El aceite de coco es uno de los pocos alimentos que realmente pueden ser clasificados como un súper alimento. Contiene una combinación única de ácidos grasos con potentes propiedades medicinales.
El aceite de coco contiene lo que se conoce como triglicéridos grasos de cadena media, que son ácidos grasos de una longitud media. La mayor parte de los ácidos grasos están considerados de cadena larga, pero el aceite de coco se metaboliza de manera diferente, van desde el hígado hasta el tracto digestivo, donde se utilizan posteriormente como una fuente rápida de energía.
El aceite de coco todavía está considerado como un alimento exótico en nuestra sociedad occidental, y es consumido principalmente por personas conscientes de la salud. En algunas partes del mundo, sin embargo, el aceite de coco es un alimento básico en la dieta. En el Pacífico Sur, más del 60% de las calorías que consumen provienen de los cocos, y son los mayores consumidores de grasa saturada en el mundo. También tienen una salud excelente, ni siquiera tienen una pizca de evidencia que conduzca a una enfermedad cardíaca.
-Ayuda a controlar el peso.
Un estudio en 2009 examinó el vínculo entre la pérdida de peso y el consumo de aceite de coco y encontró que disminuyó la obesidad abdominal. El coco es fácil de digerir, y también protege al cuerpo de la resistencia a la insulina.
-Buena fuente de ácido láurico.
El ácido láurico del aceite de coco puede matar las bacterias, virus, hongos, y ayudar a evitar infecciones. Cuando el aceite se digiere enzimáticamente, forma un monoglicérido conocido como monolaurina. El ácido láurico y la monolaurina ayudan a matar a los patógenos nocivos como las bacterias, los virus y los hongos.
-Pueden disminuir las convulsiones.
Una dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos y muy alta en grasa; esto conduce a un aumento de las concentraciones de los cuerpos cetónicos en la sangre. Por alguna razón, este tipo de dieta puede reducir la tasa de convulsiones en niños epilépticos.
-Facilita la digestión.
Muchas personas sufren de problemas digestivos; y son estas personas las que deben considerar añadir el aceite de coco a sus dietas. El aceite de coco tiene beneficios para los trastornos digestivos, incluyendo el SII y los bichos de estómago microbianos. Los ácidos grasos contienen antimicrobianos que tienen un efecto calmante en las bacterias, cándida, e incluso con los parásitos que causan la mala digestión.
-Ayuda a manejar la diabetes tipo 2.
Un estudio reciente realizado por el Instituto de Investigación Médica Garvin, mostró que el aceite de coco ayuda a proteger contra la resistencia a la insulina, reduciendo así el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
-Se puede cocinar a altas temperaturas.
Debido a los ácidos grasos de cadena media, aceite de coco tiene una temperatura más alta que la mayoría de los aceites. Puede notar que el aceite de coco tiene mejor sabor que su aceite habitual, especialmente si se cocinan recetas que requieren una temperatura de cocción más alta. El aceite de oliva se oxida cuando se alcanza el punto de humo y causa los radicales libres.
-Disminuye líneas finas y signos de envejecimiento.
El aceite de coco no es sólo para el consumo, sino que tiene muchos beneficios para la belleza. Ayuda a mantener el tejido conectivo fuerte, evitando arrugas y la flacidez de la piel. Aplique el aceite directamente a su cara para suavizar la apariencia de líneas finas o utilícelo a diario para tener un hermoso resplandor hidratante.
-Mata el hambre y hace comer menos.
Una de las mejores cosas del aceite de coco es que puede reducir el hambre. Puede estar relacionado con la forma en que los ácidos grasos se metabolizan, a causa de los cuerpos cetónicos, puede tener un efecto reductor del apetito.
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