viernes, 16 de marzo de 2018

LA METAFÍSICA DE LOS MILAGROS de Un curso de milagros !!

LA METAFÍSICA DE LOS MILAGROS
¿Qué pasaría si reconocieses que este mundo es tan sólo una alucinación?¿O si realmente entendieses que fuiste tú quien lo inventó? T-20.VIII.7:3-4
“Metafísica” significa “aquello que está más allá de la física” “Meta” significa: después, más allá o “que trasciende”; como en metamorfosis, el cambio de una oruga amariposa. La mariposa aparece después o trasciende a la oruga.
Hay un fragmento en “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí”, de Lewis Carroll, en el que Tweedledee le comenta a Alicia que el Rey Rojo está soñando con ella y que si alguien lo despertara, ella se encontraría en ninguna parte porque no es más que un elemento e sus sueño. Tweedledee dice que si el rey saliera de su sueño, Alicia se esfumaría “como se desvanece una vela cuando se acaba la mecha”…
Pasamos todo el tiempo soñando (tanto el que pasamos despiertos como dormidos). Las primeras palabras de las que tenemos constancia que Jesús dijera a modo sacerdotal fueron: “Enmendaos, ya que está cerca el reino de Dios”; que podrían ser interpretadas como “Despertad porque podéis alcanzar el Reino de los Cielos inmediatamente”.”Cerca” no es algo que vaya a llegar algún día, sino que es algo que ya está aquí. Simplemente se trata de que lleguemos a ser conscientes de la presencia del Cielo. Aunque el Curso no marca las siguientes distinciones, podríamos hablar de:
1-El héroe de Sueño es el cuerpo, ya que pensamos en él como quienes somos en el sueño.
2-Nuestro Sueño Secreto es el sueño de la mente sobre el pecado, la culpabilidad y el miedo. Es el cuento que nos contamos durante el día sobre nosotros mismos.
3-El Sueño Público es el que escribimos en el currículum. Es lo que le decimos al mundo sobre nosotros, lo que pensamos que el mundo cree sobre nosotros.
4-El Sueño del Mundo es lo que mi amiga Jean Weston llama “la colusión de la ilusión”. Es el ego colectivo o el sueño colectivo que compartimos. Es la “apariencia de realidad”, lo que ocurre en el mundo del espacio y el tiempo: el mundo tal como es, convertido por el propio mundo en objeto y en algo concreto. Es el mundo tal y como nos lo presentan en televisión y en los libros de historia.
Tus sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. T-6.IV.6:5
VIGILAR NUSTROS SUEÑOS
Freud denominó nuestros sueños nocturnos “el camino real hacia el subconsciente”. Ellos representan nuestras proyecciones, fantasías y miedos. En los sueños nos encontramos en un viaje, en una especie de expedición: queremos llegar a casa, pero el coche no arranca; hemos perdido el autobús; caminamos por la calle; no llevamos zapatos y se pone a nevar. Al despertar nos encontramos con otros problemas. En mi caso tengo que levantarme e ir a trabajar; tengo que ocuparme de mis hijos, de mi salud y de mi jefe malhumorado. Para escapar a todo ello, al final del día regreso a casa y vegeto delante del televisor con una cerveza en la mano y de este modo continúa mi sueño del mundo.
Estamos hechos de la misma materia que los sueños, y nuestra pequeña vida cierra su círculo con un sueño. (William Shakespeare)
Cuando nos despertamos por la mañana, el sueño ha desaparecido; sin embargo, el soñador sigue ahí, y así el sueño continúa. Por la noche tenemos alas y podemos volar, pero cuando despierto solamente puedo volar con máquinas. Todas las fantasías del mundo son formas de soñar despierto, son distorsiones y deformaciones con las que intentamos apropiarnos de la realidad para tergiversarla y convertirla en algo que no es.
¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que éste Curso se propone enseñar. LE-132.6:2-3
DOMESTICACIÓN Y COLUSIÓN DE LA ILUSIÓN
Los aborígenes australianos, quizás el pueblo materialmente más pobre del mundo, además de ser el único colectivo humano de la tierra en cuya cultura no hay suicidios, siempre ha creído que este mundo es un sueño. Para las tribus nativas de Venezuela, la vida que pasamos despiertos también es un sueño. El sueño del mundo que soñamos incluye todas las leyes de la sociedad, sus rangos, moralidad, costumbres, creencias, valores, religiones, mitos, filosofías, problemas psicológicos y mucho más. Nuestros mitos y religiones gobiernan nuestras vidas. Nuestras familias, instituciones sociales y los omnipresentes medios de comunicación crean, describen y perpetúan el “sueño de la sociedad” y la colusión de la ilusión que todos compartimos. Hemos sido domesticados y somos adictos a los sueños, igual que los perros son amaestrados mediante la recompensa y el castigo.
