viernes, 23 de julio de 2021

He pasado toda mi vida “arreglando”, “ayudando” y “salvando” a otros, pero la persona a la que no podía salvar era yo.

 

Recuerdo haberme despertado un día pensando: “¿Es esto todo lo que hay en la vida?”... “¿Es esto tan bueno como parece?“…. “¿Por qué sigo cometiendo los mismos errores?”...” ¿Alguna vez seré realmente feliz?” … “Cómo llegué aquí otra vez?”.
Estaba muy perdido.
He pasado toda mi vida “arreglando”, “ayudando” y “salvando” a otros, pero la persona a la que no podía salvar era yo.
Y no era porque no lo intentara.
Era adicto al desarrollo personal.
No es divertido deshacer tu historia humana y volver a lidiar con traumas pasados, volver a conectar con creencias limitantes, abordar desencadenantes… pero cuando quieres una vida llena de abundancia, dicha, paz, claridad, plenitud y propósito, lo haces todo…
Incluso intenté con meditación, tapping, mantras, afirmaciones, trabajo de gratitud, trabajo de identidad, trabajo de sombras y todas esas cosas divertidas…
Algunas de ellas funcionaron en el momento… y me hicieron avanzar… pero ninguna funcionaba de manera consistente… y finalmente, no me llevaban a donde yo estaba tratando de llegar…
Después de pasar años trabajando en mí mismo y de intentar todo, nunca había estado más perdido, confundido, agobiado y fuera de control.
Aún me faltaba algo…
Era “zen” por fuera, pero un desastre real por dentro.
...Y era muy frustrante.
Así que comencé a hacerme diferentes preguntas…
“En lugar de batallar con recuperarme todo el tiempo y de limpiar los desastres después de que ocurren, ¿hay alguna manera de impedir todo esto incluso antes de que comience? ¿Hay alguna manera en la que pueda saltarme todo el sufrimiento innecesario e ir directamente a experimentar una vida hermosa?”.
“¿De qué me estoy perdiendo? ¿Hay algo que aún no he intentado?”
“¿Dónde incluso comienza todo?”
Las preguntas que tenía eran profundas, inevitablemente, lo suficientemente profundas para cambiar el curso de mi vida (y con suerte el curso de la tuya también…)
Fue entonces cuando descubrí el poder de los “8 sentidos psíquicos”…
No dejes que el nombre te confunda… son más como sentidos “espirituales”… así como tenemos sentidos físicos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) para darle sentido a nuestro mundo físico…
También tenemos 8 sentidos psíquicos para darle sentido al mundo energético.
Vemos que la energía está en todas las cosas invisibles que controlan todo lo que está pasando en nuestras vidas hoy.
Y si eres extra sensible a la energía o empático como yo… ¡esto tiende a controlar nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras decisiones y también nuestra realidad día a día!
Por ejemplo, puedes sentirte bien, y entras a un centro comercial lleno de gente y después…¡BUM!
Te golpea, agobio, confusión y una mezcla de emociones…
O...
Tal vez estás en la fila del supermercado y la persona frente a ti tal vez trae una energía negativa pesada y comienzas a sentir un vacío en el estómago.
Y te afecta más de lo que crees—traes esa energía a casa y comienza a interferir en otras áreas de tu vida…
Peor aún, comienzas a pensar que eres TÚ… y comienzas a adentrarte más en el laberinto …
Pero no eres TÚ.
Y ese es solamente un ejemplo… la energía nos afecta de maneras más profundas de las que creemos… y podemos intentar trabajar en nuestra mente y en nuestros corazones todo lo que queramos…. pero esa es la raíz del problema…
¡Es la energía!
Entonces, lo que se crea a un nivel energético, se tiene que abordar desde un nivel energético.
Si tratas de abordarlo desde los ángulos “cambia tu forma de pensar” o “sé agradecido y zen”, seguirás poniéndole parches a las heridas que siguen apareciendo…
Por otro lado, cuando lo abordas desde una perspectiva “energética”, arreglas el problema desde la “raíz” y ya no sigues experimentando los mismos problemas más adelante—desaparecen de manera permanente, no regresan más.
Así es exactamente como pude recuperarme aún más de la bancarrota, la traición, la preocupación constante, la ansiedad, el agobio, la confusión, el estrés y todo lo que me bloqueaba… y di paso a una vida llena de abundancia, felicidad, paz, claridad, propósito y plenitud todos los días.
La verdad es que manejar mi energía y convertirme en sanador no cambió mi vida…
SALVÓ mi vida.
Es lo único que tuvo éxito cuando todo lo demás falló…
Han pasado 10 años desde que descubrí el poder de los “8 sentidos psíquicos”… y desde entonces, he ayudado a miles de personas a entender su composición energética única y despertar sus habilidades innatas de curación… y ahora, quiero compartir esta información con más personas… con suerte, contigo.
Por eso cree este entrenamiento gratuito de 60 minutos sobre cómo “Manejar Tu Energía”.
Esto es lo que hubiera deseado que alguien me dijera cuando comencé en este camino.
No puedo regresar el tiempo y dármelo, pero puedo asegurarme de contribuir y dártelo a ti…
Haz clic aquí para registrarte ahora (asegúrate de darle unos segundos a la página para que cargue, lo hará):
¡No te olvides de brillar hoy!
No sabes la vida de quién podrías cambiar.
Te veo en el entrenamiento.
Con amor,
Kuya Niño (Oliver)
El Activador Espiritual

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