Tyler Henry, el médium de Hollywood que tiene una lista de espera de 300.000 personas
Videntes de moda
Pitonisas, videntes y psíquicos. El ancestral deseo de hablar con los muertos propulsa una nueva vida a la figura del espiritualista. Algunos acumulan tres años de lista de espera y aplican tarifas de vértigo
Con más de 300.000 personas en lista de espera, ansiosas de poder contactar con familiares y amigos que fallecieron, Tyler Henry, un californiano de 26 años, se ha convertido en el médium de Hollywood. Ante sus proezas adivinatorias, el mundo se ha partido en dos: quienes creen posible mantener conversaciones con los espíritus y quienes lo consideran una estafa. Si Henry, realmente, hablara con los muertos, señalan irónicamente sus detractores, sería el descubrimiento más importante y trascendente de la historia de la humanidad.
Otro tanto está pasando en Gran Bretaña. Según informaba The Independent a comienzos de año, Fleur Leussink, más conocida como Medium Fleur, también está causando bastante alboroto mediático a raíz de sus conversaciones de ultratumba. “Trece años después de su primera lectura, Leussink tiene una lista de espera de más de tres años”, apuntaba el artículo a los posibles interesados. De momento, la cantante Lana Del Rey y la actriz Emma Roberts se han confesado admiradores suyos.
'Al habla' con la ultratumba
Fleur Leussink, o Medium Fleur, está causando bastante alboroto mediático a raíz de sus 'conversaciones' con el más allá
Pese a que los médiums parecían haber sido relegados al baúl de los recuerdos, ahora la Generación Z vuelve a desempolvarlos, destaca The Independent. “Los hashtags #espiritualidad y #espiritual tienen en TikTok 7,5 y 5,7 millones de visitas, respectivamente, mientras que #astrología cuenta con 28,9 millones de visitas y #psíquico con otros 2,8 millones”, cuantifica el rotativo británico.
Para Leussink, los nacidos entre 1985 y el año 2000 están más abiertos a creer en cosas diferentes y en lo que puede o no puede ser posible. A su vez, existe un renovado interés, y no solo entre los famosos, en mantener hipotéticas conversaciones con los seres queridos que han fallecido. “La pregunta que más me hace la gente es: ¿Están ahí? ¿Están bien?”, revela la autora de Moving beyond. Access your intuition, psychic ability and spirit connection (Ir más allá. Accede a tu intuición, capacidad psíquica y conexión espiritual).
De momento, la fama de Leussink parece haberse disparado, lo que ha motivado que periódicos como Los Angeles Times o The Sunday Times hayan publicado reportajes sobre esta médium que dice ser capaz de sintonizar” (la palabra que emplea para sugerir que su mente puede acceder a un canal psíquico, que dice poder escuchar alto y claro, del mismo modo que se sintoniza la emisora de un transistor) con los seres ausentes.
“Imaginad que vivimos en un mundo bidimensional”, dice Leussink, sosteniendo una hoja de papel en cada mano para explicar la existencia del más allá. “Nosotros seríamos esta hoja de papel, y ellos (el mundo de los espíritus) serían esta otra hoja de papel. Y, en cierto modo, existiríamos de forma separada. Pero si superponemos ambas hojas y las miramos desde una perspectiva horizontal (sigue diciendo, mientras coloca las dos hojas una encima de la otra) parecen un solo papel".
"En realidad, son dos dimensiones que ocupan el mismo espacio”, aclara en sus actuaciones. Su intención es dar a conocer su “terapia psíquica” a un público cada vez más amplio, si bien en 2017, cuando su fama comenzaba a despuntar, ya cobraba 290 dólares por hora de sesión...
The Sunday Times advierte que Leussink no es la típica vidente que lee las palmas de las manos y luce colgantes con piedras lunares para hacer dinero rápido con personas peleadas con la vida, sino que es una elegante hípster a la que le gusta bailar salsa y asistir a conciertos de música indie, ya que la mayoría de sus amigos son músicos, incluida Lana Del Rey.
Cambio de planes
Tyler Henry quería ser enfermero, pero nunca llegó a ejercer, ya que un médium le anticipó que a los 19 años presentaría su propio programa de televisión
En cuanto a Tyler Henry, antes de conectar con los espíritus del clan Kardashian y de Robin Williams para escuchar sus súplicas desde el más allá, dijo haber presentido, con solamente diez años de edad, que su abuela (que estaba muy enferma de cáncer) iba a morir inminentemente, un tiempo después de que en España hicieran su agosto televisivo Paco Porras, Aramis Fuster y Rappel, entre otros clarividentes.
Según su biografía, Henry nació en una zona rural de California. Su intención era estudiar enfermería, aunque nunca llegó a ejercer, ya que un médium le anticipó que a los 19 años presentaría su propio programa de televisión.
Desde entonces, por Hollywood Medium with Tyler Henry han desfilado famosos de segunda fila, pero también apellidos ilustres acostumbrados a participar en las grandes ligas mediáticas del famoseo, como la vigilante de la playa Carmen Electra, el antiguo cantante de Culture Club, Boy George o la modelo y actriz Megan Fox.
