Dijo la anciana curandera del alma:
No duele la espalda, duelen las cargas.
No duelen los ojos, duele la injusticia.
No duele la cabeza, duelen los pensamientos.
No duele la garganta, duele lo que no se expresa o se expresa con furia.
No duele el estómago, duele lo que el alma no digiere.
No duele el hígado, duele la ira contenida.
No duele el corazón, duele el Amor.
Y es precisamente él,
el Amor mismo,
quien contiene la más poderosa Medicina.
Amemos, cada parte de uno mismo, el Universo nos creó con amor, amemos a nuestro prójimo para poder vivir en armonía, seamos agradecidos pues entre más agradecidos seamos más buenas nuevas vendrán, recuerden el Universo es abundante solo basta pedir, con solo pedir y agradecer de antemano todo aquello que pidamos.
Ada Luz Marquez.
No duele la espalda, duelen las cargas.
No duelen los ojos, duele la injusticia.
No duele la cabeza, duelen los pensamientos.
No duele la garganta, duele lo que no se expresa o se expresa con furia.
No duele el estómago, duele lo que el alma no digiere.
No duele el hígado, duele la ira contenida.
No duele el corazón, duele el Amor.
Y es precisamente él,
el Amor mismo,
quien contiene la más poderosa Medicina.
Amemos, cada parte de uno mismo, el Universo nos creó con amor, amemos a nuestro prójimo para poder vivir en armonía, seamos agradecidos pues entre más agradecidos seamos más buenas nuevas vendrán, recuerden el Universo es abundante solo basta pedir, con solo pedir y agradecer de antemano todo aquello que pidamos.
Ada Luz Marquez.
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