El Karma: No lo cargues. Entiéndelo y libérate.
Te preguntas constantemente: ¿Qué estoy pagando en esta vida? ¿Por qué sigo soltero? ¿Por qué no tengo dinero? “Si todo lo hago bien, si me esfuerzo, medito, hago yoga”… Entonces probablemente el Karma esté funcionando contigo.
Karma es una palabra que proviene del Hinduismo y su creencia está basada en las reencarnaciones. La energía moral que se acumula en las vidas sigue influenciando en las vidas futuras, es por eso que a veces sientes que te pasan cosas sin creer merecerlas o que no las relacionas con ninguna acción en esta vida.
Pero no veamos al Karma como algo negativo, el Karma no quiere decir que estamos siendo castigados por los errores del pasado, o recompensados por las buenas obras, ni tiene que ver con la causa y el efecto.
Entonces, ¿qué es el Karma? Karma significa acción, y es el proceso por el cual nuestros pensamientos dan forma a nuestras vidas. Se compone de los diferentes patrones de pensamiento y huellas en nuestra conciencia que están creando los eventos de nuestra vida presente.
En Kundalini Yoga decimos que “Todo lo que haces, vuelve a ti diez veces más”. Esto aplica para todas las acciones negativas y también por todo lo que haces positivo y desinteresadamente en tu vida. El Karma nos ayuda entonces a no caer en el ego o individualismo, nos ayuda a crear comunidad, conducirnos hacia a la amistad, el amor y la conciencia grupal haciéndonos conscientes de que nuestras acciones tienen un impacto también en las vidas de los demás.
El Karma nos ayuda a aprender de cada acción que llevamos a cabo, es nuestro camino y nuestra guía. Para enmendar acciones negativas siempre tendremos al Dharma que es lo que nos ayuda a eliminar acciones del pasado que nos marcan en el presente.
Como Dharma puedes elegir alguna religión, alguna práctica, Kundalini Yoga, meditación. Cualquier camino que elijas llévalo desde la consciencia, entendiendo que en cualquier acción hay siempre un profundo aprendizaje.
Meditación para la Línea de Arco y para limpiar los Karmas
Mudra: Siéntate en postura fácil con la columna recta. Relaja los codos a los lados y trae los brazos rectos hacia afuera frente a tu cuerpo, palmas planas hacia arriba. Las manos en copa y sitúalas unos centímetros sobre las rodillas.
Movimiento: Trae los brazos hacia arriba, detrás de la cabeza, estirando manos y brazos detrás de los hombros tanto como puedas. Imagina que estás recogiendo agua con una pala y arrojándola a través de tu línea de arco, por sobre tus hombros, con un golpecito de las muñecas. El movimiento es suave y fluye con el ritmo de la música.
Música: Wahe Guru, Wahe Guru, Wahe Guru, Wahe Jio. En cada Wahe Guru y Wahe Jio haz una vuelta completa, recogiendo y arrojando sobre los hombros y regresando a la posición inicial. Aproximadamente dos segundos por movimiento.
Enfoque: Ojos cerrados, enfócate en tu 3er ojo.
Duración: 31 minutos.
Para finalizar inhala y estira tus manos hacia atrás tan lejos como puedas, manos detrás de tu cabeza.
Suspende de 10 a 15 segundos, exhala y repite 3 veces.
Relájate.
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