La sabiduría de la pluma de águila
21.12.2014 Racconto Traducido por: Roberto Giovannetti “Espero que tú puedas encontrar lo que para ti da a la vida su significado profundo, algo que valga la pena vivir, tal vez hasta morir. Algo que despierte tus energías, que te entusiasme, te permita seguir avanzando. Nadie puede decirte lo que es -te toca a ti encontrarlo, elegirlo, amarlo". (Ita Ford, mártir).A orillas de un lago azul, se encuentra una tranquila aldea india: al mediodía y por la noche, desde las carpas salen unos aromas que despiertan el apetito de pequeños y adultos. Sin embargo, una tarde de verano, la atmosfera de la aldea cambió intempestivamente. El consejo de los sabios y ancianos se reúne en la Tienda de Búfalo Negro, el gran jefe, para un asunto importante: decidir la “prueba de fuerza” que los pequeños indios de siete años deben superar para ser aceptados como miembros de la tribu.
Después de la puesta del sol, el gran jefe sale de la carpa y anuncia a los pequeños indios que se acercan: “Mañana al amanecer con el primer rayo de sol, saldrán para la otra orilla del lago y buscarán la pluma de águila dorada que se encuentra oculta en un lugar secreto”.
Con las primeras luces, los jovencitos ya están en la orilla del lago con sus canoas, ocupados en la preparación cuando, caminando lentamente, llega Halcón Cansado, un viejo indio que vive en la parte opuesta del lago. Se acerca y dice: "Estoy cansado para volver a mi casa en la otra orilla, a pie me tomaría todo el día. ¿Alguien podría llevarme en su canoa?".
Zorro Astuto mira a los demás y dice: “¡Pero nosotros tenemos que hacer la prueba de fuerza!”, y todos juntos responden: “No, no es posible; otro día sí, pero hoy tenemos que cruzar a prisa”.
“¡Eh sí!”, piensa Nube Roja. “Si alguno lo deja subir en su canoa, se retrasará y no podrá ser el primero en encontrar la pluma de águila. Pero, que fatiga para este pobre anciano tener que dar la vuelta al lago. ¡Es triste decirle que no!". Se le acerca y le dice: “Ven, Halcón Cansado; ¡te llevo yo!”.
Los demás lo miran sorprendidos: “Nube Roja es uno de los más hábiles pero no es muy vivo; ¡quedará atrasado y no podrá conquistar la pluma!”.
En ese momento sale el primer rayo de sol y con un alarido de alegría los pequeños salen felices.
Nube Roja ve a sus amigos cruzar rápidamente, ya lejanos, mucho más adelantados que él, y duda de la decisión que ha tomado. Luego mira el rostro arrugado del anciano que sonríe feliz y en su corazón siente que hizo lo correcto.
Cuando llega a la otra orilla sus amigos están buscando desde hace rato y Nube Roja, fatigado y transpirando, piensa que tal vez ya haya un ganador. Aparentemente no, pues nadie ha encontrado la pluma de águila. Entonces recuperando su fuerza y su entusiasmo, se despide de Halcón Cansado para salir a la búsqueda. El viejo indio lo llama nuevamente: "¡Espera, ven aquí! ¡Tengo que darte una cosa!” Un poco de mala gana, se detiene y vuelve atrás.
“Ayer por la noche”, continua el anciano, “el gran jefe de tu aldea me dijo: mañana al amanecer, cuando vuelvas a tu aldea, visita a los pequeños indios, pídeles que te lleven a la otra orilla y a quien lo haga, cuando lleguen, le darás eso”. ¡Y Halcón Cansado saca una maravillosa pluma de águila dorada!
Nube Roja la agarra con un alarido de alegría. Los demás lo observan llenos de asombro. Halcón Cansado se dirige a Nube Roja: “¡Ganaste la prueba, porque la fuerza más grande es la valentía de hacer lo que nadie quiere hacer!”.
Los pequeños indios se miran los unos a los otros y entienden la lección. El anciano se despide y dice: "Sí, hoy es un día importante para Ustedes; han aprendido que en la vida vale más estar donde hay que estar y hacer lo que hay que hacer que llegar primero".
"Deberán tener en tal honor las leyes de los hombres que las cumplirán cuando sean justas (es decir cuando sean la fuerza del débil). En cambio cuando vean que son injustas (es decir cuando protejan los abusos de los fuertes), ellos tendrán que luchar para cambiarlas" (Padre Milani).
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