viernes, 23 de junio de 2023

LA HIERBA DE SAN JUAN

 

LA HIERBA DE SAN JUAN 
 
 
 
Lleva su nombre debido a que suele florecer el día del cumpleaños del bíblico Juan Bautista. Las flores y hojas de la hierba de San Juan contienen ingredientes activos, como hiperforina.
La hierba de San Juan está disponible como suplemento en forma de té, comprimidos, líquidos y preparaciones tópicas
¿Cómo funciona la hierba de san juan?
Al igual que los antidepresivos farmacéuticos, se considera que la hierba de San Juan aumenta los niveles de neurotransmisores en el cerebro, tales como serotonina, norepinefrina y dopamina.
¿Que otro nombre recibe?
L. Hypericum perforatum, también conocida como hipérico, hipericón, corazoncillo o hierba de San Juan, es la especie más abundante de la familia de las hipericáceas (Hypericaceae).
La hierba de san Juan necesita unas cuatro semanas para desarrollar su acción terapéutica, que se traduce en una mejora del ánimo y la calidad del sueño, y una reducción de los síntomas depresivos, la irritabilidad, la ansiedad y la preocupación.
Seguramente por ser ligada a la muerte del religioso San Juan, se le adjudican poderes de alejar cualquier mal, incluso malos espíritus y demonios, así que desde que florece en el solsticio, la gente la puede colgar en su casa para evitar que entre cualquier mal y se utilizaba para hacer rituales de amor y limpiar la casa de negatividades. En la Edad Media, se quemaba en las casas en las que se creía que había entrado el demonio. Se dice que cura la melancolía. En la cultura celta, se decía que las hadas malas, los duendes y los magos de malas intenciones no entrarían nunca en una casa cuyas ventanas estuvieran protegidas por ramitos de esta planta. Se le atribuían cualidades protectoras como el poder de ahuyentar a las apariciones y espíritus grises, y los malos pensamientos, así como la capacidad de proteger del mal del ojo (ponte un ramito en la solapa).
Durante la Edad Media, se le conocía como 'Fuga daemonum', por esta misma creencia que hacía huir a los demonios y fuerzas del mal. Lo que hacían era quemar manojos secos de hierba de San Juan en iglesias, monasterios y hogares, pues creían que el olor alejaba a todo tipo de maldad.
Inclusive se cree que era usada en tiempos de la Inquisición para obligar a 'brujas', magos y 'hechiceros' a revelar su identidad y confesar sus pecados, pues les llenaban la boca con la planta hasta que no podían respirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario