Los rituales de este solsticio están relacionados con un estado de conciencia interior, buscando eliminar impurezas, despertando la fuerza del Sol interior mediante una psicomagia. Es la Puerta de los Hombres que celebra el Alban Heruin, o ritual de bendición de las cosechas, la fertilidad para la naturaleza y para las mujeres que en aquel entonces querían quedarse embarazadas. Se invocaban los espíritus de cada elemento de la naturaleza, las Salamandras de Fuego, las Ondinas de Agua, las Sílfides y Elfos de Aire y los gnomos de la Tierra. Algunas tradiciones hacen coincidir esta fiesta con la de San Juan el 24 de junio. Según la Cábala, en el hemisferio Norte el solsticio de verano activa la letra HE del Tetragrama y en el hemisferio Sur activa la letra 2º HE del Tetragrama.
El ritual del Árbol de la Cábala
Un ritual tiene como propósito recrear una serie de actos que tienen un valor simbólico y que permiten generar en la naturaleza interna un efecto, y en este caso, un cambio interno con el fin de entrar en otra dinámica del ser.
Primero comprenderemos lo que significa El Árbol de la Vida o Etz Hayim y cada uno de sus atributos, que es un organigrama del micro y macro cosmos, del hombre físico, emocional, mental y espiritual. Es la manifestación de todo nuestro potencial divino y profano. El Árbol de la Cábala se compone de 3 columnas que contienen los 10 sephiroth, la de la derecha o Pilar de la Gracia, la de la Izquierda, el Pilar del destino, y el Pilar del Centro que expresa el Equilibrio y la Conciencia, puente de enlace entre Columnas y energías.
Con este ritual se potencian los Centros de Poder del Árbol Cabalístico para ayudarnos a tomar conciencia de los elementos de la naturaleza interna y externa de la vida, de nuestro cuerpo humano y cada una de nuestras células.
Con ropa holgada, (mejor blanca), un poco de incienso, prepararemos 10 velitas blancas que dispondremos formando un Árbol Cabalístico.
El ritual del Árbol de la vida en el solsticio de verano consiste en tomar conciencia del potencial que poseemos y activar cada uno de los Centros de poder para que estos actúen en nuestras circunstancias de una forma armoniosa y benéfica. El Árbol de la vida también corresponde a nuestro cuerpo humano y a cada una de nuestras células.
Los Elementos de este ritual son el Fuego, el Agua, el Aire y la Tierra, con los cuales, mediante un pacto, sellamos nuestra alianza con las fuerzas de la naturaleza. Si es posible utilizar unos cuencos con un poco de tierra, otro con agua, otro con plumas, (para simbolizar el aire), y otro con fuego, tendremos presentes materialmente los cuatro estados de la naturaleza para ornamentar un pequeño altar. Si no es posible, podemos crearlo visualizándolo y tendrá el mismo efecto.
Podemos hacer una lista en un papel de lo que deseamos depurar, intenciones, situaciones, pensamientos, sentimientos, objetos, etc., todo lo que forme parte del pasado y que queremos transmutar, para despertar a una nueva conciencia.
Significado de los elementos:
- Fuego es Yod, impulso con el que nacemos a la nueva personalidad.
- El Agua es He, manantial de Vida que nos permite acoger desde la emoción el impulso de la personalidad naciente.
- El Aire es Vav, el elemento que vehicula nuestros deseos lícitos, coherentes con lo que el Yo superior nos sugiere.
- La Tierra, 2º He, lo que nos lleva a la realización del proyecto inicial.
Activamos el Árbol y sus Sephiroth
Teniendo los elementos del ritual bien organizados, pasamos a invocar en perfecta sintonía con los espíritus de la Creación.
Invocamos al Poder de Etz Hayim: de Kether, de Hochmah, de Binah, de Hesed, de Gueburah, de Netzah, de Hod, de Yesod, y de Malkuth.
Al Poder de los Arcángeles, Metratron, Mikael, Gabriel Y Raphael Y Leuviah.
A la presencia de todos los Ángeles, iouaa yavesh ralesh.
A los espíritus del Fuego, Las Salamandras.
A los del Agua, Las Ondinas del Agua.
A los del aire, Las Sílfides y los Elfos.
A los espíritus de la Tierra, Los Gnomos, que nos permitan conectar con sus divinas energías, agradeciéndoles su amoroso servicio y ofreciéndoles a cambio todo nuestro respeto y Amor. Asímismo les pedimos su bendición. Agradecemos sus frutos y protegemos todas sus criaturas.
Pasaremos a encender todas las velas, dispuestas como el Árbol de Vida pronunciando las palabras siguientes:
- Kether nos insufla Voluntad-Luz, es el soplo primordial, la libertad de escoger, de ser y de proyectar.
- Hochmah nos insufla Amor sublime, la Bondad, y sanación.
- Binah nos otorga la capacidad de construir, de dar, de ofrecer al mundo nuestra luz portadora de realidades, de hacer las cosas dentro de un orden armonioso.
- Hesed nos aporta Abundancia, poder, hacer el bien, expresar el paraíso en la tierra.
- Gueburah nos da fuerza vital, la potencia de acción, la ejecución del trabajo, damos la vida.
- Tiphereth nos conecta con el corazón de la naturaleza, la conciencia del ser, el equilibrio.
- Netzah pone la belleza, la armonía, la delicadeza, el amor a todo lo creado.
- Hod es la Verdad, la Justicia, la capacidad de dialogar, de aprender y enseñar y de ser auténticos.
- Yesod es la Madre que cobija, gesta, ama altruistamente, cristaliza y nos permite soñar.
- Malkuth es la Acción, pongámonos en marcha. Labora y consolida tu proyecto de vida.
Una vez encendidas todas las velas, si disponemos de un fuego o de un cuenco con un fuego, podemos pasar por encima de norte a sur y de este a oeste repitiendo lo siguiente:
A la Madre Tierra, gracias
Al Agua Viva, gracias
Al Aire Puro, gracias
Al Fuego Sagrado, gracias
Al Reino Mineral, Vegetal, Animal, gracias
A la Humanidad, gracias
A todos los Ángeles y Mensajeros, gracias
A la Divina Esencia Còsmica, gracias
Al Océano De Amor, Gracias
A la Vida Sublime de todo el Universo, gracias.
Podemos quemar la lista de lo que no deseamos que siga estando en nuestra vida después de haberla apuntado en un trozo de papel; actitudes, tendencias, situaciones, etc. todo ello forma parte del pasado y lo transmutamos para renacer en una nueva conciencia y dimensión, sellando así el pacto del solsticio de verano que une a todos los elementos entre el cielo y la tierra y nos ayudará a que los elementos del cielo y de la tierra se alineen en nuestro interior. Celebremos ese Sol interior que ilumina nuestro camino.
¡Feliz y amoroso Solsticio!
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