domingo, 26 de junio de 2022

SUPERSTICIONES. ¿QUÉ TANTO CREEN EN ELLAS?


 
SUPERSTICIONES. ¿QUÉ TANTO CREEN EN ELLAS?
 
 
 
Veamos algunas de las más antiguas y conocidas:
 
NO PASAR POR DEBAJO DE UNA ESCALERA:
Dicen que podría romperse el triángulo “mágico” formado por la pared, el suelo y los peldaños de la escalera, lo que supondría desafiar a las fuerzas sobrenaturales. En cualquier caso, no deja de ser una buena costumbre o norma de comportamiento porque puede evitar que se derrame sobre nosotros algún que otro cubo de pintura.
 
TOCAR MADERA:
Cuando se nombra algún mal o desgracia, tocar madera sirve para conjurar tales infortunios. Desde muy antiguo, las creencias populares han otorgado un poder extraordinario a la madera. Los Arios mazdeístas tocaban madera para ponerse bajo la gran seguridad y protección de Atar, genio del fuego. Se creía que dicho poder estaba enteramente encerrado en las venas de la madera. Para los cristianos, la cruz de madera en la que fue crucificado Cristo posee un especial poder mágico. Tocar la madera de la cruz era antaño un símbolo de protección frente a todo tipo de males.
 
NO DORMIR CON CALCETINES:
Si no te quitas los calcetines para dormir, mala fortuna te aguarda. Sólo los muertos “duermen” con los calcetines puestos.
 
NO DEJAR QUE LA MECEDORA SE MUEVA:
Se asegura que puede acarrear desgracias el hecho de que una mecedora se mueva cuando no hay nadie sentado en ella. En muchas películas de terror se ha recurrido a mostrar una mecedora que se mece sola, ya sea porque hay un fantasma sentado, porque un criminal abandonó la estancia precipitadamente, o porque su víctima trató de asirse a ella.
 
DENTRO DE CASA, NO ABRAS EL PARAGUAS:
Si ya se tiene techo, ¿para qué hace falta un paraguas? La sobreprotección atrae males venideros. Si no descubrirse el sombrero o la gorra en el cuartel o en la iglesia puede provocar arrestos o reprimendas, abrir el paraguas en casa otro tanto de lo mismo.
 
NO DEPOSITAR DINERO SOBRE LA CAMA:
Puede ser fuente de desgracias. Tal vez porque se asocia este hecho con el proscrito mundo de la prostitución.
 
CRUZAR LOS DEDOS:
Antes de la era cristiana, existía la costumbre que dos personas enlazaran sus dedos índices formando una cruz para expresar un deseo; una apoyaba a la otra mentalmente para que éste se cumpliera. La cruz, en la era precristiana, siempre ha sido el símbolo de la perfección y en su unión residían los espíritus benéficos. La costumbre se ha ido simplificando hasta nuestros días, donde se da por valido con cruzar dos dedos de una mano.
 
TENER CACTUS EN LA VENTANA:
Una creencia popular afirma que esta planta aleja el mal de la casa. Su gran capacidad para absorber la humedad del ambiente lo convierte en un poderoso protector contra los espíritus malignos, que necesitan la humedad para desarrollarse. La costumbre de colocar cactus en las puertas y ventanas, observada en toda la cuenca mediterránea europea y asiática, proviene de la creencia que si los espíritus encuentran agua a su paso, pueden ahogarse al cruzarla y quedar así retenidos en ese sitio.
 
BRINDAR CON AGUA:
Trae mala suerte. El vino es fruto del esfuerzo de los hombres. El agua, sin embargo, se obtiene con facilidad. Si no bebes alcohol, no brindes con tus amigos, porque no eres partícipe del esfuerzo colectivo.
 
GATO NEGRO:
Si se te cruza un gato negro es presagio de alguna desgracia. En la cultura judeo-cristiana, el gato y sus ojos “diabólicos” evocan el lado tenebroso. Si además es negro, peor que peor.
 
ESCONDER MONEDAS:
Aparte de guardar el dinero en un calcetín, bajo un ladrillo o el colchón y que responde más bien al deseo de atesorar, se acostumbra a colocar alguna moneda en los rincones, gavetas, armarios, despensas, y otros lugares no fácilmente visibles. El motivo no es otro sino el hecho comprobado de que “el dinero atrae al dinero”.
 
