domingo, 16 de febrero de 2020

EL CANTO

CANTOS
Tu manera de cantar dice mucho de quién eres. Si cantas bien, podrás ayudar a la gente. Si tu canto les llega a los demás es que la Medicina está actuando. La canción no es un juego. Viene de la mente. Si tus pensamientos son buenos, esa canción te brota del cuerpo clara y fuerte. Es como rezar, como el humo del cedro. El tambor y las maracas llevan las canciones a todo lo que existe. La canción penetra en las cosas y la gente, las pone bien. Su vibración cambia lo que te rodea para que se conecte contigo como si oraras, igual que cuando las plumas de tu abanico están impregnadas de humo de cedro, tú meneas el buen humo sobre una persona y ésta se siente limpia.
El del tambor es tu principal asistente. Si va muy rápido o despacio te puede estropear la canción. Su manera de tocar te permite saber de la persona, si es tu amigo y si está bien de la cabeza. Lo mejor para tus canciones es que cuentes con un viejo conocido en quien puedes confiar. El percusionista se supone que debe seguirte, pero también te lleva.
Tu cascabel es tan importante como los tambores. Necesitas guajes que vayan con el tono de tu voz. A cada individuo le toca averiguarlo. Necesitas probar muchos guajes antes de que encuentres el adecuado.
Ignoro el significado de mis canciones. No trato de interpretar a qué se refieren. Muchas de las canciones viejas de los indios son así. Sólo trato de cantarlas bien. Sólo conozco mis propios sentimientos. Nada más las entono, las canciones sacan de mí mis pensamientos. Algunas suenan alegres. Otra tienen sonidos tristes. Pero eso es sólo la manera en que tú te sientes al cantarlas. Sabes lo que son. No necesitas explicar nada. Tú sabes cuando la canción es buena.
Pongo atención a la forma en que canta cada persona. Así sé todo acerca del que canta. Cuando lo hago yo, cada canción forma parte de mí. No puede ser mejor que yo. Así que cuando canto, no es como en la radio o para pasar el rato. Trato de levantarme lo mejor que puedo. No canto solamente, estoy viajando. Cuando canto estoy orando en el Tipi y entonces recorro el Camino.
Créditos:
Relatos de los seguidores del Camino del Tipi recogidos por Warren L. d’Azevedo hacia 1955 en California y Nevada, entre washoe miembros de la Native American Church, también llamada Iglesia del Peyote, una construcción sincrética en torno al cacto sagrado que data del siglo XIX y tiene practicantes en diversas tribus de Estados Unidos. Los relatos fueron publicados por primera ocasión en 1978. Una edición más completa del libro Straight with the Medicine apareció en 2006 (Heyday Books, Berkeley).
Traducción del inglés: Hermann Bellinghausen.

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