Sobre el año 2016, Henry anunció su deseo de ayudar a los padres y madres que seguían lamentando que alguno de sus hijos se hubiera suicidado, lo que le valió para ser apodado como “el vampiro del dolor” por intentar comerciar con el desconsuelo de personas vulnerables en nombre del entretenimiento y la distracción.
Sin embargo, ninguno de estos reproches parecen haberle hecho mella. Desde que comenzó a emitirse en 2016, Hollywood Medium ofrece lecturas psíquicas a celebridades “en las que les cuenta cosas sobre sus seres queridos fallecidos hace mucho tiempo que Google puede descubrir en gran medida”, publicó en 2017 The New York Times.
“Dadme un segundo para que perciba este simbolismo”, solicita Henry en el primer episodio de la serie Vida después de la muerte, con Tyler Henry que emite Netflix, ante la mirada expectante de cuatro mujeres deseosas de conocer la existencia que lleva en el ultramundo una amiga suya que perdió la vida al alumbrar a su bebé.
“Estos programas reflejan una evolución en el periodismo de celebridades (imprevisibilidad, intimidad, supuesta autenticidad…) y reformulan cómo debe ser un famoso en público”, añadía el artículo de The New York Times. En el pasado, esto podría haber significado una entrevista íntima con Oprah Winfrey en la que airear una parte (casi siempre pactada) de la vida personal. Ahora, en cambio, vende mucho más la imprevisibilidad y un aura sobrenatural extrapolable a muchas de las series producidas por Netflix.
El pitoniso de Hollywood, además de hacer evolucionar al periodismo de celebridades con un nuevo formato, escribió en 2017 Between Two Worlds: Lessons from the other side (Gallery Books), un libro que volvió a dividir a la opinión pública en dos: quienes lo consideraron un atentado mayúsculo contra el tipo de inteligencia que se enseña en las escuelas y universidades y quienes, por el contrario, creyeron encontrarse a las puertas de una nueva era.
“Siempre digo que las lecturas (las conversaciones con los espíritus de los fallecidos) no son una cura para el dolor. Pero son un recordatorio de que nuestros seres queridos siguen estando con nosotros”, ha espetado alegremente Henry sobre el hecho de que muchos famosos (y todavía más personas anónimas…) acepten someterse a sus sesiones de magia o como quiera llamarse a las chácharas que dice mantener con aquellos que han traspasado la última frontera de la humanidad: la muerte física.
Más cerca
El caso de Mikel Lizarrale
También en España hay quienes aseguran comunicarse con el más allá. Uno de los más conocidos es Mikel Lizarralde, el médium de Urretxu (Guipuzkoa). Según declaró Lizarralde en 2021 a El Diario Vasco, con motivo de su primer libro, Un nuevo mensaje (editorial Vergara, Penguin Random House), “en realidad, nunca morimos”. En cuanto a lo que más ha cambiado durante el tiempo que lleva ejerciendo su actividad, Lizarralde destaca que ahora muchos de sus clientes son jóvenes, a diferencia de antaño, cuando lo común era atender a “mujeres de 50 años para arriba”.
Pese a ser calificado como un parásito que se alimenta de almas atormentadas, Henry prefiere describirse a sí mismo como un “médico intuitivo”. En su segundo libro, Here & Hereafter: how wisdow from the departed can transform your life now (“Aquí y en el más allá: cómo la sabiduría de los difuntos puede trasformar tu vida ahora”), incluso argumenta que escuchando a los difuntos y prestando atención a lo que podrían haber hecho de manera diferente, cualquier persona puede aprender a vivir una vida más plena y repleta de significado.
Gracias a mensajes de esta naturaleza, Tyler efectúa giras por Estados Unidos y diserta en casinos, hoteles, resorts, teatros y toda clase de auditorios, como cualquier estrella del rock. Un vistazo a su web permite comprobar que en su último espectáculo en vivo, Una noche de esperanza y curación, las entradas se agotan incluso un año antes de que parte de su (casi siempre) entregado público irrumpa en lágrimas al escuchar que “nuestros seres queridos nunca nos dejan realmente”.
A cambio de “sintonizar” con los seres que dejaron este mundo, los nuevos pitonisos cobran cantidades que pueden llegar a causar otro tipo de escalofríos. John Edward, el famoso médium psíquico que popularizó Oprah Winfrey, lleva 30 años interactuando con los difuntos a cambio de 850 dólares por sesión privada.
Por su parte, Theresa Caputo, la médium de Long Island de pelo largo y uñas kilométricas, cobra 175 dólares por consulta. Aunque no ha trascendido lo que Tyler Henry tiene pensado facturar a los 300.000 clientes que afirma tener en lista de espera, muy probablemente no será una bagatela, a juzgar por lo que cuestan sus actuaciones en directo: entre 65 y 121 dólares la entrada.
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