PUEDE EL USO PSICOTERAPÉUTICO DE MEDICINAS NATURALES ENTEÓGENAS COMO LA AYAHUASCA AYUDAR A DESCUBRIR SUS CAUSAS E INCLUSO RESOLVERLAS?
Sergio Sanz, Psicóloco y Psicoterapeuta, investigador de sustancias enteógenas para la resolución de conflictos psicoemocionales. Email: psicología@innermastery.es
Cuando una persona vive un “ataque de pánico” (también llamados “crisis de ansiedad” o “crisis de angustia”) piensa que va a morir o que se va a volver loca. Eso se debe en la mayoría de los casos a que la persona está llegando a un límite en su vida y está entrando en una etapa de “emergencia espiritual” (catalogada así por Christina Gorf en el libro ” La tormentosa búsqueda del Ser”) en la que su vida interna y externa se le ha quedado pequeña y está ante una verdadera oportunidad de transformar su vida si atiende con amor lo que le ocurre y recibe el apoyo adecuado.
Simbólicamente a la persona le falta aire en su vida para poder respirar pues el control es como una droga y cuanto más controlas más necesitas controlar y menos espacio te queda para poder respirar. El control se transforma en un bucle infinito, gira y gira adquiriendo más velocidad.
La estructura de control emocional con la que ha apretujado su corazón se está resquebrajando y es por ello que su cuerpo, de manera natural, auto-provoca una hiperventilación. A su vez este aumento incontrolado de las inspiraciones y expiraciones produce un aumento anormal del oxígeno en sangre, es decir, una “inyección” de oxígeno directo al cerebro que lo deja a las puertas de una experiencia de expansión de la conciencia. Muchas técnicas de meditación o la respiración holotrópica de Stanislav Grof provocan intencionalmente este aumento de la respiración, que en las personas con ataque de pánico surge de manera natural y emergente ante la situación que están viviendo en sus vidas.
La psicología tradicional ha patologizado estas experiencias colaborando así con que la actitud ante las mismas sea la de etiquetarse a uno mismo dentro de un trastorno o de una etiqueta diagnóstica. El abordaje desde ese paradigma es el de sofocar los síntomas mientras que desde nuestro abordaje (donde utilizamos sustancias naturales chamánicas) lejos de frenar el ataque de pánico apoyaríamos a la persona con nuestra presencia incluso con cantos, música y sonidos a que atravesase con valor ese rito de paso. Este proceso le permite cruzar el umbral de los limites que construyó entorno a sus miedos y así una vez transitada la experiencia afloren las comprensiones y el viento interno renovador que la persona necesita.
Cuando un ser humano no atraviesa el pánico hasta el final se produce un fenómeno de incubación de tal manera que cada vez se teme más al miedo mismo y las crisis se disparan antes y ante cualquier estímulo que se condicione o catalogue como peligroso. Toda vez que se aborta un proceso, la energía que lo produce muta y queda agazapada hasta el próximo hecho que lo dispare.
Otras veces estos “ataques” que yo empezaría a llamar “experiencias puente” (entre una vieja actitud ante la vida y una nueva) son producidos por la impotencia que siente el personaje que hemos diseñado para que gobernara nuestra vida que ha perdido ya toda energía y funcionalidad quedándose obsoleto y convirtiéndose en un lastre que obstruye la imperiosa vida que puja por salir desde lo más profundo de la persona.
Desde esta óptica el pánico atravesado hasta el final desde una actitud de receptividad conduce a un estado de expansión de la consciencia y es un pasaje desde el falso poder al verdadero poder. La aceptación de aquello que nos atormenta o hace sufrir es siempre una clave de sanación, sea cual fuere el proceso que elijas para curarte.
Desde mi visión se los llama “ataques” porque atacan la estructura defensiva de la persona, porque vienen de golpe. En muchos casos esa estructura defensiva de la persona está basada en el ataque preventivo ante aquellos que le rodean. Esta estructura defensiva ante la vida proviene de un profundo miedo a ser rechazo y a la soledad que está a su vez relacionado con el miedo a morir, en este sentido podemos citar a Jodorowsky cuando dice que los ataques de pánico tienen su origen histórico en las remembranzas de los temores del feto que percibe que la madre lo quiere abortar”. O como afirma Alberto Varela: “Quizá, ese pánico sea la decodificación intuitiva de los pensamientos negativos de la madre por no desearle o por pensar que va a ser una molestia”.
La ayahuasca permite atravesar los miedos desde el amor y la consciencia expandida, permite llegar de una manera dulce y no tan brusca al vórtice energético transformador que pulsa más allá del miedo. En el caso del bufo alvarius (otra sustancia natural) te conduce desde ese vórtice expandido hacia la inmensidad, atravesando el pánico en una explosión omnidireccional de Amor Absoluto. De esta manera, si aparece un indicio en la vida cotidiana que pueda desembocar en pánico, la persona podrá recibirlo y nutrirse de lo que le aporte, pues habrá recibido ya una impronta en el bautizo de fuego que se atraviesa en la misma experiencia de fusión con la Totalidad. Bufo alvarius facilita este proceso y lo hace en apenas unos minutos. Podríamos afirmar que es la terapia más veloz y efectiva que existe, pero hay que reconocer que requiere de un proceso de acompañamiento para integrar lo comprendido.
Acompañamos dichos procesos con integración psicoterapeútica para que el participante asimile las comprensiones que haya tenido y pueda situarse en un lugar interno de paz y confianza ante la vida. La posibilidad de morir desaparece cuando nos damos cuenta que es la mayor ilusión.
Sergio Sanz Navarro
asesor en psicología de Inner Mastery International.
psicologia@innermastery.es
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