Baterías, Bongos, tambores y muchos instrumentos más adornan el tradicional mundo de la percusión, acompañando a un sinfín de melodías que le dan vida a una amplia gama de estilos y culturas musicales. Dichos medios de expresión por lo general son fáciles de reconocer, ya sea por su forma o sonidos, sin embargo hay un ejemplar que se sale de los parámetros tradicionales y sorprende hasta al más escéptico.
Creado hace 12 años a manos de los laboratorios PANArt Hangbau AG en Suiza, el Hang Drum es un instrumento de percusión que se ha mantenido un tanto desconocido y ‘misterioso’ durante la última década.
Este primo de los tambores de metal caribeños comenzó su historia a finales de 1999, cuando un percusionista de música carnática acudió al pueblo de suizo de Bern para visitar a los ‘investigadores – artesanos’ de PANart, Sabina Schärer y Felix Rohner, quienes recibieron las inquietudes del músico.
“El percusionista tocó simultáneamente sus tres Gatham (instrumentos de barro con forma de florero usados comúnmente en la ancestral música del sur de la India)… de casualidad dió a entender que le gustaría tener más sonidos… El tocó varios instrumentos que estaban en nuestro taller usando sus manos en vez de palitos. Fue así como nos dió el impulso de agarrar dos piezas semiesféricas del Pang y juntarlas. Una de las piezas estaba afinada con siete sonidos. Y así nació un nuevo instrumento acústico.”, indicaron Schärer y Rohner en una carta publicada en enero de 2008.
De esta forma nació este instrumento que se compone de dos partes de un metal especial construido con alto contenido de nitrógeno. La cara superior es llamada Ding, y tiene en su estructura circular con 9 tonos musicales distintos, 8 en las hendiduras de alrededor y uno más bajo al centro, los cuales a la vez tienen sobretonos que sirven para generar las armonías. Además consta de una cara inferior llamada Gu, que tiene de un orificio de resonancia para amplificar el sonido generado dentro del Hang.
Para tocarlo se utilizan los dedos y las palmas, lo que permite generar una gran cantidad de sonidos al mismo tiempo, dando una amplitud en la composición a pesar de su apariencia sencilla.
En un principio se fabricaron ‘afinados’ en 45 escalas musicales basadas en los sonidos de distintas culturas, pero con el tiempo fue evolucionando, y ya para el 2005 se comenzó a construir una segunda generación de Hangs, cuyas características eran tener notas más bajas y más variaciones de sonido.
Finalmente en 2008 fue creado el ‘Hang Integral’, que mejoró la resonancia, el sonido y las armonías mediante distintos métodos de construcción.
Pero adquirir estos tesoros musicales no es fácil, no sólo por su precio que varía entre los 700 mil y 900 mil pesos chilenos, sino que para obtenerlo se debe enviar una carta a PANArt e ingresar a una larga lista de espera, debido a que estos instrumentos sólo se fabrican en Suiza y se elaboran a mano por los artesanos especializados.
Además se debe aceptar un estricto contrato en que el comprador, entre otras cosas, no puede vender el instrumento sin informar antes a la compañía, ni tampoco puede ofrecerlo a un precio superior al que lo compró.
Si bien son pocos los que han podido adoptar al Hang, hay algunos músicos que ya han dedicado algunos años a especializarse en este instrumento, como el caso de Dante Bucci o el chileno Ignacio Rodriguez, que comenzaron a generar un estilo de música que se ajusta a ‘la filosofía’ del instrumento, que busca llevar los sonidos tradicionales y ancestrales alrededor del mundo.
Es importante señalar que tras la aparición del Hang de PANart comenzaron a elaborarse instrumentos alternativos como el Caisa (Alemania), el BElls (España), el Halo (EEUU), el Spacedrum (Francia), y el Bali Steel Pan (Indonesia), que si bien son similares, están hechos con otros materiales y se basan en una estructura de tonos musicales en constante evolución.
Dante Bucci
http://www.youtube.com/watch?v=UNJswfXKJ3s
Ignacio Rodriguez
http://www.youtube.com/watch?v=Lp4Zr-HKKys
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