lunes, 23 de marzo de 2015

Al Alzheimer hay que enfrentarlo desde la juventud

Al Alzheimer hay que enfrentarlo desde la juventud (Muy interesante)

Aunque la imagen, o mejor dicho, esta obra de Maria Rubinke es un poco “siniestra”, si tenemos en cuenta el resto de su obra, este trabajo nos parece muy simbólico para reflejar el sentido de esta entrada. Cuidar el cerebro desde la infancia, o .. ¿por qué no?, incluso desde el vientre materno. Cuidar de nuestros hijos desde antes de nacer o la infancia ..
Tener en cuenta todos los consejos que los expertos dan, previene o debería -según los expertos- prevenir el Alzheimer.
Cada vez se conocen mejor los factores de riesgo y se sabe màs de como hacer lento su avance.
 
Lùcido, activo, intacto y la envidia de muchos jòvenes: asì podìa calificarse el estado mental de la hermana Mary Ùrsula poco antes de morir en 1995, a la edad de 101 años. Un minucioso anàlisis practicado por especialistas al cerebro de esta religiosa, que pertenecìa a una orden de Mankato (Minnessota, Estados Unidos), encontrò poco despuès que pese a tener todas las señales de un Alzheimer avanzado, nunca desarrollò el mal; el caso resultò ser tan extraordinario, que en 1997 fue elegido como tema de portada de la revista ‘Time’.
 
Prevención Alzheimer desde la JuventudPaulo Bertolucci, neuròlogo brasileño con posdoctorado del Instituto de Neuroquìmica de la Universidad de Londres, explica que lo que ocurriò con la hermana, cuyo caso es icònico entre los estudiosos de la enfermedad, es que tenìa una intensa actividad intelectual y social desde que era joven, “le encantaba enseñar, armaba rompecabezas, pasaba tardes enteras discutiendo sobre polìtica y economìa y seguìa una dieta saludable“. Todas estas son cosas, dice, “que parecìan secundarias pero en los ùltimos años se han vuelto fundamentales para ayudar a prevenir el avance de este mal desde la juventud”.
 
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa e incurable que destruye las cèlulas del cerebro. Se estima que hoy afecta a unas 36 millones de personas en el mundo, una cifra que, de acuerdo con la Alzheimer Disease International Organization, puede alcanzar los 66 millones de enfermos para el 2030.
 
Mauricio Medina, coordinador del Grupo de Demencias de la Asociaciòn Colombiana de Neurologìa, afirma que esta enfermedad se està convirtiendo en una pandemia; no hay estadìsticas precisas en el paìs, pero se calcula que a partir de lo 65 años la prevalencia puede estar alrededor del 5 por ciento.
 
No es sòlo un asunto de vejez
 
Aunque no se ha establecido la causa exacta de su apariciòn, para la ciencia ya es claro que en ella no influye solamente el envejecimiento; tambièn se han relacionado otros factores, como el grado de educaciòn que se tenga. La inactividad intelectual, aseguran los especialistas, representa casi un tercio del riesgo más fuerte de sufrir Alzheimer, aunque en los paìses desarrollados esta cifra se reduce a casi un 12 por ciento, por el mayor grado de escolarizaciòn de sus habitantes.
 
De acuerdo con Carlos Cano, mèdico geriatra y director del Instituto de Envejecimiento y Clìnica de la Memoria del Hospital San Ignacio de Bogotà, hoy tambièn se cuentan como factores de riesgo el sexo femenino, los traumas severos en la cabeza asociados a pèrdida prolongada del conocimiento y la presencia del sìndrome de Down en un familiar de primer grado. Y aunque existe una predisposiciòn más alta a desarrollar este mal entre hijos y hermanos de los afectados, no se puede decir con certeza que el Alzheimer sea hereditario.
Cano explica que los trastornos de la memoria constituyen la clave de esta enfermedad, y dice que si bien todos los tipos de memoria pueden verse comprometidos, “son las alteraciones de la llamada memoria episòdica (la del dònde y cuàndo suceden los hechos diarios) su sìntoma màs caracterìstico”.
 
En Colombia, el Alzheimer es altamente subdiagnosticado, en gran parte, asegura Medina, “por el mito equivocado de que no hay que ir al mèdico cuando se empieza a deteriorar la memoria, pues la gente cree que eso es normal dentro del proceso de envejecimiento”.
En cuanto a los tratamientos, hay modificadores de la enfermedad que pueden hacer màs lento su desarrollo. Infortunadamente, segùn Medina, solo entre el 15 y el 20 por ciento de los afectados los reciben en forma oportuna.
 
“Vale anotar -advierte Cano- que en el mercado tambièn hay muchos productos que dicen ser milagrosos y que favorecen la ‘irrigaciòn cerebral’, pero que no han demostrado ser efectivos y en cambio sì tienen marcados efectos secundarios”.
 
