Camino al Despertar

Bendiciones y Luz

No te tomes los sucesos de la vida como algo personal. El ego siempre dice: "Esto me ha pasado a mí. Esta persona me ha insultado a mí. Mi sufrimiento es por culpa de fulanito..."
El ego reacciona así porque se cree que está separado de los demás y que todo gira entorno a él.

Absolutamente todo lo que sucede en tu vida viene con una bendición: un aprendizaje.
Cuando empezamos a dejar al ego a un lado y permanecemos como observadores, podemos ver que cada cosa que ocurre en nuestra experiencia y cada persona, nos está reflejando aquellos aspectos que hay en nosotros.
Ellos son nuestros espejos que nos muestran qué emociones hay en nosotros, de las cuales no somos conscientes, y tenemos que hacerlas conscientes para poder sanarlas.

El hombre sabio no se toma las cosas de la vida como algo personal. Él sabe que el mundo es una emanación de su propia mente subconsciente, y que todo lo que sucede es una bendición disfrazada de sufrimiento; pues es este mismo sufrimiento el que hay que hacer consciente, ya que está en mi, y el mundo me lo está reflejando.

Por tanto, observa cada situación que ocurre en tu vida y te causa dolor, sufrimiento; observa qué emociones sientes (enojo, ira, tristeza, rencor, irritabilidad, odio, ansiedad, miedo, etc.)... Obsérvate a ti mismo, cómo te sientes, qué tipo de emociones tienes, y sé consciente de todo lo que debes purificar.

El hombre sabio nunca juzga a nadie, nunca condena ni maldice a nadie, porque sabe que cada persona y situación es una oportunidad para poder sanar. Así que el hombre sabio agradece y bendice a todo aquél o aquello que sucede en su vida, en especial las situaciones más desafiantes.

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