viernes, 14 de agosto de 2020

EL MIEDO A ENVEJECER DE LAS MUJERES

EL MIEDO A ENVEJECER (Por Leopoldo Jimenez Camarena)
A las mujeres las han enseñado a tener miedo a envejecer.
A intentar, por todos los medios de pago, algo imposible: no hacerte mayor.
Una sociedad preocupada por el paso de los años en el rostro de las mujeres es una sociedad enferma.
Porque a la industria no le importa que las mujeres envejezcan.
Lo único que le importa es que ellas no quieran envejecer.
Que cumplir años no sea algo positivo.
Como lo sería para un delfín o un árbol.
Porque eso supone más tiempo con vida.
Más tiempo aquí.
Arrugarte supone llegar al futuro.
Con la de gente que no llegó y que daría lo que fuera por tener los pómulos caídos y papada y el cuello plegado.
Porque eso significaría que sigue teniendo una cabeza.
Y que no es solo pensamiento y recuerdo en las cabezas de otros.
Asociar la belleza a la juventud es un acto de marketing.
¿Qué es lo único que no pueden ser las mujeres eternamente?
Jóvenes.
Pues entonces implantaremos ese deseo en ellas.
Y a medido que vayan cambiando más serán sus esfuerzos por mantenerse iguales.
¿Puede una roca en una orilla tener siempre la misma forma?
¿Puedes algo en este planeta ser inmutable?
La verdadera revolución de las mujeres pasa por liberarse de esa esclavitud.
Por mostrar orgullosas que nada pudo con ellas.
Ni las enfermedades, ni las leyes que las excluyeron, ni la exigencia ajena.
Escapar de la dictadura de lo hermoso como un ideal absurdo.
Porque lo hermoso es poder continuar.
Es tener inquietud por no envejecer porque estás llena de vida.
A no leer los libros que quieres leer.
A no llegar a visitar Australia.
A no conocer a tus nietos.
A que se te queden tantas cosas por hacer.
La vida siempre será demasiado corta.
Y los cuerpos son solo un vehículo para vivir.
Para amar y desgastarlos.
Hasta que la muerte.
Nos separe.
Roy Galán

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