sábado, 19 de noviembre de 2016
LEO 2017
LEO
“Una noche de luna llena, un ladrón entró por la ventana entreabierta en la humilde cabaña del maestro. Y no encontró nada que robar. Tal era la pobreza del lugar. El trajín del ladrón hizo que el viejo se despertara, y para que su inesperado visitante no se fuera con las manos vacías, le ofreció la única manta que poseía. El ladrón, confundido, tomó la manta y salió corriendo por entre los árboles. Entonces el maestro se sentó en el suelo de tierra de la choza y mirando por la ventana el cielo nocturno, exclamó: “qué pena no haber podido darle esta hermosa luna llena”. La obsesión por el dinero es epidémica. Cuando los aztecas le preguntaron a Cortés por qué los españoles tenían tal pasión por el oro, este contestó que él y sus hombres tenían un mal del corazón, y que solo se curaba con el oro. La fascinación por acumular se ha apoderado de todos los corazones, que insensibles se presionan para tener cada vez más cosas, que se acumulan en cajones y piezas, abarrotando el poco espacio libre que tenemos. Por eso la gente vota por millonarios. Perseguimos sin cesar deseos plantados por la publicidad, que no es otra cosa que el instrumento de los poderosos para controlarnos. Con el corazón reseco, olvidamos las estrellas, los árboles, el juego, el paseo, el vecindario, el amor. El 2017 debes conectarte y desarrollar el sentimiento. Este consiste en la expresión de estados emocionales, y distinguir básicamente dos de ellos: agrado o desagrado. ¿Qué sientes en tu trabajo? Una cosa es lo que ganas y otro lo que sientes allí. ¿Qué sientes por la persona con que compartes el lecho? ¿Es agradable o desagradable la emoción? Parece tan simple, pero la mayoría de las veces esta función sicológica no se usa, y no se le pregunta al sentimiento, qué estado emocional me produce esto o aquello. Nos esforzamos toda la vida, partiendo por el final de la escalera, subiendo peldaño a peldaño, tratando de llegar lo más alto posible, para muchas veces, ya tarde, darnos cuenta que apoyamos la escalera contra el muro equivocado. Hay que reparar ese corazón el año que viene. Para ello debes usarlo continuamente y seguir lo agradable, lo que nutre tus afectos, aquello que te hace sentir bien. El camino del oro va para un lado y el de la felicidad por otro. Así volverás a ver la luna llena.
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