MARTES Y TRECE:
Ya lo dice el refrán: “Trece y martes ni te cases ni te embarques”. El trece siempre ha sido número de la mala suerte, pues trece comieron a la mesa en la última cena de Jesucristo. En algunos países el viernes trece es el día de la mala suerte; en otros el martes trece. En España, el martes y trece es empleado por algunos funcionarios para no ir a trabajar, aduciendo que ese día puede haber virus informáticos.
 
PEDIR UN DESEO AL VER UNA ESTRELLA FUGAZ:
Cuando se ve una estrella fugaz (hecho infrecuente, desde luego) se suele pedir un deseo. Que ese deseo se cumpla ya es otra cosa. La explicación a esta creencia se basa precisamente en que lo raro ha de ser bueno. Por tanto, ver inflamarse un meteorito deberá ser motivo de buena suerte, pues es un acontecimiento que se da pocas veces en la vida.
 
NO DERRAMAR LA SAL:
Derramar el contenido de un salero es símbolo de traición. La sal ha sido siempre un buen conservante, incluso después de que se inventara la congelación. Además, se la sal se relaciona etimológicamente con el salario. Verterla o desperdiciarla se identifica por ello con el despilfarro y la corrupción.
 
NO ROMPER UN ESPEJO:
Un espejo roto es símbolo de desgracias. Se dice que quien lo rompe tendrá siete años de mala suerte. El espejo sirve para mirarse, para reflejar nuestra imagen. Su ruptura nos hace desaparecer de la vista a nosotros mismos. Esta es una de las explicaciones al origen de esta superstición.
 
PISAR EXCREMENTOS:
La felicidad tocará a quien por casualidad haya pisado una cagada. Según esto, cada vez debe haber más felicidad, pues los perros acostumbran a hacer sus necesidades en la acera, especialmente en el centro de las grandes ciudades. Propiamente, la superstición no tiene nada que ver con la productividad del abono. Es sólo una manera de ver el lado positivo a un hecho que, a todas luces, es una desgracia: pisar los excrementos. ¡Sólo al llegar a casa notamos el olor!
 
NO COMER ESPÁRRAGOS:
Se asegura que pueden provocar impotencia. Sin embargo, esta idea surge ante el olor que desprende la orina tras la digestión de esta planta, y por la forma que tienen estas apetitosas yemas.
 
NO PISAR LA LÍNEA DE LAS BALDOSAS:
Esta es una curiosa creencia, pues mientras que para unos su origen está en un juego infantil (“el que pisa raya, pisa medalla”), puede haber surgido espontáneamente al sentir deseos de caminar ordenadamente dentro de los límites establecidos.
 
ENCENDER LA LUZ AL SALIR DE CASA:
Se cree que al salir con luz se tendrá buena suerte durante el tiempo que se esté fuera del hogar. El origen de esta creencia es que Dios es la luz del mundo y, por eso, se dice que salir con luz equivale a ir con Dios.
 
TOCAR LA JOROBA DE UN JOROBADO:
Es una más de las creencias con orígenes inmemoriales. La acción de frotar la peta con la mano, se dice que atrae la buena suerte.
 
COLGAR UN CRUCIFIJO O ROSARIO DEL ESPEJO RETROVISOR:
El símbolo religioso se usa como ahuyentador de accidentes, multas y demás males del tránsito. Aparte de entorpecer la visión y distraer al conductor, cumple el mismo papel que el cinturón de seguridad: proteger al usuario de todo mal.
 
NO VER A LA NOVIA ANTES DE LA CEREMONIA:
Puede traer males sobrenaturales. El traje de novia sólo se verá en la ceremonia, y se guardará en el armario para no usarlo nunca más.
 
COMER LAS DOCE UVAS EN NOCHEVIEJA:
Se asegura un buen año nuevo quien come doce uvas al mismo tiempo que suenan las campanadas en la nochevieja. Las uvas son un símbolo de alegría y prosperidad, pero ¡cuidado!, todos los años mueren varias personas atragantadas por estas prácticas supersticiosas.
 
