lunes, 13 de diciembre de 2021

Hermafrodito. La doble naturaleza

 

Hermafrodito.
 

La doble naturaleza
′′ Un día Afrodita y Hermes se miraron intensamente.
Y en este instante descubrieron que se amaban y nada podrían impedir que se unieran.
Tan fuerte era la atracción como poco duró tal cita. Solo el tiempo necesario para concebir un nuevo descendiente del Olimpo, al que los padres llamaron Hermafrodito, fusionando así en uno solo, sus nombres: Hermes y Afrodita.
Terminada la breve aventura, la diosa nuevamente comenzó a sentirse culpable de otro adulterio.
Y viendo a su hijo un testigo vivo y constante de su traición, decidió separarse de él.
Lo entregó pues a los cuidados de las Ninfas del monte Ida, que lo crearon y educaron.
Al cumplir quince años, Hermafrodito abandonó las niñeras y se puso a correr por las tierras griegas.
Era tan hermoso como su divina madre, pero no heredó de ella el mismo ardor amoroso.
Ante los encantos femeninos y las promesas de aventuras, tímidamente bajaba los ojos y se retiraba.
Mientras tanto, un día, ya no pudo huir.
Caminaba por una soleada región cuando el calor excesivo lo hizo buscar un lago donde pudiera refrescarse.
Sin conciencia de la trampa que esperaba, el hijo de Hermes y Afrodita se desnudó y se sumergió en las aguas límpidas.
Ninfa Salmácis paseaba por las cercanias y pronto vio al joven.
La visión del hermoso cuerpo despertó en ella la pasión más intensa.
También se desnudó y se movió ágil y graciosa en las aguas cálidas.
Todo lo que hizo para conquistar al joven, que siempre se resistía. Desesperada, la Ninfa lo enlazó fuertemente al joven y suplicó a los dioses que nunca más lo llevaran de sus brazos.
Los divinos inmortales le atendieron la solicitud, y unieron en uno solo, para que jamás se separaran."
Ninfa Salmacis y Hermafrodito

No hay comentarios:

Publicar un comentario