Elsa Beatriz Wade ha añadido 8 fotos nuevas al álbum: EL ESPIRAL DE LA VIDA.
Las espirales forman parte de nuestro entorno cotidiano. Aquí podemos observarlas en los nuevos brotes de los helechos en mi jardín. Podemos contemplarlas en todas las escalas posibles, tanto en el espacio como en el tiempo.
Las huellas dactilares o el caracol de nuestro oído interno serían ejemplos de espirales que posee nuestro propio organismo.
Mientras que las olas que culminan enroscándose, las conchas de los caracoles, el movimiento de los ciclones o tornados y las curvas espirales de las galaxias serían resultado de la búsqueda de espirales en la naturaleza.
Las espirales se han usado por diferentes culturas con diferentes significados, por ejemplo, en las culturas precolombinas, el dios de la lluvia, Tlaloc, era representado saliendo de la boca de un caracol gigante.
Para los mayas, el solsticio de invierno era el momento cero en su cosmología y la espiral simbolizaba ese origen.
En el Hinduismo, la doble espiral representa la evolución, partiendo de su centro, y la involución, regresando al mismo. Es el nacimiento y muerte.
Se trata de fases correspondientes al ciclo de la existencia. El Universo «despierta» y «duerme» cíclicamente.
El antiquísimo símbolo del Yin y Yang, es también una forma de espiral que carece de principio y fin. Todo se expande y multiplica, dando origen a la dualidad, para regresar de nuevo a la divinidad, una vez finalizado el proceso.
También, en el tantrismo, la espiral está asociada con la serpiente kundalini, que duerme enroscada en el último chakra
El triple espiral o triskel está presente en diferentes representaciones en el arte y la magia celta. Tiene tres aspas curvas que brotan de un punto central o de un círculo, en el mismo sentido, que parecen un remolino en movimiento. Evoca la interacción entre mente, cuerpo y alma. Además de la representación de la creación del. Los triskeles están relacionados con la Diosa Madre (La Tierra). Evocan la concepción céltica de lo material: tierra, agua y aire y sus relaciones.
Las huellas dactilares o el caracol de nuestro oído interno serían ejemplos de espirales que posee nuestro propio organismo.
Mientras que las olas que culminan enroscándose, las conchas de los caracoles, el movimiento de los ciclones o tornados y las curvas espirales de las galaxias serían resultado de la búsqueda de espirales en la naturaleza.
Las espirales se han usado por diferentes culturas con diferentes significados, por ejemplo, en las culturas precolombinas, el dios de la lluvia, Tlaloc, era representado saliendo de la boca de un caracol gigante.
Para los mayas, el solsticio de invierno era el momento cero en su cosmología y la espiral simbolizaba ese origen.
En el Hinduismo, la doble espiral representa la evolución, partiendo de su centro, y la involución, regresando al mismo. Es el nacimiento y muerte.
Se trata de fases correspondientes al ciclo de la existencia. El Universo «despierta» y «duerme» cíclicamente.
El antiquísimo símbolo del Yin y Yang, es también una forma de espiral que carece de principio y fin. Todo se expande y multiplica, dando origen a la dualidad, para regresar de nuevo a la divinidad, una vez finalizado el proceso.
También, en el tantrismo, la espiral está asociada con la serpiente kundalini, que duerme enroscada en el último chakra
El triple espiral o triskel está presente en diferentes representaciones en el arte y la magia celta. Tiene tres aspas curvas que brotan de un punto central o de un círculo, en el mismo sentido, que parecen un remolino en movimiento. Evoca la interacción entre mente, cuerpo y alma. Además de la representación de la creación del. Los triskeles están relacionados con la Diosa Madre (La Tierra). Evocan la concepción céltica de lo material: tierra, agua y aire y sus relaciones.
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