Martín de Francisco se ha convertido, por decirlo de alguna manera, en el ‘padrino’ del reciente libro de Lilananda Castro, De regreso a la fuente, quien ha sido una especie de ‘coach espiritual’ para él en momentos críticos: “Quiero que el mensaje de este libro le llegue a mucha gente. Uno siente que en ciertas cosas que te da la vida, como cosas en el trabajo, placeres, está el secreto para ser felices. Lila me ayudó mucho en varios eventos de mi vida y lo que ella me ha enseñado y que está en este libro, y en libros anteriores, ha ido mejorando mi calidad de vida y he dejado hábitos que me hacían daño”.
¿Cómo llegó a Lilananda?
En el 2004. Estaba en una de esas crisis tremendas, en varios sentidos.
¿Qué crisis?
He tenido vivencias que la gente sabe, épocas de rumba, tuve problemas de ese tipo…
¿De alcohol?
Sí.
¿Drogas?
Sí. En este proceso Lila me ayudó. Conocí a Lila en un momento en el que me estaba sintiendo muy mal.
¿En qué momento decidió que debía cambiar?
Cuando toqué fondo. Mi hermana Adriana conoció a una persona que conocía a Lila. Empezamos a hablar de estos temas y comencé a ser más consciente de que la manera de salir de esta situación es estando comunicado con el cuerpo y no darles tanto poder a mis pensamientos. Estoy en proceso; estoy muy lejos de ser un gurú. La gente que está iluminada no es la que tiene poderes, sino la que no sufre. Todavía tengo una mente muy fuerte, pero por lo menos ya he dejado de hacer cosas que antes hacía, y me siento mejor.
¿En qué consiste?
El mensaje de Lila es la manera de cortar con ese torrente de pensamientos que tiene uno instalados, que hacen sufrir más. Es sentir el cuerpo durante buena parte del día. Es ser conscientes y no darle poder a la mente. La idea es que la mente no nos controle, sino usarla como herramienta, como lo que es. Cuando me despierto pregunto ‘¿dónde está el miedo?’ El miedo no soy yo, viene de afuera y se instala en mi cuerpo, lo siento, siento la tristeza. En mi caso está en la barriga, en mi plexo solar. Ahí siento una angustia... para no perpetuarla debo concentrarme en donde está la emoción en mi cuerpo. Son enseñanzas de Lila y de otros maestros que llevan muchísimos años, y creo que llegó el momento de ponerle atención a esto.
¿Cómo ha sido su transformación?
Estoy en el proceso de sentirme mejor cada vez, y para eso hay que ser muy constantes. Así como fui constante para destruirme un poco, y que no lo logré, pues también debo ser consciente de ser constante para construirme dejando de hacer cosas que hacía continuamente.
LilaNanda Castro
“Lo que le está pasando al planeta en este momento es que hay un cambio energético que nos invita a tener una mejor calidad de vida, que nos invita a ser mejores seres humanos, a ser más transparentes. La propuesta es sencilla: es dejar de ser el que ha sido, el que se está produciendo dolor y miedo constantemente, y entender que ese dolor y ese miedo los produce tu mente, y que más allá de la mente hay una forma diferente de vivir, que es la parte consciente. Comprender que eres un ser consciente y que estás viviendo la inconsciencia. Hay una ley que se llama la Ley de la Saturación, y cuando te sientes saturado es porque ya necesitas ser consciente. Tenemos que renunciar, dejar de ser lo que siempre hemos sido”.
GLORIA FRANCO
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