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ENERGÍA II
Sistema Energético Humano:
El cuerpo humano es un sistema de energías. Tanto la sabiduría antigua como la ciencia moderna coinciden en afirmar que toda vida está hecha de vibración, siendo ésta el resultado de los movimientos de los protones y los electrones de todos los átomos que constituyen todas las moléculas de todas las sustancias que existen en el Universo.
La vibración existe en los objetos, animales, personas y en la atmósfera que nos rodea. Las frecuencias vibratorias de la vida animada son más activas, más vibrantes y más variadas que las de la materia inanimada, pero la vibración está en todo.
El cuerpo humano está formado por numerosos campos de energía que rodean el cuerpo físico, emanan de él y pueden interaccionar con él y con sus múltiples funciones. El conjunto de estos campos de energía es llamado Campo Áurico o Aura. A su vez, estos campos de energía también son llamados Cuerpos Sutiles.
Los Cuerpos Sutiles son bandas de energía de diferente intensidad que rodean lo físico y lo interpenetran. Su función principal estriba en contribuir a la coordinación y la regulación de las actividades del alma durante la vida física.
El cuerpo humano está formado por numerosos campos de energía que rodean el cuerpo físico, emanan de él y pueden interaccionar con él y con sus múltiples funciones. El conjunto de estos campos de energía es llamado Campo Áurico o Aura. A su vez, estos campos de energía también son llamados Cuerpos Sutiles.
Los Cuerpos Sutiles son bandas de energía de diferente intensidad que rodean lo físico y lo interpenetran. Su función principal estriba en contribuir a la coordinación y la regulación de las actividades del alma durante la vida física.
La filosofía oriental distingue seis cuerpos sutiles alrededor del organismo físico, pero para lo que aquí nos concierne, consideraremos el sistema energético humano con los cuatro primeros aspectos o cuerpos: El físico, el etéreo, el astral y el mental.
La salud óptima requiere que todos ellos se hallen correctamente ajustados y armonizados. Si los cuerpos sutiles funcionan inadecuadamente, aparecen los problemas psicológicos y físicos. Tales desajustes pueden ser debido a traumas, tensiones, emociones fuertes, actitudes mentales incorrectas, etc. Por consiguiente, los esfuerzos deben dirigirse a procurar nuestra salud física, mental y emocional.
La salud óptima requiere que todos ellos se hallen correctamente ajustados y armonizados. Si los cuerpos sutiles funcionan inadecuadamente, aparecen los problemas psicológicos y físicos. Tales desajustes pueden ser debido a traumas, tensiones, emociones fuertes, actitudes mentales incorrectas, etc. Por consiguiente, los esfuerzos deben dirigirse a procurar nuestra salud física, mental y emocional.
Cualquiera que sea el plano en donde se sitúe el desequilibrio, en última instancia, la manifestación tendrá lugar en lo físico, ya que éste es el recipiente de todas las influencias sutiles. Nuestras emociones y nuestras energías mentales se traducen y se expresan necesariamente a través del cuerpo físico en el que vivimos y mediante el cual experimentamos la vida.
Cuerpo Etérico
También conocido como cuerpo sutil, doble etéreo y cuerpo vital, entre otros términos.
También conocido como cuerpo sutil, doble etéreo y cuerpo vital, entre otros términos.
El nombre de doble etéreo expresa exactamente la naturaleza y constitución de la parte más sutil del cuerpo físico (el cuerpo etérico está íntimamente relacionado con el cuerpo físico denso, siendo el cuerpo etérico su parte más sutil, pero dentro del plano físico). Es etéreo porque se compone de materia etérea, y doble por ser el duplicado exacto del cuerpo físico, su sombra energética, por decirlo así.
Por medio del cuerpo etérico circula la vitalidad a lo largo de nervios del cuerpo. Estos nervios físicos densos tienen su contraparte etérica llamada conductos nadis, y por ellos circula lo que los orientales llaman Prana, que vendría a ser como una energía positiva activa y vitalizante (también conocida como energía vital). Por esta razón, generalmente en nuestra literatura se le menciona como el "vehículo de Prana" al cuerpo etérico. Por medio de este vehículo el cuerpo físico asimila el alimento y crece, nos capacita para propagar la especie, produce el calor interno del cuerpo, obra sobre los nervios y los músculos y nos abre las puertas de comunicación con el mundo externo a través de los sentidos.
