Todos,
seamos brujas, brujos o no, hemos escuchado del poder mágico de las
piedras, y muchas veces, o la mayoría de las ocasiones nos viene a la
mente la utilización de cuarzos, amatistas, el jade u otros minerales
preciosos.
Esta vez hablaremos de las piedras corrientes, las que se encuentran en jardines, campos, bosques, ríos, etc.
Mientras
tu caminas por algún lugar especial, donde te sientas conectado a la
naturaleza, por ejemplo en un viaje o día de campo, y una piedra llama
poderosamente tu atención ya estás teniendo una experiencia mágica pues
esa piedra te está llamando.
Las
piedras comunes son igualmente poderosas que las preciosas. Recuerda
que nos ayudan a estar en conexión con la madre tierra y a vibrar
nuestros sentidos con los poderes de los Dioses.
Puedes
levantar la piedra, sentirla y percibir su mensaje, incluso puedes
volver a dejarla en su lugar.... Habrá ocasiones en que, pudieras llevar
alguna roca pequeña (pues no hay que depredar) lavarla, limpiarla y
ponerla en tu altar, la puedes utilizar para un encantamiento, por
ejemplo, para vibrar con la magia que tenía ese lugar al que fuiste y
remontar a un bello momento, esta piedra quedará con la vibración de ese
mágico tiempo y te ayudará siempre que quieras regresar a esa
sensación de alegría y luz que tuviste la experiencia de vivir.
Otra
costumbre entre muchas brujas y brujos es llevarse una rama u hoja
seca, ya caída del país, ciudad, bosque o paraje al que hayan viajado
para quedarse con un poco de energía de ese lugar. Repito, algo pequeño,
no hay qué ser depredadores.
Las
piedras comunes que tienes en tu jardín pueden consagrarse y utilizarse
para una finalidad especial, como la protección y meditación de
conexión con la Tierra, para proteger tu hogar, entre muchos otros usos.
Son
muchos los brujos y brujas que han elegido una piedra en su camino como
amuleto personal de toda una vida, lo han elegido como joya de
protección personal e incluso se han llevado literalmente la piedra a la
tumba.
No se recomienda tomar piedras de lugares sagrados, como cementerios, templos o lugares divinos de cualquier religión.
Las
piedras pertenecen al mundo de los elementales de la tierra: gnomos,
duendes, elfos, damas verdes y gente pequeña. Siempre debemos pedir
permiso para tocarlas o para tomar una pequeña si sentimos necesario
hacerlo. El reino de Ghob merece nuestro respeto.
Texto de Raúl Alberto Rodríguez
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