Si muero antes que mi Perro, quisiera pedir permiso para poder regresar y poder despedirme, para que mi Perro sepa que Dios me ha llamado y que no lo he abandonado.
Quiero que él quede en las mejores manos y decirle que lo estaré esperando.
Quiero darle un último beso, un último abrazo y decirle
que es lo mejor que me ha pasado.
Que sin tener mi sangre es lo que más he amado.
Si muero primero, que me den permiso para decirle
cuanto lo quiero.
Y cuando al fin volvamos a estar juntos,
será para siempre.”
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