Ponga a trabajar el cerebro
 
Existen dos tipos de Alzheimer: el genètico -que suele desarrollarse tempranamente y no sobrepasa el 5 por ciento del total de los casos- y el esporàdico o de apariciòn tardìa -que se presenta despuès de los 65 años y en el que no hay antecedentes familiares-. En ambos casos resulta imposible prevenir su apariciòn y ninguna medicación garantiza que no se desarrolle.
 
Sin embargo, la ciencia ha ido demostrando que existen conductas que, sumadas, sí pueden ayudar a que la persona tenga màs herramientas para defenderse del Alzheimer cuando aparezca y retardan la degeneraciòn progresiva del sistema nervioso.
Estos son algunos:
 
-Sea activo mentalmente: Cuanto más estimule su cerebro y más aprenda cosas, será menos posible que lo sorprenda el Alzheimer. No se trata de leer tratados de fìsica cuàntica, sino de preocuparse por aprender nuevas cosas constantemente. Pintar, bailar, tocar un instrumento, practicar un deporte diferente o aprender un nuevo idioma ayudan bastante. Tambièn es importante resolver crucigramas, participar en juegos de cartas y estrategia, practicar el ajedrez y armar rompecabezas.
 
-No se aìsle: Tener amigos, interactuar con la gente y pertenecer a redes sociales ayuda bastante. Estudios han comprobado que hay personalidades màs propensas a sufrir el mal, y son precisamente aquellas tìpicamente solitarias.
 
-Controle el estrès: Un reciente estudio del Centro de Investigaciòn Mèdica Aplicada de la Universidad de Navarra (España) encontrò que el estrès crònico suave, inherente a las personas desde el comienzo de su vida laboral, es un factor de riesgo para el posterior desarrollo de la enfermedad. Los resultados del trabajo, publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, recuerdan que varios estudios previos avalan que el estrès produce deterioro cognitivo.
 
-Prevenga la diabetes y no fume: Son los factores de riesgo que menos pesan, pero està comprobado que tambièn tienen una relaciòn con el desarrollo de la enfermedad y la manera en que evoluciona.
 
-Dieta sana y buena salud cardiovascular: El Alzheimer tiende a causar menos estragos en personas que tienen una buena salud cardiovascular, lo cual sòlo se logra practicando ejercicio desde la juventud (como mìnimo, 40 minutos de ejercicio en condiciones aeròbicas, cuatro veces a la semana), siguiendo una dieta equilibrada (sin abusar de las harinas y las grasas y rica en verduras y frutas) y controlando la tensiòn arterial.
 
El papel del arte
 
Rodrigo Pardo, especialista en neurologìa y epidemiologìa y coordinador del grupo de trabajo interdisciplinario en Demencia de la Universidad Nacional de Colombia, llama la atenciòn sobre cómo la estimulaciòn multisensorial, las terapias con mùsica o con animales y la inserciòn en redes sociales de apoyo son herramientas fundamentales para hacer màs llevadera la enfermedad.

“La gente solo suele fijarse en que los pacientes con Alzheimer pierden la memoria, pero no se da cuenta que tambièn pierde el placer por las cosas, que deja de disfrutarlo todo -explica-. Estas terapias los ayudan a recuperar la capacidad de sentir placer y los hacen sentirse mejor”.
 
Cuidado con estos signos de alerta
 
La Asociaciòn Americana de Alzheimer tiene una guìa con 10 señales antes las cuales debemos estar muy alerta, pues pueden ser signos tempranos de la enfermedad. Si presenta cualquier de ellos, acuda al especialista.
 
1. Problemas de memoria que dificultan la vida cotidiana, como olvidar fechas y lugares importantes e información recièn aprendida.
 
2. Dificultad para resolver problemas: se pierde la habilidad, por ejemplo, para llevar las cuentas del hogar.
 
3. Desorientaciòn en tiempo y lugar: la persona no recuerda donde està ni còmo llegò allì. En aquellos con demencia, el estado avanzado del mal, la desorientaciòn es tan significativa que la persona puede incluso perderse en su propia casa.
 
4. Problemas para hacer las tareas diarias, en el trabajo o en la casa. En esto casos, llegar a un lugar conocido resulta cada vez màs complicado, entre otras cosas.
 
5. Dificultades de comprensiòn: el paciente no entiende fàcilmente un texto que se lee.
 
6. Problemas con el lenguaje: se olvidan los nombres de los elementos de uso comùn cada vez con mayor frecuencia.
 
7. Extraviar las cosas: el paciente no recuerda donde dejò el control de la TV, por ejemplo, y èste aparece despuès dentro de la nevera.
 
8. Disminuciòn en el buen juicio: si la persona empieza a comprar cosas innecesarias o se deja engañar fàcilmente por gente inescrupulosa.
 
9. Pèrdida de iniciativa en el trabajo o en actividades sociales: alguien con Alzheimer puede llegar a ser muy pasivo y requerir de ayuda para realizar sus actividades normales.
 
10. Cambio frecuentes de humor: los pacientes empiezan a sufrir de depresiòn, angustia o ansiedad sin una causa aparente. También se aìslan y de repente se tornan irritables.

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