Las cosas de este mundo no son interesantes al Espíritu. Las conoce desde antes de ser creadas, sabe que son anzuelos que no le interesa volver a morder.
Que no le atrae?
No le atrae la acumulación material a costa de su tiempo y libertad, las interelaciones románticas con disposición toxica, el sexo inconsciente, las manadas, muchedumbres y gentios, las tendencias políticas, religiosas y sociales, la moda, la uniformidad, etc etc.
El silencio, la quietud, la penumbra, las interelaciones con otros Espíritus, el autorecordarse, la irreverencia, la improvisación.
Mónica María
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