"El mundo de la adultez es duro. Actualmente ya tengo 50 y algo y estoy recorriendo la vida con esta nueva cifra a cuestas comenzando a añorar mi época de juventud, en que podía salir de carrete y beber hasta quedar borrada y al día siguiente estaba como si nada y lista para una nueva noche de baile y su conjunto. En cambio en los últimos meses, he tenido que salir a compartir con mis nuevos amigos del lugar donde actualmente vivo, como para ambientarme, de lo contrario quedo fuera de los chismes y comentarios del jet set criollo. Fue así que en la noche de ayer me tomé el mismo trago que antes solía beber, una copa de vino blanco, una chela y algunos bocadillos y les juro que he tenido uno de las peores despertares que nunca antes tuve en mi vida. Cuando fui joven, mis ganas de no estar en algún lugar, se solucionaban con un sencillo texto en mi libreta de comunicaciones, mi frío con unas sopaipillas de $50 y mis pocas ganas de vivir con una canción gritada de Juan Gabriel. Hoy que soy adulta, mis ganas de no estar me las tengo que meter ya saben por donde, porque estás obligada a trabajar, mi frío apenas se disipa con un scaldasono y mi hombro sobre el que llorar se murió dejando a todo una América Latina de luto.
La adultez es ruda, no sé por qué cuando tenía 5 anhelaba tanto ser grande, si ahí la vida era perfecta, no tenía nada que envidiarle a esta vida de cincuentona. Nada era grave, nada era triste, era un mundo perfecto, era un mundo ideal, un mundo en el que tú y yo éramos aseadas y alimentadas por nuestros padres y colmadas de cariños por nuestros abuelos.
La adultez es ruda amigas, la última vez que me sentí joven, fue en una actividad del club de adulto mayor de mi comuna, fui invitada para acomodar las muletas en la entrada y la última vez que me sentí vieja fue hace 10 minutos, cuando me dí cuenta que la bebé del embarazo adolescente de mi amiga del liceo el próximo año se casará y en el extranjero además. Definitivamente ser adulta no es fácil, a mí todavía me parece chistoso tocar timbres y correr; y a veces prefiero ver Los Simpson que tirar. Cuando estoy más triste cierro mis ojos y me imagino ahí, un viernes por la noche, sentada en las piernas de mi papá con mi hermana en un sillón, mi mamá observándonos en otro, viendo Video Loco, felices compartiendo… Sin pensar que nuevamente hay que pagar las cuentas de la luz, el agua, el teléfono y el gas…. Sin pensar que cada mes hay que teñirse el cabello, mantenerse maquillada para verse un poco mejor y no parecer enferma ante los demás, tratar de vestirte con atuendos algo modernos para no parecer una veterana, depilarte los pelos que te salen en algunas partes del cuerpo donde antes jamas los habías tenido, luchar contra los kilos recordando que en tu época anterior podías comer como sabañon pero si tenías que lucir algun vestido muy ceñido, con dejar de comer unos días el vestido te entraba, intenta hacerlo hoy día, y para que decir sobre los achaques de salud que cada día van aumentando...
No soy negativa, nunca lo he sido, pero no puedo evitar decirles que la adultez es ruda chiquillas, muy ruda…sí, yo quería ser mayor. Pero ahora, ya no quiero ser mayor, no quiero ser mayor, no quiero ser una mujer desgastada."
La adultez es ruda, no sé por qué cuando tenía 5 anhelaba tanto ser grande, si ahí la vida era perfecta, no tenía nada que envidiarle a esta vida de cincuentona. Nada era grave, nada era triste, era un mundo perfecto, era un mundo ideal, un mundo en el que tú y yo éramos aseadas y alimentadas por nuestros padres y colmadas de cariños por nuestros abuelos.
La adultez es ruda amigas, la última vez que me sentí joven, fue en una actividad del club de adulto mayor de mi comuna, fui invitada para acomodar las muletas en la entrada y la última vez que me sentí vieja fue hace 10 minutos, cuando me dí cuenta que la bebé del embarazo adolescente de mi amiga del liceo el próximo año se casará y en el extranjero además. Definitivamente ser adulta no es fácil, a mí todavía me parece chistoso tocar timbres y correr; y a veces prefiero ver Los Simpson que tirar. Cuando estoy más triste cierro mis ojos y me imagino ahí, un viernes por la noche, sentada en las piernas de mi papá con mi hermana en un sillón, mi mamá observándonos en otro, viendo Video Loco, felices compartiendo… Sin pensar que nuevamente hay que pagar las cuentas de la luz, el agua, el teléfono y el gas…. Sin pensar que cada mes hay que teñirse el cabello, mantenerse maquillada para verse un poco mejor y no parecer enferma ante los demás, tratar de vestirte con atuendos algo modernos para no parecer una veterana, depilarte los pelos que te salen en algunas partes del cuerpo donde antes jamas los habías tenido, luchar contra los kilos recordando que en tu época anterior podías comer como sabañon pero si tenías que lucir algun vestido muy ceñido, con dejar de comer unos días el vestido te entraba, intenta hacerlo hoy día, y para que decir sobre los achaques de salud que cada día van aumentando...
No soy negativa, nunca lo he sido, pero no puedo evitar decirles que la adultez es ruda chiquillas, muy ruda…sí, yo quería ser mayor. Pero ahora, ya no quiero ser mayor, no quiero ser mayor, no quiero ser una mujer desgastada."
Una amiga de la red hizo este mismo comentario, pero en palabras más populares. Yo opino igual, pero con 20 años mas que ella, aun así creo que sumar edad se te hace más difícil el camino.
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