jueves, 9 de diciembre de 2021

Qué es y cómo superar el síndrome de burnout

 

¿Qué es el síndrome de burnout?

El síndrome de burnout, también conocido como el síndrome del trabajador quemado  o burnout laboral, es un tipo de estrés laboral crónico que se manifiesta en un trabajador agotado física y mentalmente. A pesar de que el término nació en los años sesenta, no fue hasta 1986 cuando la psicología americana lo definió como “síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y de una menor realización personal, que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto con clientes y usuarios”.

Estos trabajadores quemados tienden a sentirse sobrepasados por las responsabilidades que conlleva su puesto laboral, y por tanto pierden la concentración y reducen notoriamente su productividad, mientras experimentan sensaciones negativas frente a las tareas que deben emprender. 

¿Qué causa el burnout laboral?

El estrés laboral puede estar causado por muchos factores, o también por una combinación de ellos, en el medio y largo plazo. Los principales son: 

  • Responsabilidad muy alta: los puestos de trabajo que exigen un alto grado de responsabilidad y concentración pueden derivar, a la larga, en agotamiento físico y mental debido al estrés que supone saber las consecuencias de cometer el más mínimo error.
  • Largas jornadas laborales: las jornadas muy largas de trabajo pueden aumentar en gran medida la posibilidad de padecer este síndrome, ya que el trabajador emplea más energía en el trabajo que en descansar y apenas cuenta con vida social u ociosa para desarrollar las actividades que le hacen sentir bien.
  • Trabajos muy monótonos: los puestos de trabajo muy monótonos pueden ser causa del síndrome de burnout porque los trabajadores no encuentran una motivación para acudir a su puesto y eso les provoca frustración y estrés.
  • Mal ambiente en el trabajo: sentirse siempre en tensión o tener que lidiar con ambientes tóxicos día tras día puede generar mucho estrés en los trabajadores y puede terminar por provocarles ansiedad cada vez que tienen que acudir a sus puestos laborales. 

Síntomas del síndrome de burnout

Los síntomas del síndrome de burnout son dobles: emocionales y físicos, aunque son los emocionales los que causan el malestar físico. Se manifiestan, sobre todo, así:

  • Cambios en el estado de ánimo: este es el síntoma principal. Es posible que el trabajador quemado se sienta usualmente irritado, muestre una actitud negativa, tenga un mal temperamento, e incluso presente malos modales con los demás. También son comunes los cuadros de depresión. 
  • Desmotivación: otro síntoma del síndrome burnout es que se pierde ilusión y motivación por ir a trabajar. Así, las jornadas laborales se hacen eternas e interminables. 
  • Agotamiento mental: este síntoma aparece cuando la resistencia al estrés se hace cada vez menor, razón por la que los trabajadores deben utilizar más energía para hacer frente a las cuestiones que generan estrés. Esto provoca, además, una gran falta de concentración. 

Padecer todos estos síntomas emocionales deriva, a medio plazo, en malestar físico y en un deterioro de la salud general, principalmente en trastornos del sueño (insomnio, despertar repentino en medio de la noche, poco descanso…), y en el debilitamiento del sistema inmunológico que se traduce en una bajada de las defensas y, por tanto, en mayor propensión a enfermarse más a menudo y de forma más grave. 

Otros síntomas físicos comunes son los problemas cardiovasculares, sobre todo el aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. También los dolores de cabeza diarios, los problemas gástricos como el colon irritable y la gastroenteritis, y los desórdenes alimenticios (falta total de apetito o hambre desmesurada). 

A quién afecta el burnout laboral

Aunque te sorprenda, hasta un 10% de los trabajadores alrededor del mundo sufre el síndrome de burnout, y aproximadamente la mitad de ellos, de forma grave. 

