Carta a la novia de mi hijo
"Se que algún día serás una parte muy importante de la vida de mi hijo, así que volaremos en el tiempo y te hablaré como sinceridad.
Lo veo contento a tu lado y quiero recordarte la persona tan especial que es. Su sonrisa y su sensibilidad pueden derretir a cualquiera, por lo que te pido que seas cuidadosa con su corazón.
Enséñale esa gran mujer que eres tú, esas metas que quieres compartir, pero recuerda que él también tiene las suyas y necesitan ser respetadas de la misma manera.
No pretendo decirte que mi hijo es perfecto, nadie lo somos, pero quiero que sepas que intentamos con nuestro ejemplo enseñarle que una relación es cosa de dos. Ambas partes tienen todo el derecho a expresarse, a dar y a recibir cariño, a no aceptar ni una sola falta de respeto.
Cuiden como se hablan, como ponen los cimientos a una relación para que dure el tiempo que tenga que hacerlo o termine sin que nadie salga demasiado herido.
Ama sus cualidades y sé consiente de los detalles que no te gustan porque las personas no cambiamos y lo mejor es que se lleguen a conocer lo más posible para que a través del amor llegues a extrañar incluso esos detalles que a veces te vuelven loca.
Es un gran hombre, un gran ser humano que lucha por lo que quiere y al que me encantaría ver feliz aunque él es responsable de serlo. Disfruten del tiempo juntos y de cada fase de su relación, cada una tiene algo bello.
Esta etapa para mi es desconocida y nueva, estoy aprendiendo a ser la suegra y sobre todo a dejarlo ir para que sea feliz con quien él decida, así que agradezco tu paciencia. Tengo el firme propósito de encontrar la madurez suficiente para hacerlo, para no interponerme entre ustedes y decirle adiós a otra hermosa etapa de mi vida.
Tu eres su novia y yo su madre, ambas podemos estar en su corazón y es una tontería el querer ser las número uno o celarlo por nuestra atención, porque yo nunca podré amarlo como mujer y tú nunca lo harás como madre. Me encantaría conseguir un término medio en el que pudiéramos ir construyendo una relación de respeto y de cariño mutuo.
Te agradezco cada momento de felicidad y aprendizaje que mi hijo ha vivido desde que está contigo y te doy la bienvenida a mi corazón. Termino estas líneas diciéndote que tienes en tus manos gran parte de mi vida, pero ahora es tuya y cuando me necesiten me encontrarán aquí."
Bernardo Gortaire Morejón Kimberly Ricaurte
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