La historia de pachita la chamana mexicana que realizaba operaciones imposibles.
Una de las chamanas más poderosas de México fue Bárbara Guerrero, mejor conocida como pachita.
Se decía que la mujer materializaba en su mano órganos para transplantar y escupía chorros de sangre para realizar transfusiones.
Originaria de Parral, Chihuahua, pachita fue abandonada por sus padres y educada por un chamán de origen africano.
Trabajo como vendedora de lotería, canto en camiones, fue cabaretera e incluso formó parte del ejército de Pancho Villa.
Después llegó a la CDMX y ejerció el oficio de curandera en un consultorio, en la famosa casa de Brujas, que siempre estaba saturado.
Pachita aseguraba que estaba poseída por el espirito de Cuahutemoc, a quien llamaba “Hermanito” y era él quien realizaba las inexplicables operaciones psíquicas.
Para realizar la operación el paciente debe traer una sábana, un litro de alcohol, un paquete de algodón y seis rollos de vendas, materiales para su operación y recuperación.
Las operaciones eran realizadas en una habitación en penumbra; el paciente tendía su sábana sobre un colchón y se recostaba.
Entonces pachita tomaba un viejo cuchillo de cocina y sin anestesia cortaba la piel del enfermo, extirpaba el órgano afectado y materializaba uno sano en su mano.
Según Jodorowski, el órgano era absorbido por el cuerpo del paciente, después pachita posaba sus manos por encima de la herida y esta se cerraba sin dejar rastro.
Las habilidades de la curandera atrajeron la atención de científicos, escritores, políticos y otras personalidadades.
Pachita invitó al neurofisiólogo Jacobo Brinberg y al escritor y cineasta Alejandro Jodorowsky a formar parte de su equipo, ambos presenciaron las cirugías, fueron testigos de la materialización de órganos e incluso palparon las heridas de los pacientes.
A partir de sus vivencias junto a la chamana, Jacobo creo la teoría sintérgica, según Grinber pachita poseía un control extraordinario sobre la materia y la energía.
Y era capas de controlar la láttice lo que contiene la información de todo el universo a través de su mente en estados superiores de conciencia.
Lo que le permitía materializar objetos y órganos sanos para transplantar a sus pacientes.
Pachita insistió siempre en que su don debía servir a los demás, por lo que jamás cobró un peso por sus curaciones.
Falleció en abril de 1980 y se dice que su cuerpo siguió emitiendo calor durante 3 días, hasta entonces se pudo certificar el fallecimiento de quien pasó a la historia como la chamana más poderosa de México.
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