No te molestes con lo que hacen los demás, no los critiques ni los juzgues por sus pensamientos y acciones dualistas; solo presta atención a tu propia mente y nada más. Una vez que te hayas liberado completamente podrás ayudar a otros a ser liberados. Cuando eres liberado te conviertes en un lago de agua tibia, derritiendo naturalmente todos los bloques de hielo que tocas. Así que no escrutes lo que otros dicen o hacen, simplemente déjalos ser, ámalos, sé amable, y concéntrate en tu propia liberación primero. Somos incapaces de dejar de lado pensamientos dualistas que etiquetan y juzgan porque, aunque podamos ser inteligentes, nuestro amor es limitado, aún no es inconmensurable.
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