Principales propiedades del Rubí:

Es el símbolo de la sangre, la circulación y la pasión.
El Rubí nos ayuda a soportar procesos de clarificación.
En meditación se usan las variedades opacas, sirviendo de estimulantes emocionales en momentos de depresión o indiferencia, ayuda a canalizar los sentimientos.
Promueve al amor físico y espiritual, colocando a ambos en armonía junto con el corazón.
Ya en la antigüedad, los rubíes eran pensados como proveedores de una energía estimulante para combatir letargo y enfermedades.
Fortalece el corazón, activa la circulación de la sangre y ayuda en los trastornos menstruales.
Activa el sistema inmunológico.
Es bueno para tratar la baja presión, afecciones de los ojos, estados febriles, cólicos, infecciones virulentas, espasmos y gota.
Es una excelente piedra para las personas con insuficiencia en la actividad sexual.
De acuerdo al color que posea (ya que existen variedades más pálidas y amarillentas), se utiliza como estimulante del apetito y regulariza disfunciones como la anorexia y la anemia.
Actúa sobre disfunciones renales y vesiculares.
Cura el insomnio y fortalece la memoria.
Se relaciona con todos los chakras.
Para las prácticas meditativas, es necesario estar “limpio de corazón”, en caso contrario, todo lo positivo que nos brinda esta gema puede volverse en sentido negativo hacia quien la utiliza.

Medicina para el alma