NO VESTIR DE AMARILLO:
Dicen que vestir de amarillo acarrea mala suerte, y es que el amarillo, además de ser el color del oro, también lo es de la orina. Se suele explicar esta superstición por el hecho de que varios personajes del mundo del espectáculo (Molière, Shakespeare) fallecieron durante una representación en la que vestían de amarillo. La tradición cristiana asoció este color con el del azufre de los infiernos y le dio una idea negativa convirtiéndolo en imagen del orgullo, de la falsedad y la traición. Es símbolo del adulterio y en las ciudades donde se había declarado una epidemia estaban obligadas a señalarla con una bandera amarilla.
 
NO BARRER DE NOCHE:
Desde pequeños hemos oído a nuestras madres decir: “no barras por la noche, es malo”. Cuando le preguntábamos el motivo de esta maldad, nos contestaba: “siempre lo he oído”. Y es que esta es una de las supersticiones más inmemoriales. Uno de sus posibles orígenes es el que asegura que por las noches, las únicas que usan escoba son las brujas; para evitar que nos llamen brujos hemos de evitar barrer con nocturnidad.
 
COLOCAR MUÉRDAGO EN LA PUERTA:
Esta planta es un parásito para los árboles sobre los que crece. En la mitología nórdica jugaba un papel importante, siendo consagrado al dios Baldur. Se dice que atrae la buena suerte y es, quizá, el origen del árbol de Navidad.
 
LA MONTERA DE LOS TOREROS:
Antes de comenzar la faena, los matadores suelen lanzar su montera, y se cree que tendrán buena suerte si cae boca abajo. Y es que si cayera del revés, sería síntoma de que el torero va a sufrir un revés en la corrida; por ejemplo, un revolcón. Mientras que si la montera cae en su posición natural, las cosas irán bien derechas.
 
NO DORMIR A LA LUZ DE LA LUNA:
Dormir expuesto a la luz de la luna siempre ha sido desaconsejado. Se afirma que quien esto hace se convierte en un lunático o, en el mejor de los casos, tendrá problemas de salud. Para quienes opinan así, probablemente la luna no sea digna de alumbrar al hombre, sólo el sol. La luz que se recibe de la luna es reflejada y por tanto no llega de modo directo como la luz del sol que, a lo sumo, es refractada.
 
TOCAR EL TECHO DEL COCHE CUANDO SE PASA POR UN TÚNEL:
Al igual que las estrellas fugaces, los túneles son la excepción, no la regla. Por eso, las muchachas casaderas tocan el techo del vehículo en el que viajan al pasar por un túnel. En algunos lugares se asegura también que quien pasa por un puente conteniendo la respiración consigue novio.
 
 
SATISFACER LOS ANTOJOS DE LAS EMBARAZADAS:
Las embarazadas suelen tener antojos. Consisten en caprichos que, según afirman quienes los tienen, han de ser satisfechos prontamente, so pena de que el futuro bebé padezca alguna enfermedad o luzca una marca de nacimiento con la misma forma del antojo. Fundamentalmente, los antojos vienen siendo una buena excusa para ser servidas y evitar que el padre de la criatura eluda sus obligaciones familiares.
 
NO ENCENDER TRES CIGARRILLOS CON LA MISMA CERILLA:
Se afirma que tendrá mala fortuna el tercero que encienda un cigarrillo con la llama de un mechero o una cerilla. Conviene encender de nuevo antes de darle fuego a un tercer fumador. La razón es bien sencilla. En la guerra, entre los soldados que se encuentran en primera línea de fuego, esta superstición puede salvar muchas vidas. El enemigo, al primero que enciende un cigarrillo en la trinchera, lo divisa, al segundo lo apunta y al tercero lo mata.
 
 
ROMPER UN ESPEJO:
En las sesiones de craptomancia (arte de adivinación por medio de un espejo y se realiza mediante una persona que se mira fijamente hasta quedar hipnotizada, momento en el cual se le hacen todo tipo de preguntas) de los antiguos griegos, la rotura del espejo anunciaba la muerte.
Algunas versiones relatan que el espejo refleja algo horrible, del submundo y que no resiste esa vista por eso se rompe.
También se puede deber a que la imagen reflejada en el espejo es el alma de quien lo utiliza y que romperlo equivale a poner su vida en peligro.
Otra versión es que en Venecia los espejos eran muy caros y las señoras de la casa advertían a los criados de que un espejo roto equivalía a 7 años de mala muerte.
 