A partir de la infancia se nos dice qué es el mundo y no dejan de adoctrinarnos hasta que lo percibimos de la manera correcta, es decir, de acuerdo con la fórmula prescrita por la cultura en la cual vivimos. Finalmente no es necesario que estemos domesticados. Queremos complacer a los demás, de modo que actuamos en consecuencia, y si nos saltamos las normas, nos castigamos a nosotros mismos. Si nos ajustamos a la descripción correcta del mundo y realizamos las interpretaciones adecuadas, se nos recompensa con dinero y prestigio, fama y fortuna, carreras y títulos. La realidad del día a día consiste en un flujo incesante de interpretaciones que compartimos con el mundo y que raramente cuestionamos.
Vivimos en la era de la in-formación: una era que está en formación. La era de los teléfonos móviles, los SMS, las redes sociales, correos electrónicos, ordenadores y televisiones que nos dicen qué es el mundo. Cuanta más información tengo a mi disposición, mayor reafirmación tengo de los componentes de la realidad. Una pantalla electrónica nos dice desde un rincón de nuestro hogar qué cosas son valiosas y reales; qué es elegante, espléndido y sublime; qué es ofensivo y repugnante; lo que está de moda y lo que no. En la programación diurna de la televisión dominan los culebrones en los que abundan el pecado, la culpabilidad, el miedo y el odio. Una norma se impone sobre las demás: ¡nadie puede ser feliz! Aquí está lo mejor que el mundo tiene que ofrecer: las mejores casas, coches, pieles y joyas. Pero también proliferan el aislamiento, la pena, el sufrimiento y la malnutrición espiritual. Siéntate a ver un culebrón durante un minuto: los personajes son manipuladores y todos se preocupan únicamente por sí mismos, mienten y engañan, nadie es realmente altruista y ninguno de ellos es feliz. Así es en el mundo del ego y así creamos nuestro propio culebrón para vivirlo con nuestra familia y amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Decir que el mundo no existe no significa negar la “aparente realidad” de este. Decir que el mundo no existe no significa no ser capaz de apreciar la hermosura de las montañas, ríos, bosques, flores, animales o la buena comida. Decir que el mundo no existe no significa poder hacer lo que se quiera sin que ello acarree consecuencias. Donde fueres, haz lo que vieres: pagar impuestos y respetar e límite de velocidad. Identifico el sistema tal como es sin convertirlo en un problema. Un maestro de Dios es un “amante” de lo que se presenta a sí mismo: la naturaleza, la música u otra alma. Si odio mi cuerpo o el mundo, los convierto en reales. Tras una vida de intentar hacerse con el control del mundo, los tiranos deben admitir, con tristeza, que no hay mundo que poseer y que el sueño de la dominación no fue sino una fantasía fugaz.
Mas la curación es el regalo que se les hace a aquéllos que están listos para aprender que el mundo no existe y que pueden aceptar esta lección ahora. Algunos la entienden de súbito al borde de la muerte y se levantan para enseñarla. Otros la encuentran en una experiencia que no es de este mundo, lo cual les demuestra que el mundo no existe porque lo que contemplan tiene que ser la verdad a pesar de que contradice claramente al mundo. LE-132.7:1,3-4
CONVERTIRNOS EN SOÑADORES LÚCIDOS
Sabiendo que soy “el soñador del sueño”, puedo decidir cómo quiero verlo y continuar viviendo en el mundo sin tomarme las cosas con excesiva seriedad. El Espíritu es eterno; la actividad del ego es limitada y está destinada a terminar con el tiempo. Nos inventamos el mundo, y el mundo que nos inventamos es una fantasía; a veces es una pesadilla, otras, una fantasía común, pero también puede ser muy hermosa.
Ves el mundo que has fabricado, pero no te ves a ti mismo como el que fabrica las imágenes. No se te puede salvar del mundo, pero te puedes escapar de su causa. Éste es el significado de la salvación, pues, ¿dónde se encuentra el mundo que ves cuando su causa ha desaparecido? LE-23.4:1-3
Llegar a ser consciente del sueño es el verdadero trabajo de los maestros de Dios. Una vez sé que estoy soñando, puedo alterar mi percepción del sueño. “Puedo ver paz en lugar de esto”. Sea lo que sea que “esto” es, puedo entregárselo al Espíritu Santo. Los sueños felices siguen siendo sueños; sin embargo, ahora sé que estamos en un aula y no en una prisión. Ahora sueño con la amabilidad de los demás y no con el daño que me provocan. En lugar de seguir soñando con el infierno, sueño con el Cielo.

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