Cada preso cuesta: 1.950 euros al mes. Proponen que los presos de las cárceles españolas se paguen su estancia en prisión
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Un informe del Consejo de Europa muestra que la población reclusa es de 68.857, sólo superada por Reino Unido. El 7,6% son mujeres y el 33,6% extranjeros.
España lo tiene claro, a través de las redes sociales los españoles han dejado muy claro que no están de acuerdo en que los presos se lleven una remuneración por trabajar en las prisiones durante el cumplimiento de sus penas.
El Consejo de Europa ha emitido el informe sobre la situación penitenciaria en las naciones del continente, basado en los datos aportados por cada uno de los países. El organismo alerta de la elevada cifra de población reclusa existente en varios estados. España destaca, con 147 presos por cada 100.000 personas. Y cada uno cuesta 1.950 euros al mes.
Estos días, a través de Facebook, se ha podido ver un vídeo informativo, en el que se habla de la condición de los presos en Hungría, donde trabajan para la sociedad sin ver euro alguno o como mucho, un euro al día.
Con más de cinco millones de reproducciones, el vídeo se ha llenado de comentarios a favor de que dicho sistema se aplique en España, donde los sueldos si tienen un sueldo penitenciario por las labores que realizan dentro de las cárceles.
El dato oficial aportado al Consejo Europeo corresponde al año 2012, cuando nuestro país contaba con 69.621 presos. Una cifra que, tal y como se contó en estas páginas, se redujo levemente en 2013: según Instituciones Penitenciarias, a finales del año pasado había 68.857 internos.
Cuarto país con más presos
Con el recuento de 2012, el organismo europeo alerta de que España es el cuarto país con mayor número de población carcelaria de todo el continente y con 147,3 presos por cada 100.000 personas.
Dentro de la Unión Europea, solo Reino Unido supera a España en población reclusa, con 148 presos por cada 100.000 habitantes. Esos datos contrastan con los 67,7 presos en Holanda, los 71 de Noruega, los 84,6 de Alemania, los 111,6 de Italia y los 117 por cada 100.000 habitantes en Francia.
A pesar de la bajada de población reclusa en España el año pasado, el número de presos aún es elevado en relación a las cifras de criminalidad, una de las más bajas del continente: 46,1 delitos por cada mil habitantes, frente a los 62,8 de media europea.
El descenso en el número de reclusos no es achacable a una reducción de la población. Según datos del padrón (datos del INE) entre 2009 y 2013 la población residente en España aumentó ligeramente, pasando de 46,6 millones a 46,7 millones. Con todo, sí se ha producido descenso entre los extranjeros: solo en los últimos dos años han salido de España más de 200.000 por causa de la crisis.
Cada preso cuesta 1.950 euros al mes
Un 15,6% de los encarcelados en España se encuentran en situación preventiva o sin sentencia firme. La media europea es del 25%. Existen países como Holanda donde esta cifra se dispara al 50%.
El coste medio de cada preso en nuestro país es de 65 euros al día, lo que supone 1.950 euros al mes y 23.725 euros al año. El presupuesto total dedicado al sistema penitenciario español alcanzó 1.538,5 millones de euros en 2011, lo que se traduce en 3,3 veces más que la media europea. La media europea por recluso se ha incrementado a 103 euros día en 2011, frente a los 93 euros en 2010.
El coste más habitual en los países europeos fue de 49 euros/día. Existen grandes disparidades entre los países: los que presentan gastos más altos suelen tener las poblaciones carcelarias más pequeñas. Así nos encontramos con los 3 euros que cuesta cada recluso en Ucrania, frente a los 621 euros de Suecia.
En cuanto a la edad media de las personas que están en prisión, en España es de 36 años (60 reclusos tenían más de 80 años y 349 entre 70 y 80 años). La media de edad en Europa se sitúa en los 34 años.
Población femenina y extranjera
El 7,6% de los encarcelados en España son mujeres, uno de los países con mayor población penitenciaria femenina, puesto que la media europea es del 5,4%.
Sólo 4 de los 47 países tienen una mayor proporción de mujeres en el número total de reclusos: Mónaco (22,0 por ciento), Andorra (17,1 por ciento), Islandia (8,6 por ciento) y Rusia (8,2 por ciento).
En cuanto a la población reclusa extranjera, el 33,6% de los encarcelados en prisiones españolas son extranjeros. La media europea está en el 21,3%. La realidad es bien distinta entre el este y el sur de Europa. En los países del centro y el este, los extranjeros no exceden el 10% (por ejemplo, en Rumanía constituyen alcanzan el 1%), mientras que en el sur y el oeste están ‘sobrerrepresentados’: los porcentajes varían del 32% al 74% (Suiza es el país con más presos de fuera de sus fronteras, seguido de Luxemburgo, con un 69%).
Condena media de 19 meses
Los presos españoles cumplen de media condena de 19,1 meses, dos veces más alta que la media europea, que es de 10,4 meses.
Esta cifra sólo se ve superada por los 21 de meses de los condenados en Portugal. En los otros países de Europa la cifra es significativamente inferior: 7,6 meses en Alemania, 8,7 en Francia, 10,5 en Italia y 3,5 en Holanda, por ejemplo.
Las tres primeras posiciones del ranking son ocupadas por Turquía (45 meses), Rumanía (28,3 meses) y Portugal (23,3 meses), aunque los datos en bruto de Turquía utilizados para el cálculo no son fiables, según el informe.
El Consejo de Europa pide otro tipo de penas
El Consejo de Europa, que de la alarma sobre la masificación de las cárceles en países como España y Reino Unido, urge a utilizar vías de castigo alternativas
Entre las recomendaciones para disminuir la población penitenciaria destaca el empleo de medias alternativas a la prisión como: libertad vigilada, trabajos para la comunidad, localización permanente y multas.
El trabajo comunitario como principal alternativa a la privación de libertad, no debe reducirse a la producción o a simple estar ocupado: “El principal objetivo debe seguir siendo que el que haya delinquido trabaje en torno al delito y en proyectos sociales relacionados”.
El Consejo apuesta por utilizar la prisión solo como último recurso y por aplicar esas medidas alternativas en las penas más cortas.
Entre los países que han apostado por vías alternativas destaca Holanda, que en la última década ha conseguido reducir un 22% su población carcelaria. El 1 de enero de 2012 contaba con 11.324 reclusos, 67 por cada 100.000 habitantes, una densidad de 85,8 y una estancia media en prisión de 3,5 meses.
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