LA PRÁCTICA DE HACER REGALOS SILENCIOSOS
Déjate llevar por tu corazón, que él elija las personas a las que harás tu regalo anónimo y silencioso.
Cuando veas pasar a alguien afectado por una dolencia, regálale buena salud en tu pensamiento.
Si ves pasar a una persona abatida y triste, regálale paz y alegría.
Si ves a un niño que llora, regálale un futuro hermoso.
Si ves a alguien de gesto áspero y enojado, regálale amor y perdón.
Si ves a alguien pasando necesidad, deseale prosperidad y abundancia en su vida.
Y así, con todas las personas que se vayan cruzando en tu camino.
Acoge a cada una de ellas en tu corazón por unos instantes, deséales lo mejor y envíales bendiciones.
Puede que jamás vuelvas a ver a ninguna de estas personas.
Está bien que así sea; no necesitas ninguna confirmación, el amor nunca se impone, sencillamente se ofrece a quien tenga que recibirlo.
Sé Amor.
A veces hacer el bien no implica que hagamos actos demasiado complicados, con nuestro pensamiento consciente y enfocado, así sea en silencio, podemos entregar nuestra Luz y dar nuestro Amor al mundo.
(Visto por ahí...)
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