Si bien el síndrome de burnout puede afectar a cualquier trabajador de cualquier sector de actividad, lo cierto es que suele presentarse con mayor frecuencia en dos ámbitos: en los trabajos vinculados a la atención a terceros, docentes, personal sanitario y personas que trabajan en atención al cliente; y en las profesiones de las industrias creativas. De hecho, un estudio de The Telegraph ha demostrado que el síndrome del quemado se extiende más entre los profesionales que ejercen roles creativos que en cualquier otro tipo de empleos.

¿Cómo prevenir y superar el síndrome de burnout?

Superar el burnout requiere de trabajo y perseverancia. Recuerda: ten paciencia y ve poco a poco. Los resultados llegarán. En general, intenta no recrearte en el cansancio y la tristeza, y si ves que no eres capaz de levantar cabeza solo, pide ayuda a un psicólogo. Él te ayudará a reponerte.  

Para comenzar a salir de ese túnel oscuro, y también para evitar caer en él, los pasos básicos son los siguientes: 

  • Organiza tus días: reorganizar tus días es una forma de encontrar nuevos caminos para realizar tus tareas sin agobiarte. Se trata de encontrar una forma de reajustar tus deberes y responsabilidades para mantenerte durante todo el día con energía y vitalidad. ¿Un consejo? Reserva las actividades más tediosas para los momentos donde te sientas con mayor vitalidad.
  • Plantéate metas realizables: uno de los sentimientos que acompañan al burnout laboral es la sensación de desesperanza. Es común que te sientas inútil o atascado en tu rol laboral. Cuando esto suceda procura plantearte metas realizables, pensando los pasos a seguir para alcanzarlas. Visualizar resultados ayuda a disminuir el estrés dentro del trabajo.
  • No busques siempre trascender: los individuos más propensos a padecer el síndrome de burnout son aquellos que tienden a ser perfeccionistas. No se trata de ser simplista o conformarse con poco, sino de entender que el objetivo principal es llevar a cabo la tarea de la mejor forma posible, no de forma perfecta, ya que la perfección es inalcanzable. 
  • Habla con tus compañeros cuando algo te molesta: la comunicación es de vital importancia para mantener tu salud mental al cien por cien. Por eso, cuando algo te moleste en el trabajo, debes hablarlo con tus compañeros con calma y buenos modales y no guardártelo para ti. Si guardas silencio, nadie sabrá qué es lo que te molesta y no le pondrán remedio. También debes hablar con tus jefes si hay algo que no te gusta o te frustra de tu trabajo. 
  • Separa la vida laboral de la vida personal: recuerda que las personas trabajamos para vivir, pero no es bueno vivir para trabajar. Si sientes que no tienes tiempo para disfrutar de tus hobbies o para descansar y pasar tiempo con los tuyos, habla con tu jefe para ponerle remedio. Y si no te ofrece una solución, ¡tal vez sea hora de buscar un nuevo trabajo que te permita conciliar!
  • Cuida tus alimentación: cuando estamos nerviosos es normal que abusemos de algunas sustancias como la cafeína, o que nuestros hábitos alimenticios se vuelvan poco saludables. Recuerda desayunar bien para tener energía durante el día, evita las comidas ricas en grasas y apuesta por las frutas y verduras, los yogures y los alimentos antioxidantes, y bebe unos dos litros de agua al día para mantenerte hidratado. Todo esto ayudará a tu cuerpo a recuperar  poco a poco la energía y también te ayudará a dormir mejor. 
  • Haz un poco de ejercicio: el ejercicio es una de las formas más efectivas de combatir el estrés laboral porque genera serotonina, también conocida como hormona de la felicidad. Hacer deporte moderado (basta con caminar quince minutos o media hora al día) te ayudará a sentirte mejor, relajará tu cuerpo y te ayudará a dormir. “Si no puede hacer nada para que su ritmo de trabajo sea menos estresante, las actividades físicas durante su tiempo libre pueden ser una herramienta certera de manejo del estrés”, afirma Sharon Toker, psicóloga e investigadora.

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