Alucinaciones y Delirios en las Personas con Demencia. Causa, Manifestaciones y Tratamiento.
Alucinaciones y delirios en las personas con demencia. Causa, manifestaciones y tratamiento.
Las personas con demencia a veces creen ver o escuchar cosas que realmente no existen. Aunque las alucinaciones y delirios son imaginarios, para la persona que los padece son muy reales y puede causar extrema ansiedad e incluso pánico. Para el cuidador esta puede ser una situación especialmente difícil fuente de gran estrés.
¿Qué son?
Alucinaciones: consisten en sentir cosas estando despierto que parecen reales, pero que en cambio han sido creadas por la mente. Tales experiencias pueden incluir cualquiera de los sentidos, pero los más común son las alucinaciones visuales y auditivas, es decir, la persona ve o escucha algo que no existe. Por ejemplo, su familiar puede escuchar que lo llaman o ver a su lado a personas que en realidad no están.
Delirios
Los delirios son ideas que no están basadas en la realidad, pero la persona con demencia cree que es verdad. Su contenido puede a menudo estar centrado en que la gente está robando su dinero u otros bienes, o puede haber ideas fijas sobre que otras personas intentan dañarle.
¿Qué causa las alucinaciones y delirios?
Hay factores no modificables que están de base en las alucinaciones y delirios de una persona con demencia. La demencia hace que el enfermo pierda la capacidad de reconocer las cosas porque el cerebro no interpreta con precisión la información que recibe fruto del propio deterioro cerebral.
Los problemas con la memoria pueden dar lugar a suspicacia, paranoia e ideas falsas. Tenga en cuenta que su familiar está intentando dar sentido a lo que le rodea con unas capacidades intelectuales cada vez más disminuidas. Es comprensible que al perder la memoria de hechos recientes, la persona crea que sus objetos han sido robados porque simplemente no recuerda donde los puso 5 minutos antes.
También la incorrecta percepción temporal puede hacer que crea que vivió recientemente un evento que pasó hace ya muchos años.
En este vídeo os damos algunos consejos sobre delirios y alucinaciones en personas mayores. Se recrea una situación ficticia y el experto da muy buenos consejos. No dejéis de verlo. Si buscáis en Youtube, vais a encontrar muchos más.
Vídeo del Centro de Humanización de la Salud (www.humanizar.es), realizado por profesionales del Centro San Camilo (Madrid).
Factores modificables
También existen factores modificables que pueden estar provocando estos síntomas en su familiar, por ejemplo:
• Defectos sensoriales como problemas de visión o mala audición
• Efectos secundarios de algunos medicamentos
• Enfermedad psiquiátrica
• Entornos desconocidos
• Enfermedades físicas como infecciones, fiebre, dolor, estreñimiento, anemia, enfermedades respiratorias, desnutrición, deshidratación
• Presencia de cuidadores que no le sean conocidos.
• Interrupción de las rutinas familiares
• Sobrecarga sensorial debido a que demasiadas cosas están sucediendo a la vez
¿Qué hacer cuando un familiar está teniendo alucinaciones y delirios?
Como siempre decimos en estos temas, la primera opción siempre es realizar una visita al médico para descartar la presencia de otros problemas físicos o psiquiátricos y para comprobar los efectos de la medicación.
El especialista puede prescribir fármacos que ayuden a controlar los delirios o alucinaciones en personas con demencia Sin embargo, muchos de los medicamentos antipsicóticos utilizados para tratar estos síntomas tienen efectos secundarios tales como rigidez, temblores o somnolencia. Los antipsicóticos más nuevos tienen menos efectos secundarios, pero todavía pueden causar somnolencia.
Es importante evaluar si los delirios y alucinaciones tienen un impacto verdaderamente negativo en la vida de la persona y en sus familiares. Un psiquiatra una vez nos contó durante una sesión de entrenamiento que no recetaba medicamentos antipsicóticos a una persona con alzhéimer que creía ser el jefe de la residencia, con llamarle jefe le hacía la persona más feliz de la institución. También vemos el caso contrario, personas con alucinaciones realmente terroríficas que no reciben un tratamiento farmacológico porque supuestamente “no se puede hacer nada, eso es la demencia”. Valorar ganancias y riesgos es muy importante en este tipo de situación.
Más allá del tratamiento farmacológico, hay otras cosas que también puede intentar, por ejemplo:
• No discuta. Es mejor reconocer que la persona puede estar muy asustada por los delirios y alucinaciones.
• No regañe a la persona por la pérdida de objetos o por esconder cosas.
• Investigue si hay algún factor ambiental que puede estar provocando las alucinaciones y delirios.
• Intente responder a los sentimientos subyacentes que puedan estar en el fondo de los síntomas de la persona. Si se siente perseguida, con miedo, hacerla sentir protegida puede ser una buena opción. Un abrazo a tiempo es la mejor es una excelente terapia.
• En lugar de discutir intente distraer a la persona con música, ejercicio, actividades, conversaciones con amigos y mirando viejas fotos. Algunas veces un simple cambio de conversación puede ayudar.
• El contacto físico puede ser tranquilizador, pero asegúrese de que la persona está dispuesta a aceptar esta interacción cercana.
• Trate de mantener un ambiente familiar. Si la persona ha de moverse que lleve consigo algunas cosas familiares de la residencia anterior.
• Intente mantener cuidados y rutinas constantes.
• Llevar un diario puede ayudar a determinar si estos comportamientos se producen en momentos específicos del día o con personas particulares. La identificación de las causas puede ayudarle a realizar cambios para superar las dificultades.
• Por último, tal vez lo más importante; no tome las acusaciones personalmente y sea consciente de que la persona no es capaz de controlar este comportamiento.
Te dejamos estos documentos de Alzheimer’s Association que pueden servirte de mucha ayuda:
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