VER RATAS:
A este animal siempre se le han atribuido malos augurios. Sin embargo, esta idea sólo tiene que ver con la coincidencia de la aparición de plagas de estos roedores con desastres históricos como la peste bubónica.
 
HERRADURA:
Los griegos consideraban la herradura como símbolo de la buena suerte y también como símbolo de fertilidad y fortuna porque tiene forma de luna en cuarto creciente.
También se creía que las brujas volaban montadas en escobas porque tenían miedo a los caballos, y que cualquier cosa que les recordara a un caballo las asustaba.
 
DERRAMAR LA SAL:
Era signo de desventura ya que desde la antigüedad hasta los tiempos modernos, la salazón fue el único procedimiento válido para conservar las carnes. Su origen data del año 3.500 a.C. Ya entonces se creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal derramada sobre el hombro izquierdo.
 
PONER LOS ZAPATOS ENCIMA DE UNA MESA:
Antiguamente se decía que dejar los zapatos encima de la mesa era, motivo de discusión con la familia porque no es muy higiénico y que esos mismos zapatos no se podían volver a llevar porque al único sitio donde te llevarían, después de andar mucho y muy duramente, sería al infierno.
También se creó esta superstición porque antiguamente se ponían los zapatos de los muertos encima de sus ataúdes y porque antes se solía a costar al muerto sobre la mesa.
 
BARRER EN UN DESPACHO O SITIO DE TRABAJO:
Esta superstición se genera porque el simbolismo que representa el hecho de barrer es de “llevarse” o “echar” los posibles bienes que pueda obtener dicha empresa o propietario.
 
EL OMBLIGO:
Todas las supersticiones relacionadas con el ombligo son positivas ya que el ombligo tiene mucha importancia porque es formado al cortar el cordón umbilical y este es lo que une el feto y la placenta. Por eso, las supersticiones serán de carácter positivo ya que se le atribuyen virtudes curativas.
 
EL SUSTO:
Cuando alguien está asustado, es porque su alma ha salido del cuerpo.
 
CRUZAR LOS DEDOS:
Este gesto representa una cruz, conjura la mala suerte y aleja las malas influencias, según los supersticiosos. Desde los primeros tiempos del cristianismo, se creía que, escondiendo el dedo pulgar bajo los otros dedos, se alejaba a los fantasmas y a los malos espíritus, o bien haciendo esa operación con las dos manos y dejando que el pulgar estuviera entre el índice, dedo consagrado a Júpiter, y el corazón, dedo del pecado dedicado a Saturno. En cambio, algunos supersticiosos piensan que, aunque es evidente el simbolismo de la cruz en este gesto, el origen primero es mucho más primitivo que la cruz cristiana y se remonta a los más antiguos tiempos paganos.
 
PONER LA MANO DELANTE DE LA BOCA AL BOSTEZAR:
Hacer la señal de la cruz delante de la boca al bostezar impedía que el diablo se metiera en el cuerpo de las personas y se quedara a vivir en él. Es por esto por la que las madres cerraban la boca de los bebés o hacían la señal de la cruz delante de ella cuando lo veían bostezar. De esta costumbre ancestral deriva el gesto actual de taparse la boca y no es simplemente por educación y buenos modales.
 
 
LEVANTARSE CON BUEN PIE POR LA MAÑANA:
Esta costumbre proviene del mundo de los pescadores. Ningún pescador, solía subía a bordo por el costado izquierdo del barco, sino que lo hacía por el lado derecho, aunque resultara incómodo. Parece ser que esta superstición proviene de que la gente pensaba que cualquier cosa zurda era antinatural, una idea que se basa en que la mayoría de los seres humanos son diestros.
 
TIRAR DE LAS OREJAS COMO FELICITACIÓN:
Entre los chinos, las orejas largas son signo de sabiduría e inmortalidad. Tirando de las orejas, manifestamos el deseo de que esa persona tenga una vida muy larga y que cada vez más sabiduría.
 
