QUÉ ES?
El sonambulismo es un trastorno del sueño que suele producirse durante la etapa IV del sueño no REM, en el que éste suele acompañarse de determinados movimientos físicos.
SÍNTOMAS DE SONAMBULISMO
El niño sonámbulo suele sentarse en la cama con los ojos abiertos y una expresión de admiración o sorpresa o incluso puede salir de la cama sin que haya despliegue de conductas vigorosas ni se recuerde al despertar el contenido de ningún ensueño. Frente al sonambulismo plácido entre los niños, el sonambulismo entre los adultos sí conlleva una conducta problemática, ya que se acompaña con frecuencia de conductas físicas vigorosas o violentas, que pueden producir lesiones a la persona que lo padece. Mientras que el niño sonámbulo no suele recordar ninguno de los sueños que han acompañado al sonambulismo, los adultos sí suelen recordar el contenido de sus ensueños y estos son de naturaleza violenta en muchas ocasiones.
Entre los sonámbulos adultos se repite una temática con frecuencia en los sueños. Suelen ser situaciones en las que se requiere una huida o auxilio inmediato, como bombas a punto de estallar, incendios o edificios a punto de derrumbarse. Estos sueños invitan a un escape inmediato y puede provocar que el adulto salte de la cama de manera abrupta.
OTROS DATOS
Es más frecuente entre los niños, que suelen presentar un sonambulismo tranquilo que no acarrea ninguna consecuencia grave para quien lo padece y tiende a disiparse con la edad.
Lesiones frecuentes
El escape violento de la cama puede ocasionar choques o tropiezos contra la pared o el mobiliario, produciéndose lesiones con frecuencia. El adulto puede desarrollar un auténtico miedo a lo que pueda ocurrir durante la noche y crear barreras alrededor de la cama para no sufrir daños en caso de salidas o cerrar puertas y ventanas para evitar escapar de la casa inadvertidamente. En los casos en los que los sueños violentos se acompañan de conductas anormales y salidas de la cama se debe consultar con el especialista, ya que el diagnóstico es sencillo y existe un tratamiento farmacológico eficaz, según explica el doctor Pareja.
Recomendaciones
Existen determinados factores que pueden precipitar el episodio de sonambulismo, entre ellos la privación de sueño (haber dormido mal la noche o las noches anteriores), el estrés, los estados febriles y sobre todo, el consumo de alcohol. Si un adulto experimenta sueños de contenido violento acompañados de conducta anormal saliendo de la cama, debería consultar con un especialista, dado que el diagnóstico es sencillo y existe un tratamiento farmacológico eficaz.
Muchas veces se produce casos de actividad durante algunos períodos de tiempo que luego remiten solos. En estos casos habría que seguir el tratamiento durante una temporada para luego suspenderlo y observar la evolución del paciente, y retomarlo si fuera necesario. Esta terapia no es necesaria entre los niños, ya que el sonambulismo infantil no suele tener mayores consecuencias. Basta con garantizar al niño unos períodos de descanso nocturno normales dentro de un horario acostumbrado y observar una correcta higiene del sueño. Los padres deben ser advertidos de que se trata de un trastorno benigno que remite con la edad.
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