sábado, 19 de noviembre de 2016
CÁNCER 2017
CÁNCER
“El elefante vio a la pequeña hormiga, la tomó con su trompa, y se comenzó a reír. Y dijo: “qué insecto más ridículo, qué piernas más pequeñas, qué antenas más fuleras, qué patitas más flacas. ¡Mira mis piernas admirables, observa mi hermosa trompa!”. Entonces la hormiga, cohibida y avergonzada, solo atinó a decir: “¡es que he estado enfermita!”. Este es el país del bullying, de la crítica constante, del chistecito que disfraza el racismo y el clasismo que llevamos dentro. Si eres diferente, sonaste. La homogeneidad que uno ve en la calle es espantosa. ¡Las ovejitas blancas unidas jamás serán vencidas! Y vamos pagando cuentas y vistiéndonos parecidos, siguiendo las órdenes de los elefantes, que son los que detentan el poder económico, moral, político, y que dictan lo que es “normal”, y que satirizan y condenan la diversidad. La única libertad que defienden es la económica. No deben ser más de 100 paquidermos los que manejan esta ex fértil provincia. Pero lo peor, es la actitud de derrota de la hormiga, que se disminuye, y en vez de enrostrarle la diferencia al elefante, y estar orgullosa de sí, se disculpa. ¿Dejaría de ser hormiga si hubiese estado sanita y no enfermita? Este 2017 que se avecina, debes sentirte llamada a diferenciarte. Para ello requieres primero de autoestima. Debes conectarte con el ser único que tienes dentro y que tienes que sacar hacia fuera. No importa lo que hacen los demás. No importa la opinión de los otros. Al diablo los elefantes y la autoridad. Eres única. El prodigio de quien eres es irrepetible. Si cada uno se empodera, la diversidad se hace infinita. Cuando nos segregan en barrios-guetos, en colegios-guetos, en empleos-guetos, los mastodontes tienen todo bajo control. La libertad es respetar tu cuerpo, y no compararte con la modelo ni con la belleza definida por revistas y matinales, la libertad es respetar tu cultura, tu barrio, tu pueblo, tu pelo liso, tu diente chueco, la manera que te vistes. ¡Exijo tatuajes para todos! Muestra tus marcas de nacimiento, las dificultades que te forjaron, la humildad de tu piel. Manda a la cresta a quien no te respete. Y déjalo si te disminuye, si no te trata como una reina. Este 2017 es lo que tú quieres y no lo que debes. Es el año de la revolución. Escoge un símbolo que te represente y tatúalo en tu cuerpo. Te recordará diariamente lo singular que eres.
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