 
DECIR SALUD o JESÚS AL ESTORNUDAR:
Los egipcios y griegos veían en el estornudo un augurio. Se dice que durante la epidemia de peste que hubo en Roma antiguamente, los afectados morían estornudando, y que de tal acontecimiento proviene el: ¡Dios te bendiga!, que más tarde se simplificaría diciendo: ¡Salud!, ¡Jesús! o cosas parecidas.
 
 
COLOCAR FLORES EN LAS TUMBAS:
La intención original de esta superstición era de proporcionar algo vivo para dar felicidad. La corona circular colocada sobre la tumba o la puerta principal del cementerio, encerraba al espíritu y le impedía volver.
 
ENCONTRAR UN TRÉBOL DE CUATRO HOJAS:
Los cristianos de la Edad Media lo veían como una representación de la cruz de Cristo, y esto lo convirtió en símbolo de buenaventura.
Se dice que lo único que se llevó Eva del jardín del Edén fue un trébol de cuatro hojas. Hoy en día le trae suerte a quienes lo cultivan, ya que, debido a la superstición, tiene mucha salida comercial.
 
VESTIR DE LUTO CUANDO ALGUIEN SE MUERE:
Esta superstición obligaba a la viuda a vestir de negro para que el espíritu de su marido no regresara a molestarla.
 
 
“LA LUNA DE MIEL”:
Tiene este nombre porque una vieja costumbre del norte de Europa, decía que todos los asistentes a una boda debían tomar miel durante la luna (mes) siguiente a la ceremonia, ya que es un afrodisíaco.
 
EL BESO FINAL EN UNA BODA:
Es lo único que queda de una vieja tradición en la que los novios debían sellar el matrimonio delante de todos los que asistían a la boda para se considerara válido.
 
EL COLOR DE LAS PASTILLAS:
Esta superstición está determinada por los antiguos rituales entre los médicos y los pacientes. Nunca se ven píldoras negras porque se asocian con la muerte, igual que las píldoras de hierro suelen ser rojas por estar relacionadas con la sangre y las rosas con el crecimiento, porque los niños que crecen sanos tienen las mejillas sonrosadas.
 
 
NO DEJAR LAS TIJERAS ABIERTAS:
Este instrumento debe permanecer cerrado mientras no se usa porque atrae la mala suerte. Si se cae al suelo y queda con las puntas abiertas apuntando hacia ti, recógelo y echa sal por encima del hombro izquierdo para ahuyentar los malos espíritus. En Grecia se creía que la Moira Átropos (Una de las Parcas) cortaba con las tijeras el hilo de la vida, así que de alguna forma los objetos cortantes dirigen el destino y son símbolo de muerte repentina
 
 
ORO Y PLATA MALA PATA:
Llevar mezclados adornos dorados y plateados es una vieja creencia de mala suerte. “Oro y plata mala pata” dice el refrán popular.
 
 
DEJAR EL BOLSO EN EL SUELO:
Dejar el monedero, cartera o billetera en el suelo significa que se te irá el dinero.
 
VER UN PELIRROJO:
Se piensa que si ves a una persona pelirroja, mejor si es niño, y tocas un botón blanco al mismo tiempo que formulas un deseo, éste se hará realidad.
 
 
ESCUPIR:
Se cree que escupir evita males. Plinio dejó escrito en su historia natural: “es sorprendente, aunque fácilmente comprobable, que si alguien ha sido golpeado y se escupe enseguida en la palma de la mano del agresor, el dolor de la víctima se alivia al momento. Algunos incrementan la fuerza de sus golpes escupiendo en sus manos antes de realizar cualquier esfuerzo”. Se dice también que con esa fuerza se podía golpear mejor al Diablo.
 
 
PONER UN SOMBRERO SOBRE LA CAMA:
Poner un sombrero encima de la cama es presagio, en España e Italia, de que algo malo va a ocurrir. Esta superstición tiene otro significado: que se te quedará la mente en blanco. Esta creencia viene probablemente del simbolismo del sombrero, que representa la cabeza y los pensamientos y es símbolo de identificación personal.
 
