viernes, 16 de octubre de 2020

LA TIROSINA

 La tirosina es un aminoácido no esencial, forma parte de las proteínas y se considera un aminoácido aromático. Su síntesis se produce a partir de la hidroxilación de la fenilalanina siempre y cuando la contenga un aporte adecuado de este aminoácido.

El nombre tirosina (tyros) significa queso en griego y este aminoácido debe su nombre a que fue descubierto por primera vez en la proteína del queso, la caseína. La cadena lateral de la tirosina es un grupo fenólico y se conocen tres isómeros distintos del aminoácido tirosina: para-tirosina, meta-tirosina y orto-tirosina. Aunque la forma más conocida y estudiada es la para-tirosina o también llamada L-tirosina.

La tirosina es precursora de hormonas tiroideas (tiroxina), de catecolaminas (dopamina, adrenalina y noradrenalina) y de la melanina, que es el pigmento responsable de la coloración del pelo y la piel. La función de las catecolaminas está mediada por su unión a diferentes receptores (receptores alfa-adrenérgico, beta-adrenérgico o dopaminérgico). En función del receptor al que se unan, tendrán diferentes efectos fisiológicos. Las catecolaminas y las hormonas tiroideas poseen un papel importante en el metabolismo y la regulación del peso corporal.

La tirosina también se puede degradar para obtener energía, generando en su metabolismo fumarato y acetoacetato.

  •  El fumarato puede ser utilizado para producir energía en el ciclo de Krebs o bien ser utilizado para formar glucosa por gluconeogénesis.
  •  El acetoacetato puede ser utilizado para la síntesis lipídica o para la producción de energía en forma de acetil CoA.

La tirosina está presente de manera natural de manera natural en alimentos de origen animal como carnes, pescados, lácteos y huevos, así como alimentos de origen vegetal como legumbres, semillas, cereales integrales, almendras, acelgas, manzanas, espárragos, aguacates, zanahorias, lechuga, espinacas, productos de soja, sandía, pepino, perejil y berros.

Los anticonceptivos orales pueden disminuir la cantidad de tirosina en el organismo por lo que puede resultar necesario suplementar con tirosina. En algunos trastornos como el apetito compulsivo, anorexia y bulimia se aconseja usar diversos complementos (vitaminas del grupo B, minerales y oligoelementos, picolinato de cromo, prebióticos, onagra, antioxidantes…) y entre ellos se incluyen también los aminoácidos glutaminafenilalanina y tirosina.

Aplicaciones

La suplementación con tirosina busca mantener los niveles adecuados de este aminoácido y preservar la salud del sistema nervioso como en casos de depresión, déficit de atención, hiperactividad, narcolepsia, estrés e insomnio o mejorar el estado de ánimo.

La suplementación con tirosina puede reducir los efectos del estrés y el cansancio, principalmente en circunstancias en las que se produce estrés mental y físico. El estrés agudo, puede agotar las concentraciones de norepinefrina y la suplementación con tirosina reduce los síntomas gracias a la estimulación de la producción de esta hormona. Además, la tirosina podría incrementar la concentración de norepinefrina en el hipocampo, este factor está relacionado con la prevención de la pérdida de memoria asociada al estrés.

Por otro lado, las catecolaminas también pueden actuar en el cerebro como antioxidantes y neuroprotectores, se está estudiando la L-tirosina como método para disminuir la pérdida de catecolaminas que se produce normalmente en estados de demencia.

Asimismo, la tirosina se emplea para favorecer el control del apetito, ya que las catecolaminas regulan la saciedad entre comidas, también contribuyen a la reducción de la grasa corporal porque favorecen la síntesis de hormonas como la tiroxina o las catecolaminas. Estas hormonas estimulan la lipólisis por aumento del AMPc, que activa la lipasa para producir ácidos grasos a partir de los triglicéridos almacenados.

La tirosina se emplea además en suplementos con cafeína o estimulantes ya que la tirosina potencia los efectos de estas sustancias. Además ayuda a conseguir una sensación de bienestar y reducir la sensación de nerviosismo que puede aparecer con el consumo de estimulantes.

La tirosina se emplea en casos de fenilcetonuria para conseguir cubrir las necesidades de tirosina sin aportar fenilalanina, aminoácido que sí deben restringir estos pacientes. La tirosina también se utiliza para el mantenimiento del sentido de la vista, la función cerebral y el deseo sexual, combatir trastornos como las alergias o potenciar el bronceado. Otros usos incluyen trastornos del sistema cardiovascular o síndrome premenstrual aunque aún no hay muchos estudios al respecto.

Dosis

Los estudios sobre requerimientos de la FAO indican datos acerca de los requerimientos totales de aminoácidos aromáticos (fenilalanina y tirosina) y su recomendación es de 25 mg/ kg/día entre ambas.

Como suplemento y para incrementar el estado de alerta en casos de insomnio se han descrito dosis de 150 mg/kg/día.

En los casos de fenilcetonuria la recomendación es 6 gramos de tirosina por cada 100 gramos de proteína ingerida.


La tirosina en cantidades alimenticias es probablemente segura, así como en adultos en dosis de hasta 150 mg/kg por periodos no superiores a los 3 meses. Un consumo excesivo de tirosina puede producir efecto laxante.

La tirosina potencia los efectos de la cafeína y los estimulantes, este factor debe tenerse en cuenta cuando se combinan estas sustancias. Las personas con afecciones hepáticas o renales no deben ingerir grandes cantidades de aminoácidos sin las recomendaciones de un profesional de la medicina. No hay datos acerca de su seguridad en embarazo o lactancia por lo que salvo prescripción médica evite el consumo de productos que proporcionen tirosina.

Se desaconseja su empleo en casos de hipertiroidismo, si se están empleando hormonas tiroideas o fármacos inhibidores de la MAO (monoaminaoxidasa). Su uso también está desaconsejado en caso de melanoma maligno o si se está tomando levodopa (tratamiento enfermedad de Parkinson).

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