miércoles, 25 de octubre de 2017

Precioso texto de una linda mexicana.

........solía ser una guerrera, aún recuerdo cuando vestía una armadura que me cubría de cualquier batalla. Iba por el mundo sin pensar, sin detenerme y sobre todo sin bajar la guardia. Un día nomas, me miré ante un espejo, uno de esos que se suelen encontrar sin querer, entonces lo que vi no me gusto, decidí quitar la pesada armadura, bajar la guardia y guardar la espada.
Lo que aconteció desde ese tiempo a la fecha no lo detallaré, solo compartiré brevemente como fue que me transforme quizá equivocadamente.
Al quitar el peso de mi armadura, pensé que era necesario adornarme con aquellas cosas que no fueran pesadas, así que abandone todo peso y comencé a vestir ligeramente… baje la guardia y en vez de eso mi actitud fue creadora, pacificadora y apaciguante… cambie mi espada por brazos reconfortantes, besos cálidos y palabras de aliento…
sin embargo jamás pensé que las batallas continuarían…
Solía ser una guerrera, sin armadura, sin guardia, sin espada… pero descubrí que no hay que dejar todo de lado, no hay que abandonar lo que uno es, no hay que cambiar del todo, pues siempre será útil la espada para cortar aquellas cosas que sin duda nos dañan, las armaduras no del todo so malas a veces nos libran de ataques no deseados e inesperados y todas esas faramallas…
Solía ser una guerrera sin miedo, sin dudas…
ahora me pesa la armadura, no se si es que me sobra o me estorba, lo mismo pasa con la espada y la guardia…

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