martes, 18 de agosto de 2020

“EL PELIGRO DE LA DES-INFORMACIÓN EN MEDICINA”


“EL PELIGRO DE LA DES-INFORMACIÓN EN MEDICINA”
Dra. Liliana Szabó- 17/08/2020
A raíz de la tragedia ocurrida recientemente en Plottier, provincia de Neuquén) en la cual falleció un niño de 5 años al cual la familia le estaba dando dióxido de cloro aparentemente sin motivo y en cantidad desconocida, si bien aún no se ha determinado la verdadera causa de muerte del niño ni se ha comprobado si tiene o no relación con una ingesta excesiva de dicho elemento, me gustaría dejar en claro algunos conceptos.
I- En primer lugar, es muy importante aclarar la confusión que crean los medios cuando dicen que dióxido de cloro (o CDS) es igual a clorito de sodio y a hipoclorito de sodio (llamado vulgarmente lavandina o lejía). ¡NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD! Lo que tienen estas 3 sustancias en común es que todas contienen el elemento Cloro. La sal de mesa común y el agua de la canilla también contienen Cloro. O sea que los medios públicos no deben confundir a su audiencia diciendo que el CDS es lavandina, porque NO lo es.
El CDS es un gas de color amarillo que se prepara con un elaborado procedimiento hecho por una persona técnicamente preparada para hacerlo. Para su consumo este gas se diluye en agua y es fundamental que tenga la concentración adecuada para convertirse en un producto de uso terapéutico. Dicha concentración es de 3000 ppm (partes por millón). A partir de esta solución existen múltiples usos, externos e internos.
Para uso interno, por ejemplo el CDS se utiliza para eliminar todo riesgo de virus, bacterias y hongos de las bolsas de transfusión de sangre. O sea que todo individuo que recibe una transfusión de sangre, también recibe dióxido de cloro o CDS endovenoso en la cantidad que corresponde para causar un beneficio sin ningún daño.
Para uso por vía oral, el preparado original se usa MUY diluido (ej. desde10 gotas y hasta 10 ml de CDS por litro de agua según el protocolo elegido en cada caso y según se trate de un niño o de un adulto). Se ha venido investigando y utilizando el CDS desde hace más de 13 años en distintas partes del mundo (impulsado por el Dr. Andreas Kalcker en conjunto con médicos de todo el mundo) contando con muchos testimonios que demuestran su acción terapéutica frente a virus y bacterias y su bajo riesgo de efectos adversos si es usado correctamente.
O sea que NO ES UNA SUSTANCIA NUEVA NI DESCONOCIDA NI POCO COMPROBADA a nivel mundial.
II- En segundo lugar, TODA SUSTANCIA EXISTENTE PUEDE SER NOCIVA SI SE CONSUME EN EXCESO O CON UNA INDICACIÓN EQUIVOCADA. Para que una sustancia con actividad terapéutica actúe correctamente, es necesario consumirla en la dilución, dosis y frecuencia correctas.
Si una persona consume en un solo día un kilo de sal puede tener un fallo renal y morirse. Si un niño consume un frasco entero de cualquier sustancia medicamentosa utilizada por sus padres que se encuentre en la casa, también puede enfermar gravemente y aún morirse.
Para eso existen los centros de Toxicología: para asistir a las personas que ingieren sustancias tóxicas o sustancias inofensivas que hacen daño cuando se las consume en cantidad excesiva. Una persona que intenta suicidarse puede consumir una dosis excesiva de una pastilla para dormir, sin embargo dicha pastilla está autorizada por el gobierno para su venta y consumo en las dosis indicadas por los médicos.
Un adulto que consume diariamente varios medicamentos para todas sus dolencias podría morir si de repente consume un exceso de dosis de los mismos productos farmacéuticos que le indicaron para resolver algún problema de salud. Sin embargo, no por eso los médicos van a dejar de recomendar dichos productos a sus otros pacientes ni se van a retirar de la venta.
Entonces ¿por qué al fallecer un niño en condiciones dudosas, habiendo consumido CDS en dosis desconocidas, y sin indicación de un profesional con conocimiento de la sustancia, se atribuye el problema a la sustancia en sí misma en lugar de atribuirlo a la dosis e indicación equivocada?
Fallecen niños a diario por intoxicaciones accidentales con productos varios, inclusive ingesta de plantas tóxicas; por aplicación de medicamentos a los que son alérgicos; por inyección de vacunas cuyos efectos adversos no se han prevenido. Sin embargo todas estas sustancias siguen accesibles al público y son aún avaladas por la medicina.
