La Mandrágora de brujas y hechiceros

La Mandrágora de brujas y hechiceros

La mandrágora (Mandragora atumnalis) es una planta que contiene atropina que administrada en pequeñas dosis adormece, pero por el contrario, en grandes dosis, estimula hasta el punto de provocar alucinaciones, quizá por eso en la Edad Media se decía que era una planta que “adormece el primer día y vuelve loco el segundo”.

En la antigüedad era la planta de las brujas y hechiceros por excelencia, incluso se dice que a Juana de Arco la juzgaron porque la encontraron llevando raices de mandrágora encima. Sus utilidades eran muchas y variopintas, por ejemplo se utilizaba para aullentar a las “fieras” y por eso se plantaba alrededor de las casas, también para aullentar a los malos espíritus o para realizar ritos amorosos.

Se decía que era una raíz que adoptaba forma humana y gritaba ates de ser arrancada, por eso los buscadores de mandrágora se tapaban los oídos con cera. La raíz de la mandrágora suele ramificarse en 2, y en realidad, muchas veces sus raíces parecen piernas. Su flor es blanca y morada y su fruto es como una manzanita que huele muy mal al abrirse.

Maquiavelo escribió una comedia en el renacimiento, en la que hacía parodia de las creencias populares que daban a esta planta un poder tan mágico. La obra se llamaba precisamente La Mandrágora, y trataba de una pareja que no podía tener hijos.

La mandrágora también era utilizada para tratar la infertilidad. Estos son solo algunos de los poderes atribuidos a la mandrágora, pero también se conocía como la planta que podía convertir cualquier cosa en invisible, o que hacía morir a los perros o ayudaba a encontrar tesoros. Por estas creencias populares, una sola raíz de mandrágora costaba el sueldo de un año a cualquier campesino en la Edad Media.

La mandrágora también ha tenido su protagonismo cinematográfico ya que aparacen raices de mandrágora representando la magia tanto en Harry Potter como en El laberinto del Fauno.

RITUAL MÁGICO PARA ATRAER LA BUENA SUERTE – MANDRÁGORA

La “Suerte” es una energía que cubre tanto a personas como objetos, talismanes, amuletos, contras, aseguranzas, etc., se gana o se pierde, se atrae o se aleja, se impone o se quita.

La ausencia de la suerte hace que aparezca la “mala suerte” cuya procedencia puede llegar de personas u objetos embrujados y malditos.

Para atraer la suerte y obtener la buena fortuna, las viejas brujas crearon un ritual especial.

Para este se requiere los siguientes elementos conjurados y activados de:

• Un centavo, símbolo del inicio, lo primigenio de la fortuna, la base de la riqueza y el mundo material.
• Esencia sagrada de Mandrágora, poder mágico conjurado con extractos de la planta de la fertilidad y suerte, la esencia posee todo el poder de la raíz, junto con las hebras mágicas recogidas en las noches de menguante bajo el conjuro de las brujas.
• Vela mágica sagrada de la mandrágora encantada, una vela bañada con el sudor mágico de la raíz, la cual debe ser quemada los martes en el amanecer donde el poder atrapado se libera con el fuego mágico. Al encenderla se libera el centavo purificado por el fuego mágico.
• Símbolos encantados, todas las sectas, grandes empresas, naciones, religiones etc., han utilizado los símbolos mágicos que atraen el poder y la suerte, estos, se convierten en talismanes de atracción, protección y magia.

Ejecución del Ritual:

El martes al amanecer, antes que el día despunte, cuando el orto da paso con la luz, se alistan los elementos, se coloca la vela sobre un plato que contenga agua, alrededor se dejan los símbolos y la esencia sagrada.

Con esto listo se enciende la vela y se dice el siguiente conjuro.

Planta sagrada de poderes dotadaFuego celestial creador de la eternidadFuego eterno que despejas la oscuridad

A esta hora en este altar
Reclamo tu presencia
Invoco tu espíritu para implorar
Que esta planta sagrada
A la Suerte bienaventurada le permita llegar
Que venga sin tardanza
Que cubra de esperanza, todo mi hogar
Suerte anhelada, suerte deseada, suerte de poder

Ven sin demora que nada te pueda detenerPoder mágico de la mandrágora liberame de toda maldadEnemigos y traidores, malos servidores, que me la quieren robar,Protege mandrágora mi suerte en este fuego ardienteque por siempre este presente
librándome de todo mal.

 Dicho lo anterior se enciende la vela, hasta que el centavo se libere el cual tendrá el poder, este centavo se debe sembrar tres días después, bajo la raíz de un árbol frondoso. (no puede sembrar una semilla y sacarla de nuevo la energía de siembra siempre dará una cosecha ) (No se debe conservar, en el evento que se le pierda, la suerte obtenida también se perderá, al dejarlo en las raíces de un árbol, en un tesoro se convertirá)  solo si adquirió otro ritual lo puede conservar, el primero lo debe sembrar.

Posterior se mezcla la esencia con el agua donde se coloco la vela, y se procede a regarla a la entrada de su casa haciendo un triangulo donde uno de sus ángulos apunte hacia afuera, un símbolo del futuro.

Se recomienda regalar dos rituales iguales a dos personas necesitadas de fortuna y Suerte, la energía de gratitud es “EL ABONO DE LA SUERTE”, (Al estar en la mente de las dos personas, su pensamiento irradiado a usted alimenta su propia suerte y bienestar, la magia que retorna con poder)

Los símbolos mágicos, debe usarlos en su billetera, cuando encuentre a alguien en una situación difícil, puede regalarlo, cada vez que haga el ritual de la suerte tendrá un símbolo nuevo, así, usted creará sus eslabones de SUERTE, cuantas más personas le irradien GRATITUD, más energía de poder tendrá.

La mejor manera de conservar la Buena Suerte es dando buena suerte, la energía de gratitud se convierte en un poderoso talismán de protección, evitando que la tragedia llegue a su vida, recuerde; debe hacerlo con verdadera intención de ayuda y deseo de buena fortuna.

Es el mismo principio utilizado por las religiones y sectas de gran poder que han llegado a dominar el mundo. ¡Usted también puede!

©Derechos de autor Wicca Escuela de Magia, la copia de este ritual fuera de atraer lo contrario de su fin, es un delito. Algo que la magia no perdonará.