Ella es tan simple y a la vez tan compleja.

 

Ella es tan simple y a la vez tan compleja.

Está llena de ganas, se alegra y de la nada se queja, se acerca y de la nada se aleja.

Está abriendo sus alas, está abriendo sus rejas.

Ella puede con ella, a cada caída le encuentra una moraleja.

Ni loca de mentiras, ni rota de heridas se deja.

Pero le encanta que alguien la proteja.

Ella no quiere una pareja, común, como otras, que todo lo oculta, que a nadie refleja, quiere un amor que la acompañe a ponerse joven mientras se hace vieja. Ella nunca fue una buena oveja.

No ve lo que todos ven, no sigue las reglas.

No quiere la vida servida en bandeja.

Entre las palabras, las de ellos y las de aquellas, una voz en ella siempre la aconseja.

Confía en su luz, y va dejando huellas.

Llega a las estrellas, pero a veces se estrella.

Se rompe por otros, se arregla por ella.

Pero ponga lo que se ponga, pero sienta lo que sienta, ella sigue siendo bella.

 

 

Nicolás Andreoli