 
APAGAR LAS VELAS DE UN SOPLIDO:
Fue en la Baja Edad Media alemana donde surgió la idea de colocar en las tartas de cumpleaños tantas velas como años cumplían los niños más una. Para dejar atrás los años cumplidos y pasar a los siguientes, se debían apagar todas las velas de un solo soplido.
 
LLEVAR UNA PATA DE CONEJO:
Su origen está en la antigua creencia de que cada pueblo descendía de un animal, que no podía ser cazado ni comido. Seguramente, los celtas nos trajeron la creencia de que el nuestro era el conejo. Seis siglos antes de Cristo ya era utilizada como amuleto para alejar el mal. Además, la pata de conejo era también un símbolo fálico capaz de hacer fértiles a las mujeres.
 
 
COLOCAR EL PAN BOCA ABAJO:
El pan es un alimento básico. Por ello han sido varias las supersticiones que ha generado en su forma de hacerlo, cortarlo, comerlo y ofrecérselo a los demás. Ponerlo boca abajo se supone que traerá mala suerte por tratarse en realidad de una ofensa al cuerpo de Cristo; asimismo, cuando se caiga al suelo es costumbre besarlo y hacer tres cruces para alejar las desgracias.
 
 
DERRAMAR EL VINO:
Cuando viertes el vino en la mesa debes aplicarte en seguida un poco del mismo sobre la frente para atraer la buena suerte; si se trata de champán tienes que tocarlo entonces con la punta de los dedos y dártelo sobre el lóbulo de la oreja para conseguir una felicidad eterna. La causa de esta creencia puede ser que el inicio del feto es el lóbulo de la oreja. Por ese motivo, al empaparlo en champán estás deseando que tu vida se vea rodeada de toda clase de felicidad y dicha. Esta bebida espumosa también se suele romper contra los barcos en su botadura para desearles con este gesto buena suerte en su travesía.
 
 
COLOCAR LA CAMA CON LOS PIES HACIA LA PUERTA:
Viene del dicho popular: “los muertos salen siempre de la casa con los pies por delante”.
 
 
COMENZAR LA JORNADA CON EL PIÉ IZQUIERDO:
Ya Petronio aludía en el “Satiricón” a la mala suerte de entrar en un lugar con el pie izquierdo. En España puede tener su origen en la tradición celta y en el movimiento solar, siempre hacia la derecha. El efecto negativo se elimina al santiguarse tres veces.
 
 
ALZAR A LA NOVIA AL ENTRAR AL HOGAR:
Se cree que con este gesto se protegía a la novia de los hechizos, además de evitarle que fortuitamente tropezara al pasar la barrera del mundo exterior al interior e íntimo del hogar, símbolo de mal agüero; y por otro, para que no perdiese la virginidad por obra de la tierra en vez de por su marido.
 
 
UNA PESTAÑA CAÍDA:
Según la leyenda el diablo colecciona pestañas y, según la tradición, perder una significa correr toda clase de peligros. Así que si se te cae, colócala en el dorso de la mano y lánzala por encima del hombro o sitúala en la punta de la nariz, sopla para que salte y pide un deseo.
 
UN ZUMBIDO EN LOS OÍDOS:
Cuando te silban los oídos pide a alguien que te diga un número. La letra del alfabeto correspondiente a dicho número será la primera del nombre de la persona con la que esperas casarte. “El izquierdo para el amor y el derecho para el rencor”. Si te pellizcas inmediatamente el oído derecho cuando éste te silba, la persona que te está criticando se morderá la lengua.
 
 
LA ESCOBA TRAS LA PUERTA:
En realidad, en relación a esta superstición, no podemos hablar realmente de buena o mala suerte. A las brujas siempre se las ha descrito subidas en una escoba para acudir a los aquelarres; de ahí que antiguamente se creyera que colocando una escoba a las puertas de una casa donde se sospechaba que había entrado una, ésta no resistiría la tentación de cogerla y salir volando. Así, si llega una visita molesta, hay que colocar una escoba invertida detrás de una puerta y el inoportuno abandonará tu casa.
Circe, Las Brujas y el Reflejo de su Centurión

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