Parecería que el CDS tiene sobre sí una condena previa al acto delictivo.
III- Hace rato que varios grupos de médicos en todo el país vienen pidiendo a las autoridades autorización oficial para investigar el dióxido de cloro acá en Argentina y aprobar su uso, basado en la experiencia de 13 años de investigación en Europa, utilizando los diversos protocolos recomendados que ya han probado eficacia para sanar paciente enfermos de Covid 19.
Llamativamente, estos pedidos de llevar a cabo un estudio científico en nuestro país hasta ahora HAN SIDO DENEGADOS. Sin embargo, se está autorizando a investigar una vacuna contra la actual epidemia, que ya ha matado a varios de los voluntarios que la han recibido en otros países; que contiene material genético que puede modificar el código genético de la persona que la recibe y luego el de su descendencia alterando así a la especie humana; y en forma alarmante se está hablando de su obligatoriedad. No se está dando a publicidad que dicha vacuna no ha superado las pruebas previas al uso en humanos ni ha pasado por los requisitos sanitarios imprescindibles, ni se ha comprobado su eficiencia (recordemos que el hecho de que una vacuna induzca la producción de anticuerpos no tiene nada que ver con su capacidad de producir inmunidad breve ni duradera).
Desarrollar una vacuna lleva varios años: para que una vacuna sea segura necesita un largo tiempo de investigación y seguimiento de los daños posibles a corto, mediano y largo plazo para recién entonces indicarla a la población. También se debe hacer una evaluación de sus componentes y certificar su total inocuidad, cosa que no está sucediendo. Finalmente se debe probar que dicha vacuna realmente es útil y que es menos peligrosa que la misma enfermedad.
Dicho esto ¿cómo entender que faltando tanto tiempo para que exista una vacuna segura (la epidemia se inició en diciembre de 2019, una vacuna lleva al menos 3 o 4 años de investigación completa) se niegue oficialmente la posibilidad de estudiar una sustancia simple, económica, que no depende de los laboratorios farmacéuticos sino de las droguerías, que cualquier farmacéutico podría preparar correctamente y estaría al alcance de todos?
IV- ES JUSTAMENTE LA AUSENCIA DE APOYO DE LAS AUTORIDADES LO QUE LLEVA A LAS PERSONAS A BUSCAR SOLUCIONES POR FUERA DEL SISTEMA y eso lleva a la automedicación y al uso desesperado e inadecuado de sustancias que los ciudadanos corrientes desconocen. Muchos médicos que trabajan en centros de recepción y atención de pacientes enfermos de Covid 19 utilizan personalmente el dióxido de cloro como preventivo y han comprobado una disminución en el riesgo de contagio y una mejoría rápida de los síntomas una vez que aparecen.
Pero ESTOS MÉDICOS HAN ESTUDIADO EL TEMA, han investigado por su cuenta, ya que ningún gobernante puede ni debe impedir el libre desarrollo de la investigación científica. Por otro lado, ante una enfermedad nueva, los médicos estamos autorizados e incentivados a experimentar voluntariamente nuevas soluciones.
De manera que el resto de la población no médica, al no estar legalizado el consumo de esta sustancia tan interesante, va a estar falsamente guiada por la des- información de los medios: al no tener cerca un médico de confianza con conocimientos suficientes, escuchará a sus amigos y vecinos; se guiará por lo que una modelo dice en la televisión sin tener ningún conocimiento médico ni responsabilidad que la avale para recomendar una sustancia terapéutica. Y hará un uso equivocado de una sustancia valiosa.
Finalmente; si la muerte de este niño se debió realmente a la inadecuada ingesta de CDS, esta muerte no debería haber ocurrido. Se hubiera evitado autorizando la investigación científica y guiando a la población en el consumo terapéutico adecuado y sin riesgos.
NO DEJEMOS QUE SEA LA POLÍTICA LA QUE RIGE LA CIENCIA NI LAS PRESCRIPCIONES DE TRATAMIENTO.
¡SOMOS LOS MÉDICOS LOS QUE ESTAMOS PREPARADOS PARA ELLO!
Nota al pie: quiero aclarar que soy Pediatra y Homeópata y que NO soy especialista en CDS, ni lo utilizo rutinariamente. Pero, como es mi obligación profesional ante las circunstancias actuales, he investigado lo suficiente este tema (y soy testigo de casos cercanos de curación) como para avalar su indicación a todos aquellos enfermos de Covid 19 que deseen recibirlo. 🧐🙏

No hay comentarios:

Publicar un comentario