentro.
De decir "si puedo" a cada desafío. Tenemos el poder. Cuando estamos decididos. Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo no hay obstáculo capaz de imponerse.
Si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea...
Solo hay que proponérselo.
Si suenas con ser el mejor del mundo. Si suenas con los aplausos. Si suenas con ganar campeonatos. Despiértate.
Dentro de ti hay 206 huesos y más de 700 músculos esperando.
Solo falta tu decisión. Tus ganas de jugar como nunca.
Enfréntate a tu destino. No seas solo un espectador.
Pide la pelota y créete su dueño.
Ataca. Exígete más y más.
Vive sin domingos.
Corre cada día un poco mas lejos.
Salta cada día un poco mas alto.
Conviértete en tu propio Ídolo. Súmate a dar vuelta el marcador.
Cuando no esperes nada de los demás.
Cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu.
Y poco a poco. Las voces se convertirán en ovación.
Tus respiros se llenaran de logros.
Y tu vida de sentido.
Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos.
Los que hacen promesas. Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando le tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la ultima.
Convencidos que la vida misma es un desafío.
Sufren pero no se quejan.
Porque saben que el dolor pasa. El sudor se seca. El cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá, la satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos corre la misma sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu. La determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás
Sino superándose a uno mismo.

Zandra 03.01.01

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