domingo, 5 de mayo de 2019

Diamante Herkimer -El Diamante de los Cuarzos-

Diamante Herkimer -El Diamante de los Cuarzos-

Su nombre, Herkimer, se debe al lugar donde más abunda: el estado de Herkimer, en Nueva York. También hay Herkimers en México, Tanzania y en España (Asturias).
Generalmente poseen una transparencia extraordinaria y es un cuarzo un poco más duro que el cuarzo común: 7,5/8 en la escala de Mohs.
Por su aspecto tan transparente, biterminado, casi perfecto en la mayoría de ocasiones, el Herkimer parece que haya sido tallado por manos amorosas y sabias, sin embargo, solo la naturaleza ha hecho posible esta maravilla de luz y transparencia ya que el Herkimer es un cristal totalmente natural considerado el diamante de los cuarzos.
Su tamaño suele ser diminuto, sin  embargo, como veremos a continuación, en este maravilloso cristal, el tamaño es lo de menos, aun así, en ocasiones, encontramos algún ejemplar de tamaño mediano y de particular y extraordinaria fuerza y belleza, como el que muestra la fotografía, en cuyo interior se pueden apreciar inclusiones doradas de litio.
Su poder sanador:
Las maravillas que se le atribuyen al Herkimer como cristal de sanación, se basan en un hecho energético prodigioso: el de unificar el propósito de la mente y el propósito del alma en una sola dirección: la de realizarnos en la vida. Para ello, evidentemente, se debe incorporar a la práctica de meditación diaria la sintonía con su potencial, con su energía. Me refiero a que  cada día, durante unos minutos, dediquemos un tiempo de relax en el que colocaremos uno o varios Herkimers rodeando la zona de la cabeza. Esta práctica la podemos acompañar con música de relajación, el aroma de un incienso de nuestro agrado y tratando de sentir la beneficiosa energía que establecerá la vibración del mineral hacia nuestros hemisferios cerebrales, sin otra motivación que la de tener la mente y el cuerpo relajado, dejándonos llevar por la música elegida y permitiendo que se abra el lenguaje de los sentimientos. Su poderosa magia es así de sencilla. Lo complicado, en estos tiempos tan acelerados, es permitirnos encontrar cada día un momento de relax, sin más ruido dentro y fuera de nuestro espacio vital que el latido de nuestro corazón. De esta manera la luz del Herkimer se abrirá paso para que lo que quiere nuestro corazón y lo que es capaz de lograr la mente, se unan afianzando los pasos hacia lo que queremos conseguir: el bienestar en el día a día.
El Herkimer es un cristal de sanación personal. Podemos llevarlo sobre el cuerpo dentro de una bolsita de tela (bolsita chamanica), podemos situarlo debajo de la almohada para dormir, podemos dejarlo por la noche dentro de un vaso de agua mineral y en ayunas beberla por la mañana; sus propiedades clarificadoras surtirán efecto al potenciar el bienestar celular; nos encontraremos con fuerza renovada y entusiasmo tanto a nivel físico como psicológico.
En terapia presencial se puede situar un Herkim er en el centro de cada chakra del paciente rodeado por otros minerales correspondientes en gama cromática a cada centro vital: de esta manera se logrará un efecto equilibrador y armonizador del campo aurico. Y, en general, su zona de aplicación es la del chakra de la corona, por su ya comentada capacidad de unificar las cualidades de los hemisferios cerebrales.
A nivel energético aporta alegría, capacidad de celebrar la vida; su vibración permite que la mente encuentre soluciones fáciles y positivas para enfrentar cambios, desafíos y superarlos, lo cual hace del Herkimer un estupendo cristal de compañía para llevarlo como colgante, meditar sosteniéndolo entre las manos o situarlo sobre la frente en estado de relajación).
Sus leyendas y curiosidades:
Para los sanadores mexicanos, el Herkimer es uno de los cristales de sanación más valorados a la hora de interactuar con sus pacientes, por eso suelen ser engarzados en oro (dejando al aire sus dos extremos) y llevándolo como colgante sobre la zona del corazón (el terapeuta).
Para los Mayas, este pequeño cristal era muy especial e importante, le llamaban TLAQUAUACTECPATI, que quiere decir: Luz de la diosa y del dios celestial.
Los indios norteamericanos conocían también su extraordinario poder: otorgaban al Herkimer la propiedad de poseer un espíritu de la naturaleza totalmente transparente, puro y de elevadísima espiritualidad que permitía al alma experimentar las lecciones de la materia con nobleza e intención impecable a lo largo de la vida de cada ser humano. Una definición bellísima para describir la energía de este peculiar cuarzo.
El Herkimer crece de una manera extraordinariamente pura: en su crecimiento, este cristal “flota” en la cavidad rocosa donde sus átomos no necesitan aferrarse a una base sólida y crecen por lo tanto de una forma más  espacial. Crecen de manera única y no es necesario ni facetarlos ni pulirlos ni limpiarlos para apreciar, a simple vista, su belleza, su pureza. Dentro de lo que es la familia del cuarzo, el Herkimer es diferente precisamente por esta forma de crecimiento y terminación: en dos puntas o vértices llamada biterminación. De manera totalmente natural, el Herkimer llega de la mina donde  se encuentra a nuestras manos sin pasar ningún otro proceso.
La forma de crecimiento del Herkimer es diferente a la forma en la que crece un cuarzo común; mientras que los ejemplares de cuarzo transparente que conocemos crecen en el interior de la tierra aprovechando las circunstancias de calor y presión que permiten que sus átomos y moléculas orquesten su crecimiento, generalmente dirigido hacia el vértice o ápice, en el Herkimer los átomos silíceos se ordenan a partir de cavidades de una roca madre llamada dolomita (cuya composición química es carbonato cálcico magnésico), de manera que en su crecimiento sus átomos y moléculas se ordenan hacia diferentes puntos espaciales dando como resultado dos vértices y, generalmente, 18 facetas a lo largo y ancho de su cuerpo.
Cuidados:
Para limpiar nuestros Herkimers: inmersión en agua-sal durante unas horas después de cada sesión de meditación y/o terapia para poderlo limpiar de toda adhesión de energía emocional de la que haya podido impregnarse por su uso tanto a nivel personal como en terapia presencial.
Para energetizarlos: podemos exponerlos a la luz del sol, la luna, la tierra, sobre una drusa de puntas de cuarzo, situándolo debajo de una pirámide, en el centro de un círculo de cobre, en medio de un triángulo de velas encendidas, rociándolo con un preparado tipo elixir, impregnándolo con la vibración del latido del propio corazón, situándolo sobre pétalos de rosas…son los mejores métodos de recarga energética que podemos darle periódicamente a nuestros pequeños maestros Herkimers. Los de tamaño pequeño se recargan fácilmente si los situamos de vez en cuando en el interior de las dos mitades de una drusa pequeña/ mediana de cuarzos.
Para más información: www.ninallinares.net

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