UN ALMA VIEJA ( 9 Signos)
1. Tiendes a ser un solitario.
Debido a que las almas viejas están desinteresadas en actividades e intereses de las personas de su misma edad, les resulta difícil hacer amigos con la gente porque les resulta difícil relacionarse con ellos. El resultado es que… las almas viejas tienden a encontrarse solos la mayor parte del tiempo. La gente simplemente no da el ancho.
2. Amas el conocimiento, la sabiduría y la verdad.
Sí… esto parece un poco grandilocuente y demasiado noble, pero la vieja alma se encuentra naturalmente gravitando hacia el lado intelectual de la vida. Las viejas almas entienden intrínsecamente que el conocimiento es poder, la sabiduría es la felicidad y la verdad es la libertad, ¿por qué no buscar estas cosas? Estas actividades son más importantes para ellos que leer sobre los últimos chismes, sobre el último novio de Snooki, o los últimos resultados del fútbol.
3. Te inclinas hacia la espiritualidad.
Las almas viejas más emocionales tienden a ser sensibles y espirituales. La superación de los límites del ego, buscar la iluminación y promover el amor y la paz, son las principales actividades. Para ellos es la manera más sabia y más satisfactoria de usar el tiempo.
4. Entiendes la fugacidad de la vida.
Las almas viejas con frecuencia se recuerdan no sólo de su propia mortalidad, sino también la de todo y de todos a su alrededor. Esto hace que el alma vieja sea cautelosa y en ocasiones se aleje, pero con sabiduría dicta la forma en que viven sus vidas.
5. Eres reflexivo e introspectivo.
Las almas viejas tienden a pensar mucho sobre cualquier cosa. Su capacidad para reflexionar y aprender de sus acciones y las de los demás es su mejor maestro en la vida. Una de las razones por la que las almas viejas se sienten tan viejas en el fondo, es porque han aprendido muchas lecciones a través de sus propios procesos de pensamiento, y poseen mucho conocimiento sobre situaciones de la vida gracias a su capacidad de observar con atención y en silencio lo que sucede a su alrededor.
6. Observas el panorama más amplio.
Rara vez las almas viejas se pierden en detalles superficiales como los de obtener títulos inútiles, promociones de trabajo, trabajos superficiales o ser famosos de la TV. Las viejas almas tienen la tendencia a mirar la vida desde la perspectiva de un ave, observando cuál es la forma más sabia y significativa para enfrentar la vida. Cuando se enfrentan a problemas, las almas viejas tienden a considerarlos como malestares pasajeros que sólo sirven para aumentar la cantidad de alegría que sentirán en el futuro. En consecuencia, las almas viejas tienden a tener una naturaleza estable y plácida gracias a su buena relación con la vida.
7. No eres materialista.
La riqueza, el estatus, la fama y la última versión del iPhone… simplemente les aburren a las almas viejas. El alma vieja no ve el propósito de perseguir las cosas que pueden ser fácilmente arrebatadas. Además, las almas viejas tienen poco tiempo e interés por las cosas efímeras de la vida, ya que les aportan muy poco.
8. Eras un niño extraño y desadaptado.
Esto no es siempre el caso, pero muchas almas viejas exhiben extrañas señales de madurez a edades más jóvenes. A menudo, estos niños son etiquetados como “precoces”, “introvertidos”, o “rebeldes”, al no encajar en los comportamientos convencionales. Por lo general, estos niños son muy curiosos e inteligentes, al ver la falta de propósito de muchas de las cosas que sus maestros, padres de familia y compañeros dicen, por lo que, ya sea de forma pasiva o agresiva se resisten a ellos. Si puedes hablar con tu hijo como si él /ella fuera adulto – probablemente tienes a un alma vieja en sus manos.
9. Simplemente te sientes “viejo”.
Antes de ponerle un nombre a lo que sentí, experimenté ciertas sensaciones como la de simplemente sentirme un “viejo” en el interior.
Los sentimientos que acompañan a un ser de alma vieja suelen ser: sentimiento de cautela frente al mundo, cansancio mental, paciencia en alerta y tranquilidad desprendida.
Lamentablemente, esto a menudo puede ser percibido como alguien distante y frío, que es sólo uno de muchos mitos sobre las almas viejas.
Así como algunas personas mayores se describen a sí mismos como “jóvenes de Corazón”, también pueden los jóvenes ser “viejos de Corazón”.
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