Cuerpo Astral
El plano astral es una región determinada del Universo que rodea y penetra al mundo físico. Es imperceptible a la observación ordinaria por estar constituido por una clase más sutil de materia. Este doble etéreo es perfectamente visible a la vista ejercitada, siendo su color de un violáceo gris, grosero o delicado en su textura, según sea la estructura del cuerpo denso desde el punto de vista energético.
El cuerpo astral del hombre es un vehículo que, a la visión clarividente, no aparece muy diferente del físico; está rodeado de un aura de colores centelleantes y compuesto de materia mucho más fina y sutil que la física; es el vehículo por medio del cual el hombre expresa sus sentimientos, pasiones, deseos y emociones; además sirve como puente y medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo de orden superior, llamado cuerpo mental.
Así como en el cuerpo etérico circula el Prana (energía vital), en el cuerpo astral actúa el principio Kama (deseo). Este principio comprende el conjunto de apetitos, pasiones, emociones y deseos que puede expresar o sentir el ser humano durante el transcurso de su existencia. La capacidad de poder sentir emociones la tenemos gracias a poseer un cuerpo astral.
El cuerpo astral es, por lo tanto, un verdadero puente entre nuestra vida física y la mental; actúa como transmisor de vibraciones, tanto del físico al mental como de éste a aquél, de hecho, se desarrolla gracias al constante pasaje de vibraciones en ambas direcciones.
Si tuviéramos el don de la videncia podríamos ver cómo se extiende este cuerpo a nuestro alrededor variando de color según nuestras emociones.
Cuerpo Mental
El cuerpo mental es el vehículo a través del cual el Yo Superior se manifiesta como intelecto concreto. En él se desarrollan los poderes de la mente, la memoria, la imaginación y las funciones analíticas. Los pensamientos, la capacidad de imaginar, la memoria y la posibilidad de visualizar en nuestras mentes figuras como si realmente tuvieramos un ojo y una pantalla interna capaz de ver en la oscuridad dentro de nuestro cerebro.
El razonamiento, incluso el poder de hablar y coordinar las palabras y muchas cosas más que todavía no hemos alcanzado a comprender ni hemos desarrollado, son el resultado y la posibilidad que nos confiere el tener un cuerpo mental a nuestra disposición.
El cuerpo mental está constituido por un tipo de materia mucho más sutil que el cuerpo astral, compenetrándose con éste y con el físico, rodeándolos con una atmósfera radiante a medida que se desarrolla, haciéndose más y más grande conforme aumenta el desarrollo intelectual.
Si miramos a una persona muy poco desarrollada, veremos que es un tanto difícil distinguir su cuerpo mental, pues está tan poco desarrollado que se necesita alguna atención para llegar a percibirlo. Mirando luego a un hombre más avanzado, que aunque no sea espiritual haya desarrollado sus facultades mentales, veremos que su cuerpo mental posee un campo muy definido, construido de un material delicado y de hermosos colores que vibran continuamente con una actividad enorme, expresando gran vitalidad.
En cuanto a sus funciones, es el vehículo inmediato en el cual el YO se manifiesta como inteligencia. Cuando está obrando con el astral y el físico, su forma es oval semejante a un huevo en sus contornos.
La auténtica función de nuestro cuerpo mental consiste en recoger las "verdades universales" que le llegan del cuerpo espiritual e integrarlas con el entendimiento racional, procesarlas en nuestra mente lógica, que las transfiere entonces a las situaciones concretas de nuestra vida para encontrar soluciones y respuestas a los problemas que nos planteamos en torno a nuestra existencia y a las leyes universales.
Los conocimientos que nos llegan del plano espiritual se manifiestan en forma de intuición. Son conocimientos repentinos, a menudo en forma de imágenes, o incluso en sonidos que después se transforman en pensamientos verbales; por eso, cuando les hacemos caso, nos permite mirar al interior de la auténtica naturaleza de las cosas, pues, traducimos lo que viene "de arriba" para poder aplicarlo "aqui abajo", en vez de vivir "aqui abajo" con lo que hemos generado en nuestra mente- el nivel más inferior de generación de conocimiento y entendimiento que poseemos.
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