Miel: Este producto de la naturaleza favorece la función intestinal, gracias a que se compone de azúcares como la levulosa y la dextrosa, que ayudan a generar energía y son fáciles de digerir. Puedes beber un vaso de agua tibia con miel al acostarte y al levantarte. Utilízala para endulzar fruta, cereal o té.
Avena: Es rica en carbohidratos, , minerales y , por lo que es de gran utilidad para combatir problemas digestivos, el y los altos niveles de . Puedes comerla como cereal, como complemento en una ensalada de frutas y en licuados.
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Salvado: La cubierta exterior del grano presenta un elevado contenido de insoluble con propiedades laxantes que combaten las y el , al favorecer el tránsito intestinal y disminuir la presión abdominal. Inclúyelo en tus licuados, en yogur o en la elaboración de postres caseros.
Linaza: Es un buen laxante y antiinflamatorio. Remoja las semillas en un vaso de agua y déjalas reposar por 12 horas; agrega un poco de miel o limón, y tómala antes de acostarte.
Frutas como la ciruela, higo, pera o papaya: Son alimentos muy efectivos para aliviar el , sobre todo, si se consumen en ayunas.
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