TU NOMBRE
Tu nombre, sea Pedro, Juan o Diego, Petra, Juana o Santiaga, te acompaña por virtud de una computación tan exacta, que no se le compara la más excelente maquinaria IBM.
Antes de tú nacer, la esencia de tu trayectoria al través de las edades, entra con tu átomo Permanente al piquito inferior de tu corazón, y allí permanece hasta que tú vuelvas a dejar el envoltorio físico de este lado del velo, o sea en el Planeta Tierra. Una vez del lado "allá", y mientras duermes "el sueño de los justos" que dura tal vez unas cuantas semanas (en términos terrenos) se hace un nuevo ajuste en tu Átomo Permanente.
De Conny Méndez
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