LA ANSIEDAD, EN QUE CONSISTE ESTE ESTADO EMOCIONAL
La Ansiedad es el temor a lo desconocido, a un futuro que no sabemos, el cual visualizamos y damos forma según nuestra perspectiva, imaginación y percepción.
La Ansiedad nos lleva a la Depresión, esta a su vez al dolor, el sufrimiento físico y emocional.
Caemos en conjeturas e hipótesis sobre posibles escenarios que a la larga son ficticios e ilusorios, toda vez que direcciona nuestra existencia a eventos que aún no han sucedido ni han llegado a nuestra vida, y que nos desconectan del presente.
La Ansiedad nos ausenta parcial o totalmente del presente, y se reconoce por los estados de nerviosismo constante que son incontrolable.
Cuando se padece este estado emocional, se produce un alerta ante posibles amenazas, y puede servir como una herramienta para adaptarse a determinado medio cuando se puede manejar.
En principio la Ansiedad no es patológica, pero si su intensidad es excesiva (se mantiene en el tiempo) puede afectar la salud.
Se experimenta como un desajuste afectivo cuando se convierte en una preocupación y tensión que se prolonga, aún cuando nada parece provocarlas o la reacción no es proporcional a la situación que se produce.
Se considera que hay ansiedad cuando la persona experimenta inquietud o zozobra y anticipa desastres, preocupándose excesivamente por la salud, el dinero, los estudios, la familia, el trabajo, por la situación de la humanidad o cuando hay un exceso en la frecuencia, intensidad o duración de la tensión ante los retos de la vida cotidiana.
Según el psicólogo venezolano Pablo Ríos Cabrera:
“La ansiedad está en diversos trastornos como la depresión, en las adicciones al tabaco, café, derivados del cannabis, cocaína, heroína, entre otras.
En los trastornos sexuales, del sueño, de alimentación (anorexia y bulimia).
En los trastornos de control de impulsos como el juego patológico o en la hipocondríaca y la somatización.
En muchos casos, la ansiedad de una persona está provocada por sus propias manifestaciones de ansiedad: se tiene mucho miedo de la experiencia desagradable de ansiedad, pero este temor produce la ansiedad, de manera que se forma un círculo vicioso.”
Desde el punto de vista existencial y espiritual, la persona que padece de ansiedad no conecta con su entorno, ya que siente que el mismo no llena su estado de necesidad emocional.
Cree que quienes están cercanos a él no son capaces de entender su situación y muchas veces se refugia en el silencio de su soledad interior, no para sanar, sino para evitar el temor que le produce su mundo exterior, sin comprender que ese mundo al cual teme, es la proyección de todas sus sombras y oscuridades que no ha sabido comprender y aceptar, por consiguiente sanar, soltar y superar.
El Instituto Francés de Ansiedad y Estrés, en París, trazó un conjunto de reglas o pautas que pueden contribuir a un mejor manejo de estas fuentes de tensión:
1. HAZ PAUSA de 10 minutos por cada 2 horas, a lo máximo. Repite estas pausas en tu vida diaria y piensa en ti, analizando tus actitudes.
2. APRENDE A DECIR NO, sin sentirte culpable, o creer que ofendes a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.
3. PLANEA tu día, pero deja siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, no todo depende de ti.
4. CONCÉNTRATE en una tarea a la vez. Por más recursos cognitivos de que dispongas, tú te cansas.
5. OLVÍDATE de una vez por todas que eres indispensable en el trabajo, casa o grupo habitual. Todo camina sin tu actuación, a excepción de ti mismo.
6. DEJA de sentirte responsable por el placer de los otros. Tú no eres la fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.
7. PIDE AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de solicitársela a las personas correctas.
8. SEPARA problemas reales de los imaginarios y elimínalos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.
9. INTENTA descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puedes conseguir en la vida.
10. EVITA tomar para ti las ansiedades y tensiones ajenas. Espera un poco y después retorna al diálogo y a la acción.
11. TU FAMILIA no eres tú, está junto a ti, compone tu mundo pero no es tu propia identidad.
12. COMPRENDE qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y búsqueda.
13. ES NECESARIO tener siempre a alguien en quien confiar y hablarle abiertamente.
14. NO QUIERAS saber si hablaron mal de ti, ni te atormentes con ello. Escucha a los que hablaron bien de ti, con reserva analítica, sin creértelo todo.
15. NO COMPITAS en momentos de diversión, trabajo y vida en pareja, porque vas a quedar cansado o te perderás la mejor parte.
16. NO PIERDAS una buena oportunidad de divertirte, es altamente reconfortante.
17. ENTIENDE de una vez por todas que TU ERES LO QUE HAGAS de TI MISMO.
La ansiedad es totalmente curable siempre y cuando la persona esté consciente que la padece, reconocerse en ella, que esté dispuesta a curarse y aceptar ayuda, a los fines de obtener las herramientas adecuadas que le permitan superar su estado emocional, y rodearse de personas que puedan aportarle planteamientos y soluciones viables para que pueda sobrellevar su proceso hasta sanarlo totalmente.
Marco Fajardo
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